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10/11/2021.- Posterior al planteamiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el presidente Andrés Manuel López Obrador planteó un plan mundial de fraternidad y bienestar para garantizar una vida digna a personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios.
Sin un programa concreto y cabildeado con los miembros del Consejo, AMLO definió que el plan busca financiarse con un fondo procedente de al menos tres fuentes: Una contribución “voluntaria” anual del 4% de su fortuna a las mil familias más ricas del mundo,; Otra aportación similar por parte de las mil corporaciones más importantes por su valor en el mercado mundial y en tercer fuente una cooperación del 0.2% del PIB de cada uno de los países integrantes del grupo de los 20.
El embajador Zhang Jun, representante de China ante Naciones Unidas, omentó que el Plan violentaba la soberanía de los países y la imposición de “modelos” da lugar a un caldo de cultivo para las ideologías extremistas, que ayudan a aquellos que predican el odio e incitan la violencia”
“Para promover y garantizar la igualdad social se necesitan arreglos institucionales firmes en el proceso de la reconstrucción. Los países posconflicto deben reconocer sus propias realidades nacionales y deben establecer aparatos inclusivos, basándose en el estado de derecho, con la participación de todos los grupos, y dejar que el pueblo sea el amo de su propio destino”.
“La historia una y otra vez nos ha demostrado que socavar el principio de igualdad soberana, y la injerencia arbitraria en asuntos nacionales de otros países, la imposición de modelos a países en desarrollo, incluso el contraponer a unos contra otros, a menudo desemboca en conflictos internos de dichos países y ello da lugar a un caldo de cultivo para las ideologías extremistas, que ayudan a aquellos que predican el odio e incitan la violencia”, advirtió.