Corin Robertson.
London eye.
Me quedan tan sólo unos días en México. Por ahí dicen que el tiempo vuela cuando una la pasa bien, y es que mi gestión durante casi tres años fue para mí una de las más grandes experiencias de mi vida.
Me gustaría aprovechar estas líneas para hacer un balance general de todas las cosas que el equipo de la Embajada Británica en México pudimos lograr durante el tiempo que estuve al frente de esta misión diplomática. Estoy muy orgullosa de los logros que hemos alcanzado en conjunto en diferentes partes del país; particularmente en el último año que, sin duda, ha significado muchos retos.
Trabajando en conjunto, hemos formado alianzas con actores gubernamentales, del sector privado, la academia y la sociedad civil para trabajar juntos en pro del desarrollo económico sustentable e inclusivo en México.
Colaboramos con ciudades como Monterrey, Hermosillo, Guadalajara, Querétaro y Ciudad de México para planear y desarrollar estrategias de movilidad, generando sistemas que impulsan las economías, respetan el medio ambiente y contribuyen al potencial de las y los ciudadanos. Un ejemplo es la ciclovía en Av. Insurgentes de la Ciudad de México, que beneficiará a miles de personas que cambiaron su medio de transporte derivado de la pandemia.
Hemos logrado importantes avances en materia de igualdad de género; un ejemplo es que ahora nuestra embajada tiene una metodología para medir la brecha salarial de género usando como base la metodología usada en el Reino Unido, pero adaptada y desarrollada para el contexto mexicano. El objetivo a largo plazo de esta iniciativa es que los centros de trabajo en México puedan medir y analizar su brecha salarial e implementar acciones con base en la evidencia.
El éxito de nuestra relación bilateral también se ha visto reflejado en la vida de muchas personas mexicanas y británicas. El Reino Unido fue el cuarto país que más invirtió en Mexico durante el primer trimestre de 2021, además de representar la tercera fuente de turismo (antes de la pandemia). Por si fuera poco, somos el segundo destino más importante para las y los estudiantes mexicanos de maestría.
La sólida relación comercial que tenemos nos permitió en diciembre de 2020 firmar un Acuerdo de Continuidad Comercial y comenzar el 2021 con las negociaciones para un nuevo y ambicioso Tratado de Libre Comercio, que sentará las bases de una relación más ambiciosa en el futuro.
Nuestra relación también ha visto muchos éxitos en el último año. A finales de 2020, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Mancomunidad y Desarrollo del Reino Unido activó su Fondo Start para apoyar a México tras el paso de los huracanes Eta e Iota, que afectaron a más de 45 mil personas.
El Reino Unido y México también han colaborado en la lucha contra covid. El año pasado, coorganizamos un evento internacional sobre cómo acelerar el acceso a las vacunas en América Latina y el Caribe. Y hemos trabajado estrechamente en la ONU y el G20 para garantizar que las vacunas sean accesibles para todas las personas, incluidas las más pobres.
Y al inicio de la pandemia de covid-19, gracias al apoyo del gobierno de México, pudimos colaborar estableciendo un Puente Humanitario que permitió que 49 personas a bordo del crucero Marella Explorer 2 en Puerto Progreso, Yucatán, pudieran ser repatriadas a Reino Unido.
Me faltarían caracteres en esta columna para enlistar todas las oportunidades que tanto México como Reino Unido han aprovechado para hacer de ambos países naciones más prósperas. Cierro esta columna agradeciendo a todas las personas con quienes tuve la oportunidad de trabajar durante mi gestión como embajadora.
De todo corazón: ¡gracias!
Espero sus comentarios a través del correo [email protected] o en Twitter: @CorinRobertson
*Embajadora del Reino Unido en México.
