Asesinan a Bernardo Bravo Manríquez, líder citrícola de Apatzingán

*Víctima de la violencia y la indolencia institucional en Michoacán.

20.10.2025 Apatzingán, Michoacán.- Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán y figura clave en la defensa del gremio limonero frente al crimen organizado, fue asesinado la mañana del lunes 20 de octubre de 2025.

Su cuerpo, con signos de tortura y violencia, fue hallado dentro de su camioneta en el tramo carretero Apatzingán–Presa del Rosario, a la altura de la localidad de La Tinaja.

La Fiscalía General del Estado confirmó el homicidio y anunció el inicio de las investigaciones. Sin embargo, productores de la región y actores políticos han señalado que el crimen se inscribe en una larga cadena de omisiones institucionales frente a las extorsiones que afectan al sector citrícola en Michoacán.

Bravo Manríquez había denunciado públicamente el cobro de cuotas por parte de grupos criminales, así como el cierre de empacadoras y el desplazamiento de productores por amenazas constantes.

Bernardo Bravo no solo presidía la asociación regional, sino que también encabezaba la Asociación Nacional de Citricultores.

Era considerado un referente por su capacidad de organización, su defensa del comercio legal de limón y su insistencia en que las autoridades federales y estatales atendieran la crisis de seguridad que afecta a Apatzingán y sus alrededores.

En marzo pasado, alertó que más de 30 empacadoras habían cerrado temporalmente por amenazas, y que el mercado limonero estaba siendo cooptado por redes delictivas.

El crimen ha generado una ola de indignación. El diputado local Octavio Ocampo lamentó el asesinato y calificó a Bravo como “un hombre comprometido con la paz y el desarrollo agrícola”.

Productores locales han exigido justicia y protección, mientras que en redes sociales se multiplican los mensajes que denuncian la impunidad y el abandono institucional. “¡Justicia para Bernardo!” fue el último mensaje público que compartió el líder limonero antes de ser asesinado.

La detención de Rigoberto López Mendoza, alias “El Pantano”, presunto extorsionador y reclutador del crimen organizado en Apatzingán, ha sido vinculada por medios locales con el homicidio de Bravo Manríquez.

Al momento de su captura, López portaba credenciales de la propia Asociación de Citricultores, lo que ha encendido alarmas sobre la infiltración criminal en estructuras gremiales.

El asesinato de Bernardo Bravo Manríquez representa una herida profunda para el sector agrícola michoacano, y evidencia la persistente vulnerabilidad de líderes comunitarios frente a la violencia y la impunidad con que actúa el crimen organizado en ese estado.

Su muerte se suma a una lista de víctimas que, pese a denunciar y resistir, no encontraron protección efectiva por parte del Estado.