ENTRESEMANA
MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
¿Usted es cursi y le gustan las novelas de misterio y las de suspenso estilo Alfred Hitchcock? Déjeme le cuento.
La observé cerca y me cautivó. De ella se ha hablado tanto sin conocerla realmente; muchos la aluden de oídas y pocos, muy pocos, la rechazan.
Diría que la han satanizado tanto al grado de que al inicio de esta semana fue como una especie de Mata Hari pillada ausente: estuvo pero no estuvo y se escabulló como la espía que vino del Viejo Mundo y servía a intereses germanos, aunque de la que hablo tiene la singular plurinacionalidad y está más que nunca en boca de todos.
¡Caray!, el chismerío en el vecindario de los que tomaron al poder por asalto y no logran acostumbrarse a comer con manteca ni a disfrutar de los mullidos sillones de piel, los que usaban esos machuchones de la nunca ida y siempre vigente moda neoliberal que no envejece porque todos, todos es todos, los días el licenciado la mantiene juvenil con la transfusión de la mentira mañanera. El montaje, verbi gratia.
Pero, vaya, estaba con ese preámbulo antes de sentir que cual elixir de vida y previsión corría por mi dermis antes de mezclarse con mis ayeres en este físico que transita en el corredor del tercer piso y se revolcaba luego en ese trance amoroso de glóbulos rojos.
¡Ah! Vaya impresión, vaya sensación. La observé de cerca y quise imaginar cómo fue su gestación, cómo es que llegó con ese halo de vida por la vida y el volado de la suerte que haría comprender su enorme influencia perseverante para dar extensión a la vida.
La observé cerca y comprendí la causal por la que está en boca de todos tanto por su magnífica transmisión de juventud, como esa magia que vox populi cita del ratón tierno para gato viejo.
¿En serio esa prístina doncella encerrada como el genio de la lámpara de Aladino podría cumplir el deseo de vivir un poco más, un poco sin el sobresalto de las calenturas y estremecimientos y vómitos y dolores de huesos y músculos?
¿Sabe cómo se llama esa doncella repartida en millones de prisiones de cristal? Bueno, la que me tocó sentir dentro de mi piel –no deje lo asalten los malos pensamientos, ¡zape!—lleva por nombre Sputnik V, sí nombre fifí, sin duda machuchona llegada de los rumbos de los trece mares rusos.
En efecto, esta doncella es inoculada en esta etapa a integrantes de la FBI (Fuerzas Básicas del Inapam) en los centros de vacunación que, por lo menos en el que me tocó cumplir la cita para conocerla y saberme arropado por su magia vivificante contra el pinche Covid-19 que se ha llevado a varios colegas y amigos, es ejemplar.
Y disculpe que corte abruptamente la crónica rosa pero, y se lo digo con el antecedente de lo referido y previsto en este espacio el martes pasado. ¡Pero qué necesidad!, paráfrasis del filósofo de Juárez, sí, qué pinche necesidad de meterle ruido a la Campaña Nacional de Vacunación contra el más pinche virus que nos atacó cuando sufríamos los embates de la 4T con un bicho en jefe severamente dañino.
Si el ilustre canciller había superado la crisis de credibilidad por las vacunas que se compraron y no se compraron, para las que había montones de billetes verdes pero a la mera hora hasta Biden nos echó la mano para tener vacunas sin desembolsar un dólar, por qué dimensionar al grado de escándalo de lesa investidura presidencial, un asunto que pudo ser solucionado con la detención de una señora voluntaria que a todas luces no cometió un error con la vacuna que no era vacuna porque nunca estuvo en la jeringa cuya agujota sólo pinchó el brazo del adulto mayor.
Y es que, usted estará de acuerdo, no fue Televisa ni noticiario televisivo alguno ni Loret de Mola ni su servidor en www.entresemana.mx quienes viralizaron esa imagen de la vacuna que no fue vacuna. No, fue la familiar de ese señor quien subió a redes el video y se viralizó como suele ocurrir frecuentemente en estos días de la modernidad.
¿Usted sabe el nombre de la señora que no erró la vacunación porque simplemente no había vacuna alguna ni agua destilada en esa jeringa de pavorosa aguja? ¿Se contabilizó aplicada?
Aunque, disculpe la cita de este punto, la inyección no duele, quizá un poquitín la dichosa Sputnik, prístina rusa cuando ingresa a la corriente sanguínea, y menos aplicada por manos expertas de enfermeras y enfermeros que en la Arena Ciudad de México, el pasado martes 6 de abril, desplegaron un operativo de atención de primer mundo. Amables y lo que le sigue.
Por eso, por eso, ¡caray!, sólo al licenciado presidente se le ocurre desviar la atención, con eso que los avezados políticos, incluso ya los de la 4T, llaman cortina de humo, y resta brillo a los trabajadores de la salud, soldados del PLAN DN-III, enfermeras y servidores de la nación que hasta una bolista con lonche básico entregan a los recién vacunados.
¿Quién es esa señora vestida de enfermera que pinchó una vacuna que se contabilizó? ¿Habrá robo hormiga de vacunas pese a que todos los simpatizantes y militantes de Morena son honestos (90% de honestidad y 10% de experiencia ¡puro músculo de honestidad!)?
No, no, por favor no hay que ser malpensados. Peeero, ¿está en prisión la servidora de vacuna sin vacuna? Aunque, don Andrés Manuel sostiene que ahí hay gato encerrado y seguramente intereses bastardos, intereses neoliberales y conservadores, ¡amiguitos!, fabricaron este montaje.
Por eso, con carácter hasta didáctico, en la mañanera de ayer miércoles el licenciado López Obrador presentó la obra en tres actos, con preámbulo histórico y final sin final porque, como citó el clásico, se irá hasta sus últimas consecuencias –qué miedo, señor, qué miedo—en busca de la verdad y el pellejo de los responsables de esta sórdida historia de la vacuna sin vacuna, o lo que es lo mismo: la maldita herencia de los neoliberales, todos menos el licenciado Manuel Bartlett Díaz ni Mario Delgado Carrillo, el itamita que cobra como gerente del Corporativo Morena, S.A., de C.V.
“Terminando esta ceremonia, la entrega de estos premios, vamos a abordar el tema de los montajes que se realizan en los medios de información con el propósito de manipular a la opinión pública, a la gente. Se va a tratar este tema porque tenemos que avanzar en el derecho a la información, en garantizar el derecho a la información, en el que se diga la verdad, que no haya distorsiones, que no haya noticias falsas, que haya ética en el manejo de la información”, advirtió el licenciado López Obrador. ¡Arriba el telón!
PRIMER ACTO. Primer plano, el licenciado Andrés Manuel, con énfasis cita:
“Entonces, vamos a mostrar, sobre todo para que los jóvenes conozcan cómo prevalecían estas prácticas en el pasado. Sigue habiendo en las redes sociales, pero era más común que se llevaran a cabo estos montajes en los medios de comunicación convencionales y mucha gente no sabía cómo se manipulaban las informaciones, las noticias. Entonces, es interesante el que se vayan conociendo estas prácticas nefastas”.
“Vivimos un periodo que nosotros llamamos neoliberal, en donde se silenciaron a los medios de información. Los que detentaban el poder lo controlaban todo, tenían secuestrado al gobierno y tenían también el control casi absoluto de los medios de información. La mayoría de la gente no sabía lo que sucedía o se ocultaba la verdad.
“Entonces, ahora tiene que haber transparencia plena, que la vida pública sea cada vez más pública y que se garanticen todas las libertades y que no haya censura, pero que tengamos todos la posibilidad de tener información de primer orden, por eso es que vamos a dedicar la segunda parte de esta conferencia de prensa a este asunto”.
SEGUNDO ACTO: Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (no del gobierno) entra a escena: “Gracias, presidente.
“Buenos días a todos y a todos, a los colegas reporteros que nos están acompañando aquí en la conferencia matutina, a los que acaban de recibir los reconocimientos del Día Mundial de la Salud, pero sobre todo a quienes nos están viendo a través de la transmisión de la conferencia matutina.
“Vamos a hablar de un tema que durante años los que somos periodistas o comunicadores sabemos que existe, pero mucha gente no sabe que a veces lo que se observa en la pantalla televisiva, sobre todo de grandes detenciones de delincuentes o de capos del crimen organizado, o de presuntas liberaciones de secuestrados, son falsos, son mentiras, son producciones televisivas, son telemontajes.
TERCER ACTO. Entra un sujeto que se asume periodista y forma parte de los engordadores del caldo presidencial:
“Gracias, presidente. Presentes todos, buenos días. Hans Salazar, de Noticiero en Redes.
Este tema se ha tocado varias veces aquí, el tema de Israel Vallarta y por supuesto los montajes. El periodista Jenaro Villamil, aquí presente, ha mencionado otro, Frida Sofía, que fue pues toda una falsedad y acusándose a la Marina, señalando que fue quien provocó todo esto,
“Pero también está el tema de Javier Duarte y la entrevista que después fue revelado que fue igualmente acordado y pactado en ese entonces con el secretario de Gobernación, Osorio Chong, y para darle una salida por la puerta grande.
“¿Quién fue? (pregunta ñoña)
“Loret de Mola, por cierto, apodado ‘Lord Montajes’, ya es famoso por ser ‘Lord Montajes’. Así lo dicen las redes, no lo digo yo”.
TERCER ACTO. Sí, gracias, señor presidente, saluda otro sedicente periodista y propone una reforma para castigar a los perversos neoliberales que abundan en la prensa, incluso como dueños de inmundos diarios como El Universal y Reforma.
“(…) En ese sentido, mi pregunta en particular es si habría de parte de su gobierno alguna inquietud de promover alguna regulación o modificación a las leyes para convertir precisamente estas tentaciones o tendencias de modificar o de tratar de manipular a la opinión pública utilizando este tipo de manipulaciones, válgame la redundancia, precisamente para generar desconfianza. Si habría manera de que hubiera alguna regulación”.
¿Y qué cree? El licenciado presidente dijo que nada contra la libertad de expresión ni de los medios como esos canijos diarios.
¡Ah!, también participó doña Olga Sánchez Cordero, la ministra en retiro, machuchona de la 4T que se resiste a aceptar la recomendación del licenciado Andrés Manuel y sus vestidotes y sedas que adornan su cuello fifí, no las adquiere en el Mercado de Mixcalco. Pero, de pena ajena, ese acto de la secretaria de Gobernación, por rubor lo evito.
Carlos Loret de Mola, Brozo y et al opositores que Andrés Manuel asume enemigos, se defienden solos. Pero el embate del señorpresidente es contra todos los periodistas que no aplaudimos a las mañaneras ni las ocurrencias de otros personajes impresentables.
COROLARIO. Respeto y reconocimiento a la tarea de la doctora Claudia Sheinbaum en esta Operación Vacuna, El trato de lujo, lo que le sigue de amables. Me quedo con la prístina presencia de la doncella que vino allende los doce mares rusos para inyectar, virtualmente, vida a los integrantes de la FBI. Lo demás, la perversidad maldita desatada desde Palacio Nacional contra la prensa mexica tendrá su karma. Conste.
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