Doctora descubre potencial terapéutico del ajo envejecido para aquellos que sufrieron de un infarto

Entre las principales causas de muerte en el mundo se encuentra la enfermedad vascular cerebral (EVC) que junto con lo infartos de miocardio, en 2015, según datos de la OMS, sumaron 15 millones de defunciones. En México, la EVC afecta a 250,000 personas cada año, y es reconocida como la tercera causa de muerte en el país.

Perla Maldonado, doctora en Ciencias Bioquímicas y titular del Laboratorio de Patología Vascular Cerebral del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, está estudiando el efecto de un producto orgánico como una alternativa terapéutica que atenúe las secuelas tras sobrevivir a un infarto cerebral.

Se trata del ajo envejecido que en sus componentes azufrados encontramos la S-alil cisteína, que en estudios previos se considera como hipocolesterolemiante, antioxidante, quimioprotector frente al cáncer. Además que favorece la acción desintoxicante del hígado frente a sustancias químicas.

Existe un tratamiento —aprobado por la FDA— que consiste en la administración de un agente trombolítico, pero sólo se administra a menos de 5% de los pacientes en el mundo, ya que no todos los pacientes son candidatos. “El uso de este compuesto tiene una ventana terapéutica corta, si el paciente no llega al servicio médico dentro de esta ventana, ya no se administra debido a las complicaciones que pueden presentarse como hemorragias, lo que complica su situación”, explica Maldonado.

Aminorar las secuelas es importante ya que éstas imposibilitan, entre otras dificultades, el desarrollo de las actividades de forma independiente, como la movilidad de miembros superiores e inferiores.

En una entrevista que le hicieron recientemente a Maldonado, por parte de la Agencia Informativa Conacyt, explica de qué trata esta enfermedad, así como la investigación que realiza.

Sobre la EVC

Es un grupo de padecimientos que se presentan en el cerebro a causa de la disminución brusca del aporte sanguíneo. Se produce cuando alguna arteria es obtruida, lo que reduce o interrumpe el flujo de sangre en alguna región cerebral. Si el tiempo de isquemia cerebral es suficiente para que ocurra una pérdida de células de forma irreversible con lesión destructiva localizada, se denomina infarto cerebral.

En México, así como en otras partes del mundo, la enfermedad cerebrovascular de mayor prevalencia es la de tipo isquémico, por ello es la que más se estudia en modelos preclínicos.

El flujo sanguíneo en el cerebro de un humano oscila entre 50 y 55 ml/min/100 gramos de tejido. Cuando se obstruye el flujo sanguíneo, entramos en un proceso de tipo isquémico. Las zonas del cerebro que mantienen un flujo sanguíneo por debajo de 20% (10 ml/min/100 gr) tienden a morir, porque no pueden mantener sus funciones vitales, entonces se activa una serie de mecanismos que llevan a la muerte celular por necrosis.

Cuando el flujo sanguíneo disminuye por unos minutos y se restablece (reperfusión) inmediatamente, no se presentan secuelas. Pero si la disminución ocurre por un tiempo mayor, horas, la reperfusión añade efectos deletéreos asociados con el mecanismo de estrés oxidantes que dañan prácticamente cualquier componente celular.

Maldonado dice que la enfermedad cerebrovascular representa la primera causa de discapacidad en México, y esto conlleva un enorme costo socioeconómico para el sector salud y para los pacientes que sobrevivieron un infarto cerebral.

Artículos mencionan que este padecimiento está asociado a la edad y es más frecuente en mujeres. Otros factores son la hipertensión, los fumadores pasivos y activos son susceptibles a presentar un infarto cerebral, las personas con diabetes, enfermedades coronarias, sobrepeso y obesidad.

Por qué investigar en los compuestos del ajo

En México, el extracto de ajo envejecido no se comercializa, pero es muy común en países como Estados Unidos y Japón. Por más de 10 años, Maldonado ha estudiado el efecto de este componente en modelos animales, con resultados de un efecto protector al disminuir parcialmente las alteraciones motoras que presentan los animales, así como aumentar su supervivencia.

“Dado que la S-alil cisteína es el compuesto que se utiliza para estandarizar las presentaciones de extracto de ajo envejecido, en colaboración con la Facultad de Química de la UNAM establecimos las síntesis, purificación y caracterización de este compuesto para evaluar su efecto en modelos animales.”

El proyecto de investigación sigue en desarrollo, se encuentran realizando pruebas de toxicidad en ratas.

Fuente Conacyt