* Desde San Lázaro los legisladores morenistas avalan que se censure y amordace a ciudadanos
* La secretaria general de Morena movió hilos y palancas para vengarse de sus adversarios
* ¿Y alguien hará algo para sancionar los insultos y las burlas de la señora Hernández Mora?
ACCIÓN Y REACCIÓN.- El viernes pasado, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó prácticamente por unanimidad (con 427 votos a favor y sólo 2 en contra) reformas a los artículos 9, 20 y 83 de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. Con estas modificaciones, los legisladores buscan que algunas expresiones e imágenes a través de las redes sociales, principalmente Facebook, Instagran, Tik-Tok, Telegram y X (antes Twitter), sean consideradas como discriminación. En lo personal, a mi me parece una estupenda idea que se legisle para que en nuestro país poco a poco todos podamos entrar a una cultura en la que no existan manifestaciones que insulten, humillen, burlen, desprecien, menosprecien y denuesten a cualquier individuo debido a su apariencia física, origen o condición. Sin embargo, creo que es un total despropósito y un sinsentido cuando estos cambios se derivan de la incomodidad y la molestia de una sola persona que ha hecho del insulto, la humillación, la burla, el desprecio y el menosprecio sus principales divisas personales. Me refiero a la senadora Minerva Citlalli Hernández Mora, quien actualmente ostenta el cargo de secretaria general del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y quien hace unos minutos fue invitada por la doctora Claudia Sheinbaum para incorporarse a su equipo de campaña como coordinadora de Alianzas de Coaliciones y Candidaturas Únicas. La señora Citlalli, las mismas redes sociales confirmarán esta afirmación, no es precisamente una ciudadana ejemplar y respetuosa; sin embargo, por el poder que ostenta, detenta y ejerce, ha hecho uso de sus influencias para que desde el Legislativo se amordace a aquellos que la han incomodado con sus comentarios, adjetivos o con imágenes que hacen sorna de ella y de su apariencia. Insultar y burlarse de alguien está muy mal. Pero que un burlado se olvide convenientemente de él también ha hecho lo mismo, es una bajeza.
SI NO ME ACUERDO… NO PASÓ.- En este mismo espacio yo me referí a este tema (si la memoria no me traiciona, fue en agosto pasado), destacando la doble moral con la que suele conducirse la señora Hernández Mora, pues siempre que alguien la increpa o le reclama algo, ella suele escudarse detrás de la llamada “violencia de género” o la discriminación; mientras que cuando ella echa mano de expresiones deleznables para referirse a sus adversarios, se torna arrogante y burlona. Y los botones de muestra que respaldan lo que escribo están al alcance de todos en la red social X (anytes Twitter): Le ha dicho “enano”, “pendejo”, “borracho” y “culero” al ex presidente Felipe Calderón; se ha referido a la panista Josefina Vázquez Mota como “estupida”; a la periodista Adela Micha le dijo “perra”; a Enrique Peña lo insultó diciéndole “puto” e “idiota”, y también le faltó al respeto a sus hijas; a la empresa Nestlé los señaló com “hijos de puta”. Y el etcétera es kilométrico. Citlalli es una toda una experta en insultar y humillar a quienes no piensan como ella. Cierto, las redes sociales se han convertido en terreno fértil para exacerbar el odio, la violencia y los discursos de odio. Pero legislar para hacerle un traje a la medida a la funcionaria morenista es una aberración.
EL EPÍGRAFE.- ¿Y quién creen que fue una de las artífices para promover esta iniciativa de Ley en San Lázaro? La “diputada” morenista Marisol Gasé, la misma que en la sesión del 13 de noviembre de 2021 sostuvo por todo lo alto una una improvisada pancarta con la palabra “culera” para insultar a la diputada perredista Olga Espinosa mientras ésta le reclamaba a sus iguales morenstas que no avalaran más presupuesto para temas de género y que no se pronunciaran a favor de la interrupción legal del embarazo.
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