VERÓNICA MALO GUZMÁN
La Cuarta Transformación recicla lo más rancio y lo más poco útil de lo que sucedió hace algo así como cuatro décadas.
“Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”.
Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana y Borrás
López Obrador decretó en su mañanera un regreso al pasado, que no al futuro. Una vuelta a los racionamientos arcaicos y no a los razonamientos del mañana. Un anuncio tenebroso de un retorno al oscurantismo de épocas no vividas de forma cotidiana por aquellos que nacieron a partir de la segunda mitad de los años 80s. Es deber de las generaciones más viejas alertar a las nuevas sobre ello.
Back to the Future (titulada Regreso al futuro en España y Volver al futuro o De vuelta al futuro en Hispanoamérica) es una película estadounidense de ciencia ficción y comedia de 1985 dirigida y escrita por Robert Zemeckis —Bob Gale también colaboró como guionista—, producida por Steven Spielberg y protagonizada por Michael J. Fox.
wikipedia.org
El reducir el consumo de electricidad de 6 de la tarde a 11 de la noche no es una solicitud o una petición para ser solidarios, como la quiere hacer parecer el presidente. Menos aún una solución. Es hacer que los ciudadanos sean quienes sufran las restricciones artificiales producto de un problema ocasionado por su administración; por un lado, estas dificultades no se arreglan con limitantes y, por el otro, no se ofrece una idea clara —sobre todo adecuada— de lo que el gobierno está fraguando para encontrar un arreglo permanente.
Poco importa el dicho de Manuel Bartlett, director de la CFE, en el sentido de que se insista en quemar carbón y combustóleo. Lo que se logra con las restricciones (y ese es el meollo del asunto) es volver a los tiempos en que, independientemente de la política o la estrategia, se limitaba la vida y actividades de la población. Y las decisiones de la Comisión, avaladas por AMLO, muestran los prejuicios con los cuales se dicta el rumbo de esta nación.
Debe quedar claro: los racionamientos no tienen que ver con las reformas impulsadas en administraciones anteriores, ni con el tipo o ritmo de las actividades productivas, ni con las heladas temperaturas sufridas en Texas. Tampoco con la crisis en el suministro de gas natural. Responden (y son una pésima respuesta) a que este gobierno no quiso ni supo tomar las decisiones correctas en el momento en que se requerían.
Pero el significado es aún más profundo: es una nueva forma de limitar y de coartar a la ciudadanía.
Poco trabajo hay cuando a la conferencia mañanera llegaron técnicos, directores y demás trabajadores de la CFE para explicar que están trabajando mucho para arreglar los apagones que más de 5 millones de hogares han sufrido tan solo en esta semana. La verdad es que poco importa si la CFE trabaja mucho si la sustitución a la que arriban es a ¡recortes! ¡Menuda solución que sean los consumidores quienes paguen por la ineficiencia de las autoridades!
La Cuarta Transformación recicla lo más rancio y lo menos útil de lo que sucedió hace algo así como cuatro décadas. Ahora, lo nuevo es lo viejo y se llama ‘política de racionamientos’. Si había duda, esta se ha despejado: Morena es el viejo PRI.
Las afectaciones catastróficas por los apagones de esta semana han hecho que miles de empresas tengan pérdidas por más de mil millones de pesos. Como si los daños y quebrantos de toda la pandemia no fueran suficientes. Donde han sucedido los apagones, se ha tenido que alumbrar con velas. No han habido medios para calentar sus hogares.
Estas dificultades son derivadas de no querer invertir en almacenamientos de gas, en no comprar las garantías para mantener los precios, en consumir las grandes reservas que se tenían (hace algunos meses el presidente AMLO dijo que ‘los neoliberales’ habían almacenado gas natural innecesariamente; que este alcanzaría por 30 años al menos. Entonces, ¿en qué se destinaron para que hoy ya no haya nada?). Todo ello no se hizo o no se quizo hacer a tiempo y se convirtió en una carga más para la ciudadanía.
Los racionamientos no son una solución; es repartir el problema entre más cabezas, haciendo que todos paguen por lo ocasionado por entes concretos.
Pero hay más: el proponer el racionamiento no es una política de razonamientos; tiene por objeto presumir de una falsa autosuficiencia. (Valga por ejemplo cuando se actúa de la siguiente forma: ser “autosuficiente” limitando tu ingesta diaria para que los recursos que tienes alcancen. Y lo cierto es que no estarás siendo siendo autosuficiente. En el fondo lo que ocurre es que redujiste el consumo. Lo peor, con ello pones en riesgo tu suficiencia, tu salud y tu supervivencia.)
autosuficiencia
De auto-1 y suficiencia.
1. f. Estado o condición de quien se basta a sí mismo.
2. f. suficiencia (‖ presunción).
RAE
El racionar el uso de la electricidad no responde a un tema de ahorro o de disminución del consumo. Se trata de que el gobierno no puede o no quiere tener la capacidad de abastecer a la gente lo que necesita, puede y quiere pagar. Además, limitar el consumo no hace que dejes de requerir los servicios.
Pedir restringir el uso de la luz es como vivir con un solo par de zapatos, a la vez que quien paga la luz costea la informalidad de otros (quienes se cuelgan de la misma por medio de “diablitos” o mantienen los candelabros de Palacio prendidos, por citar dos ejemplos).
Mientras tanto a Pemex, la empresa endeudada, la que necesita una reestructuración profunda —misma que no se ha contemplado por la 4T—, recibirá una reducción considerable en su carga tributaria.
Es evidente que las prioridades gubernamentales de México no se centran en atender una pandemia galopante, una crisis económica pantagruélica, ni las necesidades de los enfermos sin medicamentos suficientes.
Por lo cual, cuestionar la restricción que solicita la actual administración federal es lo mínimo que se debe hacer; el racionamiento no tiene razón de ser.