*Elihú Bautista, académico del IPICYT, dio la conferencia “La química de los productos naturales y su contribución al desarrollo de fármacos”.
Los productos naturales permiten encontrar mecanismos de acción únicos y abren puertas al desarrollo de nuevos fármacos, señaló el investigador.
/ David Sandoval Rodrígue/ Fotos: Luis Fernando Fernández Carrillo/
05/04/2022, Xalapa, Ver.- Investigar las propiedades de plantas que tradicionalmente se consideran medicinales puede llevar a nuevos descubrimientos de moléculas y al registro de patentes de los procesos químicos, señaló Elihú Bautista Redonda, integrante del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica, A.C. (IPICYT), al impartir la conferencia “La química de los productos naturales y su contribución al desarrollo de fármacos”.
La actividad formó parte del seminario mensual organizado por el cuerpo académico (CA) Diseño, Síntesis y Caracterización de Sistemas Moleculares, del Instituto de Ciencias Básicas (ICB) de la Universidad Veracruzana (UV), y se efectuó de manera virtual.
Omar Cortezano Arellano, académico colaborador del CA, presentó y moderó la charla, destacando que el académico invitado forma parte del Laboratorio de Química de Productos Naturales, adscrito a la División de Biología Molecular de su instituto.
Bautista Redonda es desde 2015 investigador del programa “Cátedras Conacyt” y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel II; además, cuenta con dos patentes nacionales concedidas, una de alcance internacional.
El ponente comentó que su investigación se enfoca en la búsqueda de compuestos de origen vegetal para el tratamiento de enfermedades parasitarias y cáncer, analizando en particular la planta Salvia amarissima, conocida popularmente como “hierba del cáncer”.
Es una especie de la familia de la menta, el romero y la albahaca; además, México es considerado uno de sus centros de diversificación junto con Irán y China. Comenzó a estudiarse en 1996 y destaca por sus aplicaciones medicinales en el tratamiento del cáncer y la diabetes.
“Los productos naturales ayudan a encontrar mecanismos de acción únicos, presentes en la naturaleza, y abren las puertas al desarrollo de nuevos fármacos porque permiten ligar rutas de acción farmacológica a nivel celular”, puntualizó.
El investigador recordó que, de acuerdo al Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa de los Estados Unidos (NCCIH, por sus siglas en inglés), un producto natural es una sustancia o una mezcla de sustancias producidas por cualquier organismo viviente desde hongos, bacterias, líquenes, plantas y animales.
Los productos naturales tienen un gran impacto en varias industrias como la farmacológica y la alimentaria, también en el campo agroindustrial hay un vasto desarrollo para el tratamiento de plagas, malezas e insectos.
Advirtió que, a su vez, persiste “una falsa concepción de que los productos naturales no son tóxicos, pero tenemos la referencia de la cicuta, un alcaloide que indujo la muerte al filósofo Sócrates, y también tenemos el ricino y el acónito”.
Explicó que las plantas producen estas sustancias que se analizan molecularmente con base en su interacción ecológica, en respuesta a patógenos macro o microscópicos y a su protección contra depredadores.
“México es un país con una tradición en el uso de las plantas, donde se comparte y genera conocimiento de generación en generación desde la época prehispánica, a ello se le conoce como criterio etnomédico y existe también el criterio quimiotaxonómico, que se basa en la comparación y análisis de su composición química.”
Describió su investigación analizando la molécula teotihuacanina presente en la Salvia amarissima que, al compararse con otras moléculas, se encontró que tenía características comunes y coincide con los usos de la planta por parte de la medicina tradicional, dado que se pudo confirmar su efectividad contra una de las líneas celulares activas relacionadas con el cáncer de mama.
Aunque es una planta que crece en grupos, tiene una distribución superficial muy escasa, es decir, que se deben recorrer grandes áreas para encontrarla.
Otro dato importante es que de 4.5 kilogramos de hojas que se recolectan, tras procesarlas se obtienen 130 miligramos de sustancia, por lo que se requiere más trabajo sobre terreno y en tal aspecto recalcó: “El activo más importante son los estudiantes, porque son quienes tienen la motivación para superarse académicamente y uno no podría llevar a cabo el trabajo sin ellos; por eso tenemos en mente hacer más estudios de composición química y prevemos que puede haber variaciones”.
Finalmente, aseguró que el hecho de haber obtenido una patente no quiere decir que inmediatamente pueda ser un producto comercializable, sino que se protege intelectualmente un proceso o un descubrimiento, “no es que automáticamente uno se convierta en socio de una empresa farmacéutica, aunque esa es la percepción que muchas personas tienen cuando se habla de una patente y debemos de trabajar en eso también”.
