Comunicación para la Mujer.

  • Con singular alegría .

/ Por Gilda Montaño /

En el área de comunicación poco se ha hecho con base en la formación e información de medios, para la elaboración de campañas de orientación y apoyo para la mujer. Esto es por falta de conocimiento ya que existen pocas investigaciones, para saber a fondo la problemática que en ellas persiste.

Los medios de comunicación no han tenido respuesta en ninguna de las áreas de programas circunscritos a la mujer. Y si la han tenido, no ha sido suficiente. Tampoco en las áreas de salud ni de educación.

Así la educación, capacitación, orientación legal, planificación familiar, orientación maternal, la vigilancia durante el embarazo y la alimentación del recién nacido, se vuelven parte fundamental dentro de sus vidas.

Los distintos organismos del sector salud y educativo han elaborado pocas investigaciones para resolver este problema, y pocos programas que los resuelvan.

La mujer no cuenta con medios efectivos de comunicación para la salud, en materia de –por ejemplo- planificación familiar, que la orienten durante su vida. Esto se debe a que no encuentran en ningún medio informativo la respuesta a su problema, ya que las campañas van orientadas a las personas que tienen acceso solamente a algunos medios de planificación. Esto si tomamos en cuenta que no saben leer ni escribir, a que no cuentan con el apoyo de la familia ni de la iglesia y no están protegidas legalmente, así como el hecho de que se ven desamparadas al perder sus trabajos por estado de gravidez.

Con base en lo anterior, debemos proponer y trabajar arduamente en elaborar y desarrollar programas de comunicación para la salud, para apoyar a la mujer, sobre la base de los diagnósticos resultantes de estudios e investigaciones previas, para así obtener información que permita mejorar las condiciones sociales, económicas, culturales, políticas, legales, laborales y médicas para la mujer mexiquense, sobre todo para aquellas que viven en las zonas urbanas marginadas, zonas rurales y para las indígenas. Para las últimas es más que necesario. A ellas no se les está dando el cuidado que se merecen.

 Esto sucede porque los problemas de la mujer en México son muy complejos, puesto que en ellos intervienen una variedad de factores económicos, fisiológicos, psicológicos, generacionales, culturales, políticos y sociales en los que es necesario profundizar. Estos factores pueden entrecruzarse, converger en un momento dado, o aparecer, aparentemente separados algunas veces.

Para comprender este espectro de factores, es forzoso partir del origen de la subordinación y opresión femenina. Con la instauración de la familia monogámica se da una primera división social-sexual del trabajo y no natural, como valoración y jerarquización diferente y específica.

Es en esta familia monogámica donde la expropiación del cuerpo de la mujer y la definición de ella como propiedad privada del hombre, determinarán el lugar que la mujer va a ocupar en la sociedad. Así la mujer juega un papel fundamental en la reproducción del sistema: no sólo reproduce a través de la maternidad la fuerza de trabajo que la sociedad necesita para funcionar, sino que, por medio del trabajo doméstico específicamente, reproduce y repone cotidianamente la capacidad de la fuerza de trabajo.

Es en este continuo proceso histórico, donde la mujer desarrolla un rol determinante en la reproducción; se fomenta la adaptación de hombres y mujeres al sistema por medio del desempeño de papeles sexuales, definidos socialmente de acuerdo a un sistema de valores adquiridos, transmitidos por conducto de la familia, de la escuela, la iglesia, entre otros.

gildamh@hotmail.com