Discurso feminista genera denuncia de violencia contra la mujer .

*Escrito por Rita Magaña Torres-

28.12.2023 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- Los discursos feministas y las manifestaciones masivas de mujeres en los espacios públicos han generado que más de ellas resistan y denuncien las violencias, pero también que muchos hombres aumenten la crueldad y las formas en que la ejercen, lo que se ha denominado la teoría del contragolpe masculino, lo cual también se refleja en los espacios laborales, donde las mujeres enfrentan discriminación y desigualdad

Así lo expuso la académica del Centro de Estudios de Género de El Colegio de México (Colmex), Cristina Herrera, al participar en la conferencia en línea Violencia de género: entre lo doméstico y lo laboral, organizada por la Unidad de Género de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM.

“Si antes hablábamos de una violencia que se quedaba en las paredes del hogar, que estaba oculta y era ‘disciplinaria’, un poco para mantener a la mujer en su papel, ahora vemos que esta se muestra, se exhibe”, señala.

Menciona cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), las cuales reportaron que entre 2021 y 2022, 22.4 por ciento de las mujeres de 15 años o más sufrieron algún tipo de violencia en el ámbito comunitario, 20.8 por ciento en el laboral, 20.7 por ciento en su relación de pareja, 20.2 por ciento en el escolar y 11.4 por ciento en el entorno familiar. “Estas cifras muestran las trayectorias de vida de lo privado a lo público”.

Indica que hay diversos tipos de casofeminicidio, los que ejercen principalmente las parejas o exparejas de las mujeres, como una forma de controlar a la persona que creen poseer, y otros relacionados con la soberanía territorial que realizan grupos mafiosos para mostrar virilidad, poder y estatus frente a otros hombres.

La experta menciona que el incremento también se debe a que cada vez se exige que más casos sean investigados como feminicidios y no como homicidios. Alrededor del 50 por ciento de ellos los ejecuta la pareja o conocidos de la víctima, y aunque suelen perpetrarlos mediante asfixias o golpizas, hay un aumento en el uso de armas de fuego.

De igual forma, explica que el acoso sexual en los ambientes laborales, por ejemplo, no solo tiene como interlocutor a la mujer violentada, sino también a otros hombres frente a los que se busca mostrar virilidad, poder, estatus.

“A pesar de que cada vez hay más mujeres en el mercado laboral, en espacios de poder y cargos públicos, la ideología de género y de domesticidad sigue resistente a esta realidad, pero se está quebrando”, añadió la especialista.

Menciona que las que se incorporan a espacios que antes se consideraban estrictamente masculinos también sufren más violencia, igual que las que laboran en fábricas, maquilas y en tareas del hogar.

Violencia sistemática

Por su parte, María Luisa Morales Martínez, académica de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM, expuso que en nuestro país, la violencia sistemática contra las mujeres se ha expresado en diversas formas y espacios de convivencia, razón por la cual se constituye en un fenómeno estructural con repercusiones sociales múltiples.

Durante el conversatorio Violencia de género y feminicidios en México, organizado como parte de las actividades con motivo del 25N, Morales Martínez dijo que en el caso de ellas y las niñas es una de las violaciones a las garantías inalienables más recurrente, reiterada y extendida en el mundo. “Es una forma de discriminación que impide el acceso a oportunidades, socava el ejercicio de sus derechos fundamentales y tiene consecuencias en su salud, libertad, seguridad y vida”.

Es un problema estructural con repercusiones sociales múltiples, ya que además de enfatizar el ejercicio del poder del varón sobre la mujer a través de agresiones psicológicas, económicas, físicas o sexuales, coloca, mantiene y perpetúa la subordinación femenina en los ámbitos doméstico y social, menciona.

En un escenario de machismo y violenciaella se vuelve usable, prescindible, maltratable y desechable; es un marco fácil para diversas agresiones generadas por asesinos seriales, grupos delincuenciales, amigos, esposos, exesposos, novios, familiares y compañeros de trabajo, cuyas agresiones y crímenes son cometidos al amparo del silencio, omisión, negligencia y colusión de autoridades.