El Estado no nos cuida

Dora Raquel Núñez

El Estado no me cuida, me cuidan mis amigas”, gritamos cada 8 de marzo por las calles. Pero qué pasa cuando las amigas son jóvenes de 18 años, con una hora de llegada, un criterio en formación y que, como muchos, caen en el no pasa nada. ¿Y si sí pasa? ¿Hasta dónde llega la responsabilidad de las amigas?

Que la adultez no nos nuble los tiempos de adolescencia. Cuando salíamos a altas horas de la noche a divertirnos, aquella vez que le mentimos a los padres para poder ir a una fiesta o que entramos sigilosamente a casa para que no notaran la hora, aunque nunca funcionaba. También las veces que nos tuvimos que ir solas en taxi, después de dejar a todas, y respirar aliviadas de que el chofer no haya cambiado la ruta.

Debanhi salió esa noche. Nadie, salvo quienes estuvieron con ella, sabe con certeza qué pasó para que terminara sola en una carretera en la madrugada; pero la única persona responsable de su desaparición es quien la perpetró.

Las autoridades cómplices, la impunidad y la revictimización en las instituciones han permitido que la violencia contra las mujeres continúe y escale al punto en que una chava de 18 años no puede salir a divertirse, y si lo hace y es violentada, sea cuestionada y juzgada.

Nos faltarían puertas para quemar si fuera una por cada víctima que no ha encontrado justicia en un Estado feminicida, incapaz -o sin la voluntad- de acabar con las redes de trata de personas que explotan a las mujeres, niñas y niños, y de juzgar a los agresores, en vez de a las víctimas que son puestas bajo los reflectores.

Ahora, la fotografía de Debanhi circula en las redes con la esperanza de encontrarla, junto con las imágenes de Glorimar López García, enfermera desaparecida hace casi dos años en Mazatlán, un caso en el que las irregularidades en las investigaciones han sido la constante; incluso las amigas Kenia Duarte y Karla García, vistas por última vez cuando iban juntas a una fiesta en Zapopan; y en estos días también empezamos a buscar a Paulina Guadalupe, Daniela, Alma Delia…

Que no se olvide: la culpa es de quien agrede y del Estado que los cuida.

Dora Raquel Núñez
Twitter: @draquelnzx