Crimen pasional, discurso estigmatizante del patriarcado

Se equivocó el Secretario de Seguridad Ciudadana de la CdMXLas pasiones construcción cultural, el amor inequitativo

Soledad Jarquín Edgar

SemMéxico, Oaxaca, 26 julio 2019.- El término “crimen pasional” utilizado recientemente por Jesús Orta, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CdMx), en el caso de doble homicidio cometido en una plaza comercial, implica colocar estereotipos que revelan desigualdad y la construcción social desde una epistemología patriarcal.

Erika Lilí Díaz Cruz, Coordinadora de Lunas del Sur, abogada y feminista, señala para SemMéxico que quien haya estudiado Derecho sabe que no se puede considerar el “crimen pasional” para determinar la responsabilidad o probable responsabilidad de un o una presunta responsable de un asesinato. Incluso, explica, ninguna persona puede autoincriminarse.

Y es que aun cuando los hechos ocurridos en una plaza comercial dieron un giro distinto tras conocerse quiénes eran las víctimas y se generó otra línea de investigación, desde el punto de vista de la maestra en Género Érika Lilí Díaz Cruz

“ninguna autoridad no puede afirmar aspectos relacionados con pasiones, son sentimientos, para poder determinar la responsabilidad o probable responsabilidad de un presunto delincuente”.

El hecho de afirmar fue una acción pasional, por celos –como se declaró en una conferencia de prensa la misma noche de los hechos- fue entrar en un terreno subjetivo cuando su obligación era hablar de hipótesis, de líneas de investigación, de posibles móviles, hablar de “lo pasional” es incorrecto. Además, es grave porque implicaría violaciones al debido proceso de la presunta victimaria y en un momento determinado podría, incluso, ser motivo para su liberación.

Por otra parte, señaló que cuando el discurso es estigmatizante, el imaginario colectivo lleva a pensar que ellas también ejercen violencia de género contra los hombres y hay, por ende, una construcción colectiva donde todavía no se han entendido bien las razones por las que se sigue asesinando a las mujeres.

La también responsable del Diplomado Internacional de Estudios de las Mujeres, Feminismos y Descolonización, señala que por lo general “las pasiones” tienen que ver con el pensamiento, con la construcción cultural, entonces muchas veces lo pasional tiene que ver con la violencia de género.

(Las pasiones) “No son ni buenas ni malas, todo depende de cómo se les percibe desde la cultura, son derivaciones de emociones que la vez fueron previamente pensamientos construidos desde una educación, una cultura, una moral”. Cuando estas pasiones derivan en privaciones de derechos siempre se acompañan de violencia.

Como abogada, Érika Lili Díaz Cruz ha dado acompañamiento legal y profesional a diversas mujeres que han sufrido violencia machista, y señala que en su experiencia cuando las pasiones derivan en delitos es porque ellas “más que celos lo que tienen contenido es indignación y rabia por las muchas veces que sufrieron engaños y humillaciones por parte de la otra persona”.

Recuerda lo explicado por la antropóloga Marcela Lagarde en la violencia por desamor en el que afirmaba la existencia de un parámetro de ejercicio de poder a través de la figura del amor, un amor que está construido desde una epistemología patriarcal, el amor es servicio, es sacrificio, es entrega, eso sería el amor perfecto, pero no hay generalmente reciprocidad, es decir, hay un entendimiento del amor para unas y uno distinto para los otros. Se trata de un amor totalmente inequitativo.

Cuando esas pasiones llevan a la comisión de un asesinato, él tiene disculpa, ella no, aunque ella cometa un crimen de esta naturaleza en respuesta de una violencia de género reiterada, pero cuando ellos lo hacen es porque no ha podido lograr la dominación de una mujer y ha tenido que usar la fuerza.