Chinos del fentanilo en México

*Peniley Ramírez

En octubre de 2021, un cliente en México escribió un mensaje preocupado a su contacto en China. El cliente dijo que estaba inquieto por “los problemas de aduana”. Había comprado precursores de fentanilo a una empresa en Anhui, una provincia en el este de China, colindante con Wuhan. Ahora temía que, en la aduana de México, los oficiales descubrieran que la compra era de fentanilo, un opioide sintético ilegal que provocó la muerte de unos 80 mil estadounidenses solo en 2021.

En la empresa china, le dijeron al cliente que se calmara. La compañía tenía una “línea especial” para pasar por México. Solo reetiquetarían los productos. Los enviarían como si fueran comida o cosméticos. Por el pago, tampoco había problema. La compañía cobraba con bitcoin, una moneda virtual muy difícil de rastrear.

La empresa, conocida como Rencheng, es parte de una red de tres compañías con los pies bien puestos en México. En los últimos dos años, han rentado bodegas en el país, han anunciado sus productos en Twitter, Facebook, LinkedIn; incluso tienen una lista de sus “productos más vendidos en México” en sus páginas web.

Sus clientes mexicanos son, principalmente, narcotraficantes de los grupos conocidos como “Cártel de Sinaloa” y “Cártel de Jalisco Nueva Generación”. Las compañías chinas ofrecen a sus clientes enviar los precursores de fentanilo por barco o aire, utilizando correo postal o empresas de paquetería, como Fedex y DHL. Con estos precursores, los clientes elaboran el fentanilo en laboratorios clandestinos en México y los envían, en polvo o pastillas, a los distribuidores en EU.

Los proveedores chinos tienen un servicio de atención a clientes por mensaje y videollamadas. Por esta vía les explican, por ejemplo, cómo están enviando los precursores de fentanilo con etiquetas falsas y cómo están añadiéndoles “aditivos”.

Estos aditivos sirven para que los productos pasen la detección de aduanas al cambiar un poco su composición química. Con ello, libran los mecanismos automatizados de análisis de sustancias prohibidas. Los paquetes llegan con un instructivo para que los traficantes mexicanos sepan cómo eliminar los aditivos y elaborar el fentanilo fácilmente.

Todos estos detalles forman parte de una investigación que, durante el último año, han hecho varias oficinas de la agencia antidrogas estadounidense, la DEA, incluida la mexicana.

En mayo de este año, una fuente confidencial de la DEA compró precursores de fentanilo a Rencheng. Luego, les pidió a los químicos de la empresa que le “revisaran” una receta que había conseguido para elaborar fentanilo. Una semana después, le respondieron con instrucciones para hacer una receta mejorada, usando unos productos químicos en lugar de otros.

Las sustancias que requería el supuesto cliente estaban muy controladas en China, dijeron los proveedores a la fuente de la DEA, pero no había problema. Desde la empresa, colocaron etiquetas falsas a los precursores, como hicieron en 2022, cuando esa misma empresa envió a Nueva York precursores con etiquetas de comida. Otra vez, enviaron las mismas sustancias con etiquetas de cosméticos.

Ayer, la fiscalía del Distrito Este de Nueva York llamó a la prensa a una conferencia. Declaró que estaban desclasificando un caso sobre China. Es el caso que he descrito aquí.

En resumen, tres empresas y cinco ciudadanos chinos conspiraron para fabricar fentanilo y moverlo a Estados Unidos, vía México. Cada una ha ganado unos 100 millones de dólares al año. Los acusados son los directores y jefes de ventas. Los clientes son las grandes organizaciones de narcotráfico mexicano.

En los últimos meses, más políticos republicanos y demócratas en EU han convocado a expertos al Congreso para describir la cadena de comercio ilegal que he explicado en esta columna. Ahora, hay un caso judicial. Es la primera vez que una acusación en EU cierra el círculo de empresas chinas distribuyendo precursores de fentanilo a cárteles mexicanos para vender la droga en EU, dijeron ayer los fiscales en Nueva York.

En México, las autoridades no se han pronunciado. Hace poco, si usted recuerda, incluso dijeron que en México no se producía fentanilo, y que no había laboratorios, sino solo algunos “talleres”. Veremos si falta que detengan a mexicanos como parte de esta red para que México se dé por enterado de este tema, quizá el más grave de todos los relacionados con drogas que están ocurriendo en el país.

@penileyramirez

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