- Retrovisor.
/ Ivonne Melgar /
Ahí donde los códigos son masculinos, donde los aplausos se los han llevado los secretarios de Hacienda, ayer hubo dos mujeres hablando de futuro.
Se trata de un acontecimiento al parecer inédito a nivel mundial: la disputa de la Presidencia de la República protagonizada por dos candidatas competitivas.
Un hecho singular que coloca a México en el centro de la atención mediática y del debate democrático, no sólo por el carácter plebiscitario de la elección.
Porque claro que tiene razón el presidente López Obrador cuando plantea que el próximo 2 de junio se va a elegir entre la continuidad de su proyecto o una nueva alternancia.
Esa polarización que ha sido signo del sexenio y que se profundiza en la coyuntura electoral desdibuja los pormenores cotidianos de una contienda sin antecedentes, porque nos encamina sí o sí a una alternancia de género. Y uno de los episodios más elocuentes de esta alternancia que se asoma es la pasarela de candidatas que ayer se dio en la Convención Nacional Bancaria.
Un evento que cada seis años, ya en la recta final de la contienda electoral, nos permite conocer de qué país se están haciendo cargo quienes aspiran a conducirlo.
Frente a un público predominantemente masculino, quizá uno de los más reacios a la incorporación de altos mandos femeninos, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum fijaron postura sobre lo que somos y hacia dónde ofrecen llevarnos.
Así que, más allá del saldo en las urnas y del llamado aplausómetro, están los diagnósticos, palabras y promesas que las presidenciables expusieron sobre la generación de la riqueza y sus vínculos con el desarrollo y el crecimiento.
La candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia pintó así el momento actual: “Decirles que nos va a ir muy bien los próximos seis años, que vamos a tener buenas relaciones, que necesitamos trabajar conjuntamente, y ahí donde no estemos de acuerdo en algunos temas siempre tengamos el diálogo para poder salir adelante.
“Creo que estamos en un momento excepcional para nuestro país y que colaborando todos y todas podemos hacerlo todavía mejor”, dijo Sheinbaum ante los banqueros.
Frente a ese optimismo, la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México contrastó: “Seis años más de Morena y se nos va el nearshoring. Los inversionistas lo saben: sin la participación del sector privado en subastas abiertas y competidas, no habrá energía suficiente limpia y barata. ¡Despierten! No dejemos ir la mejor oportunidad que hemos tenido en una generación para impulsar nuestra economía”.
¿Qué ofrecieron? Cito el reporte de mi colega Arturo Páramo sobre la intervención de Sheinbaum: “En su participación en la Convención Nacional Bancaria, en Acapulco, la candidata expuso que, a lo lago de la administración de Andrés Manuel López Obrador, a los bancos, a los empresarios y a la población ‘les ha ido bien’ y que, en caso de ganar la Presidencia, buscará que así siga ocurriendo.
“Lo importante es poner enfrente en todo lo que estamos de acuerdo y seguir trabajando en este momento histórico que tiene nuestro país, de potencial de desarrollo, y digo desarrollo, no de crecimiento económico, de desarrollo económico con bienestar y sustentabilidad para poder aprovechar los próximos seis años”.
Por su parte, mi colega Héctor Figueroa contó así la exposición de Gálvez: “En la 87 Convención Bancaria, la candidata presidencial del PAN, PRI y PRD presentó ocho propuestas para mejorar los servicios públicos en educación, salud, vivienda, seguridad y justicia para fortalecer las clases medias, que se han empobrecido en los últimos seis años. Propuso un gobierno que sea fuerte, con certidumbre, que respete la Constitución, las instituciones y los tratados internacionales; finanzas públicas sanas porque es inadmisible la cantidad de recursos que se han destinado a Pemex, y un gobierno que proteja a los ciudadanos, no a los criminales”.
Veamos el contraste en el inicio de sus mensajes:
“Antes de iniciar la presentación, primero, agradecerles por la realización de esta convención en Acapulco; creo que es una muestra de solidaridad, de fraternidad y de reconocimiento, y de trabajo conjunto frente a una situación como el huracán Otis, inició la exjefa de Gobierno de la CDMX.
“Hagamos juntos un ejercicio de memoria. Hace seis años el presidente López Obrador vino como candidato y los amenazó que si no ganaba la elección “soltaría el tigre”, ¿y saben qué? Ganó y soltó algo peor que el tigre, soltó la jauría de la muerte, el dolor, la mentira y el miedo”, abrió la senadora con licencia.
Vayamos a sus cierres: “Este 2 de junio, con alta participación vamos a derrotar a la mentira y a la manipulación, vamos a gobernar sin odio, sin divisiones, todos unidos, jalando parejo, como un solo país, como un solo pueblo. Luchemos juntos por la vida, por la verdad y por la libertad, solo así conseguiremos la prosperidad”, concluyó Xóchitl.
“Necesitamos generar todas las condiciones para que también el crédito pueda llegar a las micro y medianas empresas que potencien el desarrollo. Y por supuesto, nuestro objetivo es un México más fuerte con prosperidad compartida”, cerró Claudia.
Como sociedad que aspira a la igualdad en todos sus ámbitos, es importante guardar registro del significado cultural que para la democracia entre hombres y mujeres tiene en la vida de los mexicanos este acontecimiento.
De manera que, ante la inevitabilidad de saber que pronto contaremos con una primera presidenta de la República, es importante registrar el cambio que desde ya experimentamos.