París, 28 Diciembre 2019(ACI Prensa).- Este año, la Misa de Navidad no se celebró en Notre Dame de París, por primera vez desde la Primera República Francesa, y el rector de la Catedral asegura que hay una posibilidad alta de que el edificio no se pueda reconstruir de forma segura y que termine por desplomarse.
La iglesia “no está fuera de peligro”, dijo Mons. Patrick Chauvet a la Associated Press el 24 de diciembre. “Estará fuera de peligro cuando saquemos el andamiaje restante”, agregó.
El andamio, que estaba presente en el edificio antes del incendio del 15 de abril cuando se realizaban trabajos de restauración, se fundió durante el incendio. Se estima que todavía hay 551 toneladas de metal presentes en la parte superior de la catedral.
“Hoy podemos decir que quizás haya un 50% de posibilidades (de que la catedral) se salve. También hay un 50% de posibilidades de que los andamios caigan sobre las tres bóvedas, por lo que, como pueden ver, el edificio todavía es muy frágil”, agregó Mons Chauvet.
La última vez que no se celebró la Misa de Navidad en Notre Dame fue en 1803, la última Navidad bajo la Primera República Francesa. En 1793, en medio de la Revolución Francesa que estableció la república, la catedral fue “re-dedicada” al “Culto de la Razón” una religión creada por el estado que tenía la intención de reemplazar el catolicismo. Pero fue devuelta a la Iglesia a principios del siglo XIX.
Mons. Chauvet dijo que una vez que se retire el andamio, comenzarán los trabajos de restauración. No cree que esto suceda hasta 2021, como mínimo.
“Necesitamos quitar completamente el andamio para que el edificio sea seguro, por lo que en 2021 probablemente comenzaremos la restauración de la catedral. Una vez que se retira el andamio, necesitamos evaluar el estado de la catedral, la cantidad de piedras que se eliminarán y reemplazarán”, explicó
Una vez que comience la reconstrucción, pasarán unos tres años antes de que la catedral pueda abrirse al público, dijo Mons. Chauvet. Aunque el presidente francés Emmanuel Macron prometió en los días posteriores al incendio que la catedral sería reconstruida a tiempo para los Juegos Olímpicos de Verano de 2024, que se celebrarán en París, pero parece poco probable.
Cuando comenzó el incendio, se temía que todo el edificio pudiera perderse. Después de 12 horas de lucha solo se perdieron el techo y la aguja, y se mantuvo la mayoría de las bóvedas de piedra. La gran mayoría de los tesoros y reliquias que se almacenaron en la catedral, incluida la Corona de Espinas, fueron retirados de la iglesia y no sufrieron daños.
Además del daño estructural causado por el fuego, las llamas también liberaron una gran cantidad de polvo de plomo tóxico debido al colapso de la aguja. Los niveles de concentración de plomo en y alrededor de la catedral son aproximadamente 500 a 800 veces el umbral para niveles de exposición aceptables.
Desde el incendio, se ha celebrado una Misa en la catedral. El 16 de junio, aniversario de la dedicación del altar de la catedral, la celebración se realizó en una de las capillas laterales que no habían sido dañadas por el fuego. Todos los que asistieron tuvieron que usar cascos protectores.
Todavía no se ha determinado qué causó el incendio. Las autoridades sugieren que podría haber sido un cigarrillo o un mal funcionamiento eléctrico.