/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Una máxima electoral es que gana quien comete menos errores en campaña; sin embargo, varios candidatos de Morena en Veracruz desconocen este principio, pareciera que traen competencia cerrada en quién acumula más tropiezos.
Ahí están las desafortunadas declaraciones de Manuel Huerta, Rosa María Hernández Espejo y Byron Barranco, quienes en una conferencia de prensa se lanzaron contra los reporteros porteños en abierto. Chayoteros, acusaciones en abierto a algunos colegas de pedir dinero, fueron parte de los descalificativos que lanzaron.
Hay dos aristas en esta situación. La primera, que Veracruz es el estado donde más asesinatos y agresiones contra periodistas se han perpetrado del 2000 a la fecha. De 163 periodistas asesinados en México, 34 eran veracruzanos, más los desaparecidos, más los agredidos, por lo que este tipo de situaciones son inconcebibles.
La segunda arista es que la candidata a diputada federal tuvo una larga trayectoria en medios, como reportera y conductora de noticias, pero también como jefa de prensa. Ella, mejor que nadie, sabe que el político debe tener la piel gruesa, como también conoce que la chamba del reportero no es la de aplaudidor.
Huerta, atizando el fuego, incluso dijo que ha estado bajo la metralla décadas y de Byron, bueno de él se pueden esperar este tipo de cosas. No así de la diputada federal que busca la reelección ni del candidato a senador en segunda fórmula.
Mire, si se me permite la comparación, los tres candidatos están como el que va a un restaurante y se pelea con los meseros, los insulta y los maltrata. No se sorprendan si la sopa llega fría, con pelos o escupida. Es cierto que ningún candidato gana solo con la opinión publicada, pero también lo es que no llegan muy lejos con una relación descompuesta con la prensa. Ellos tres han dejado muy muy claro que no necesitan que los medios hagan eco de sus declaraciones ni de sus actividades, por lo que servidos estarán.
Mi solidaridad con los compañeros porteños.
@YamiriRodriguez
