** El segundo más longevo de Latinoamérica, después del Mercurio de Chile.
** Este 16 de septiembre celebra un año más, 121 de atestiguar la historia de México y Veracruz.
/Redacción /
Veracruz, 16 de septiembre 2019.- El decano de la prensa nacional, El Dictamen, cumple este 16 de septiembre, 121 años de sortear tempestades con un espíritu de lucha que admira a propios y extraños por el liderazgo que preserva la familia periodística, pese a los fuertes vientos en contra de la libertad de prensa.
El diario nace el 2 de enero de 1868, como un bisemanario llamado El Correo de Sotavento, fundado por don Pedro Lucas Malpica Díaz, en la ciudad de Tlacotalpan, Veracruz. Estudios demuestran que el diario El Correo de Sotavento circulaba de manera regional en la cuenca del río Papaloapan. A sus 46 años “informaba, generaba actividad comercial, orientaba a los pobladores, unía a los ciudadanos y luchó junto con la sociedad civil por el bien común”, reseña el investigador Jorge Nieto.
“Se ocupó certeramente, con valentía y arrojo, durante su larga vida de 46 años, de las causas más justas y más nobles de la ciudad natal de sus directores, del estado y del país; en sus páginas, todo noble empeño tuvo su asiento, todo batallar justo su acomodo; nadie acalló su voz ni sobornó su voluntad. Porque no supieron hacer jamás, quienes lo dirigieron, ni venta innoble, ni recibo de tributo mal habido”.
Fue en 1912 cuando Juan Malpica Silva (con 23 años de edad) adquirió el periódico El Dictamen, el cual había sido fundado por don Francisco Miranda el 16 de septiembre de 1898, que hasta la actualidad se continúa editando en el puerto de Veracruz.
Se destaca que el Correo del Sotavento fue fundado el 2 de enero de 1868 por don Pedro Lucas Malpica Díaz, en la ciudad de Tlacotalpan, y que continuó manejado por sus descendientes hasta mayo de 1912 cuando su hijo don Juan Malpica Silva deja El Correo de Sotavento “en manos de sus amigos de muchas lides del periodismo y de la lucha por la grandeza de Tlacotalpan… para hacerse cargo de EL DICTAMEN de Veracruz, el cual compró en treinta y cinco mil pesos, al Lic. José Hinojosa”.
De acuerdo al estudio de investigación CIDACOM (Ciudadanía y Comunicación) El Correo de Sotavento emerge del taller de una pequeña imprenta volantera del Ejército de Oriente, “de donde salieron incontables proclamas y manifiestos que mantuvieron en el pueblo sotaventino, vivo el espíritu de rebeldía y enhiesta la actividad patriótica”.
La imprenta es adquirida por Pedro Lucas Malpica Díaz a la que nombra “La Reforma”. Era el nacimiento del periódico más antiguo de América. Su primer ejemplar sale seis meses once días después del fusilamiento de Maximiliano, y en la presentación del diario se leía una proclama por demás ilustrativa de su esencial convicción:
“Hizo profesión de fe liberal y ofreció a sus coterráneos luchar, ahora en la vida pacifica que el triunfo de Juárez abría a la República, por los mejores ideales del pueblo tlacotalpeño, y de sus vecinos de la Cuenca del Papaloapan”. Pedro Lucas Malpíca Díaz dirige el bisemanario por casi dos décadas (18 años), llevando como bandera un cintillo permanente de cinco columnas: “¡Defensor Independiente de los Intereses Generales de la Costa de Sotavento!”.
El ahora considerado Decano de la prensa nacional se publicaba los jueves y domingos, conteniendo un 50% de publicidad, principalmente de las casas comerciales, navieras y de las industrias de Tlacotalpan, con anuncios también de firmas mexicanas y extranjeras, ocupando parte muy importante los itinerarios del movimiento fluvial de pasaje y carga en la ruta Veracruz, Alvarado y Tlacotalpan (puerto de altura, segundo en importancia de la costa del Golfo de México, en esa época) refiere Jorge Nieto en Razón y Palabra, una publicación electrónica editada por el Proyecto Internet del ITESM Campus Estado de México.
“Las informaciones que presentaba, en sus cuatro páginas, procedían de la ciudad de Tlacotalpan, de la región Sotaventina, del estado y del país, conteniendo información de actualidad redactadas y comentadas por corresponsales como don Andrés Sánchez del Real, que reporteaba España y Portugal y el Dr. Ciriaco Irigoyen, hombre de letras y ciencias, Caballero de la Real Orden de Isabel La Católica, Medalla de Oro del Centenario de las Cortes de Cádiz, entre otras distinciones”.
Todo este acervo histórico, más las plumas de políticos destacados que bajo pseudónimo escribían en sus páginas, se encuentra en la invaluable hemeroteca, que asombrosamente, no ha sido considerada como patrimonio histórico cultural de México.
En el relato editada por el Proyecto del ITESM Campus Estado de México, se reseña que a la muerte de Pedro Lucas Malpica Díaz, asume El Correo de Sotavento, primero su hermano Juan Malpica Díaz y posteriormente su hijo Juan Malpica Silva, de 18 años, de quien se escribió su retrato hablado:
“Joven gallardo y fino… tenia entonces, más el alma de aventura de río de Mark Twain, que la quietud de un periodista de provincia uncido al trabajo… amiguero, simpático, con esa simpatía, con ese gracejo tlacotalpeño que jamás perdió… seco, nervioso, ágil, monumental por su grandeza de periodista honesto… destacándose el comentario de Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura, quien lo vería más adelante como “la apariencia del caballero Don Quijote con el halo de la santidad”.
Cualidades que venos ahora en sus nietas y bisnietas, llevando a todo lugar la simpatía, la entereza y la lucha por un legado que no es solo de una familia periodística, sino de México.
En el marco de la historia de EL DICTAMEN se destaca uno de los sucesos extraordinarios y meritorio cuando Juan Malpica Silva se enfrenta a Victoriano Huerta para defender el derecho de los periodistas los ciudadanos y la sociedad civil
Hecho que lo llevó a prisión por motivos políticos, dentro de la temida cárcel de la fortaleza de San Juan de Ulúa. Quien intercede por él, su familia y EL DICTAMEN fue don Salvador Díaz Mirón. Amigo de Presidentes de la República, Gobernadores de Estado, intelectuales, artistas, etc.
A la muerte de Juan Malpica Silva continúa, con su legado y labor periodística, su hijo don Juan Malpica Mimendi, quien lo dirige de 1960 a 1998 y crea además (en abril de 1943) el vespertino en formato tabloide La tarde.
En la actualidad, ambos periódicos, son comandados por Bertha Rosalía Malpica Martínez de Ahued, hija, nieta y bisnieta de la dinastía de los Malpica de Tlacotalpan; acompañada de su dinastía de comunicadoras y empresarias Bertha, Karime y Elsa que en paz descanse, así como de su hermano Jorge, hijo e hija de don Jorge Ahued Dovalí y su esposa Bertha Rosalía Malpica Martínez.
Hace un año, en el 120 aniversario Beatriz Gutiérrez Müller destacó la valía de la tarea función y lucha de El dictamen. “Hoy es un día de fiesta porque el hecho de sobrevivir a dos guerras mundiales, a una Revolución Mexicana, y a otros inconvenientes, EL DICTAMEN está de pie, refirió la esposa del Presidente. al atestiguar la vigencia de más de un siglo de uno de los periódicos más independientes y liberales del país.
En el aniversario 120, Beatriz Gutiérrez Muller, inauguró la exposición del acervo histórico, cultural, literario de la hemeroteca, “120 años de historia, modernidad basada en tradición”, que resguarda como su más fino tesoro EL DICTAMEN.
Hace un año la esposa del presidente revelaba que era asidua visitante de uno de los grandes acervos históricos de México, legado de periodismo de Don Juan Malpica Silva y Don Juan Malpica Mimendi, parte de su contribución, esfuerzo y compromiso con la Libertad de expresión.
Reconocía además el trabajo de generaciones enteras, de mujeres y hombres; como la tatarabuela María de Jesús Silva, de la exitosa dirección de Bertha Rosalía Malpica Martínez, sus hijas Bertha, Elsa y Karime, Ahued Malpica, Medallas al Mérito en Comunicación 2018 otorgada por VELOA, como reconocimiento de su extraordinaria entrega y lucha para presidir y administrar al Decano de la Prensa Nacional, y como se dijo “por sostener la bandera de la verdad ante cualquier viento y marea”.
A la muerte de Pedro Lucas Malpica Díaz quedó como propietaria doña María de Jesús Silva de Malpica, quien se distinguió por sus grandes cualidades de impresora. “Tradujo los libros de enseñanza moderna de Madame Pape Carpentier, que se editaron durante muchos años en sus talleres.” (Valencia Ríos, 1977:92). María de Jesús Silva Lara, “fue hija de don Bernardo (de) Silva, gallego descendiente de nobles portugueses, quien se quitó el “de” de su apellido, en Tlacotalpan.” (Malpica Mimendi, 1990:21).
Hoy, en el 121 aniversario, en un año tóxico para la supervivencia de los medios de comunicación en el país, EL DICTAMEN no deja de librar batallas pero siempre de pie ante los embates externos o del propio gremio. La era tecnológica y el drástico cambio de la prensa con el poder, está vigente en el pensamiento de quien refirió Juan Malpica Silva en 1912.
“No hemos venido a estas columnas a vivir y a medrar a costa del estado. Ni hemos comprado este diario para sostener candidaturas y hacer campañas políticas, como maliciosamente ha dicho algún periódico local. En nuestras tareas y en nuestro juicios, seremos serenos, tranquilos, francos, y llanos; las cuestiones las trataremos conforme a nuestros conocimientos y criterios y cuando se trate de problemas especiales, consultaremos la opinión de los profesionales, en tales cuestiones, pues no somos enciclopédicos.”
Hoy, el centenario diario es liderado por la señora Bertha Malpica Martínez de Ahued, Presidenta Ejecutiva y Directora General.
Junto a su descendencia, guía las distintas etapas por las que ha atravesado el rotativo en estos 121 años de existencia, desde los tiempos de los linotipos, pasando por las prensas offset y ahora con las nuevas tecnologías, el internet y las redes sociales.
