El Presidente de México aboga por Félix Salgado, acusado de violación.

*”Primero, poder popular y, segundo, autoridades judiciales. Si una gente comete un delito, pues se le tiene que sancionar, el ministerio público, el juez, esas son las dos vías”, concluyó.

/Redacción/

Cdmx. 08 enero 2021.- “Apenas en octubre pasado”, le recordó una reportera al Presidente López Obrador, “se pronunció a favor de que no pudieran contender a un cargo de elección popular todo aquel que haya cometido alguna agresión, algún acto de violencia contra las mujeres”.

La reportera se refería a las acusaciones de presunta violación, agresión y abuso; probabas, documentadas y denunciadas en las instancias de procuración de justicia, contra el pre candidato de MORENA a la gubernatura Félix Salgado Macedonio, por parte de dos mujeres en Guerrero.

Denuncia a la que se suma una nueva acusación de violación toda vez que una mujer en video narra como ella siendo una adolescente fue atacada por el político, habiendo testigos del hecho en 1988.

Si bien el partido de Morena, a través de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena inició en la víspera una investigación de oficio en contra de Salgado Macedonio, hay la sospecha que resolverán con tintes políticos a lo que la periodista inquirió en la conferencia matutina de AMLO si ¿sería éticamente correcto que él siguiera con esta intención de candidatearse?

El mandatario respondió que las denuncias de violación son “un asunto partidista y también producto de la temporada, hay ahora una competencia en algunos estados porque vienen elecciones; entonces, todo esto genera polémicas, acusaciones, por eso hablo que es producto de la temporada”, dijo AMLO, desestimando las denuncias.

En la conferencia mañanera soslayó que las denuncias de las mujeres presuntamente agredidas, sean de años atrás y no de esta temporada y ante la mención solo expresó: “Sí, entonces que la autoridad competente sea la que resuelva”.

“Son cosas distintas, pero yo fui acusado injustamente porque no querían que mi nombre apareciera en la boleta de la elección del 2006, me fabricaron el delito, entonces, imagínese, yo no puedo a la ligera descalificar a nadie. Que la autoridad competente resuelva y que se apeguen a la justicia”.

Insistió en que lo único que puede comenta es que cuando hay elecciones o cuando hay competencia se trata de descalificar al adversario, de una o de otra manera. Entonces, que la autoridad resuelva y que sean procesos justos.

“A mí me ha tocado ver cómo los opositores -esto, por años- quisieran que los candidatos a los que van a enfrentar sean candidatos débiles; entonces, buscan que no sean candidatos fuertes. Entonces, si hay un candidato fuerte, los eliminan”.

Argumentó que cuando dominaban los poderosos, ellos escogían los candidatos hasta de los partidos de oposición, o sea, un gobernador decidía quién iba a ser el candidato de un partido, y del otro y del otro y del otro, y claro que la mayoría eran paleros, iba uno ya con el visto bueno del gobernador, pero les estoy hablando de partidos de oposición supuestamente.

Después de dar a conocer sus tradicionales anécdotas refirió que era un asunto de partidos.

“Es mejor no meternos en eso, nada más porque me lo planteas y por respeto, pero ese es un asunto de los partidos y ojalá y se resuelvan bien las cosas, con apego a la legalidad, sin dañar a nadie. Eso es lo que opino”.

Más tarde la prensa volvería al tema “¿No sería conveniente que Félix Salgado Macedonio, por la acusación de violación que está documentada por un fiscal y que Astudillo, el gobernador, detuvo la investigación, la carpeta de investigación, que renuncie a la candidatura y que una vez que se arregle que se regrese al Senado, finalmente es un senador que está con licencia, a fin de que no se manche el movimiento, presidente?”, cuestionó un reportero, quien insistió si el costo beneficio político valdría la pena como para defender al cuestionado guerrerense.

“Pero eso sería conveniente presidente, porque la gente cree en su movimiento, los migrantes creen en su movimiento, la gente del campo cree en su movimiento, pero no cree en una figura como Félix Salgado Macedonio, que está siendo señalado por violación. Está la víctima, está la carpeta de investigación y eso mancharía sin duda alguna su movimiento que prácticamente a usted lo encumbró como presidente de la República después de tres intentos, y que además a usted y a la gente del pueblo le costó mucho”.

“Yo no coincido con tu punto de vista, desde luego que lo respeto” reiteró el inquilino de Palacio Nacional. “No me voy a meter en este tema, no quiero abordarlo. Ya dije que es producto de la temporada y de la contienda electoral, sólo voy a agregar algo” y abundó en su argumento sin estimar las acusaciones de violación.

“Tengo entendido, como ustedes seguramente, no creo que como todos, pero sí ustedes, que son mirones profesionales y en mi caso que tengo que estar informado, tengo entendido que la selección de candidatos en Guerrero y en otras partes del partido Morena se está llevando a cabo mediante encuesta, eso es lo que tengo yo entendido.
“Si en la encuesta que se elaboró, la gente, el pueblo, decide que el mejor es un ciudadano, una mujer, un hombre, ¿por qué no respetar esa decisión?

¿Entonces qué?, ¿el ciudadano es menor de edad?, ¿qué?, ¿el ciudadano no sabe si la persona es buena o es mala? Yo le tengo confianza a la gente. Si fuese una imposición, si no se le hubiese preguntado a los que se les formuló el cuestionario, entonces sí sería preocupante.

El reportero refutó, “El tema es su comportamiento. Porque no está en tela de juicio que la gente lo prefiera…”

El gobernante le atajó y abogó otra vez por el indiciado: “Sí, pero hay dos cosas, dos:Primero, el pueblo, no lo olvidemos, el pueblo manda, esa es la democracia. Si la gente dice: ‘Yo quiero a esta persona, a esta compañera, a este compañero…’”

“Es claro que se puede equivocar el pueblo, pero ¿qué?, ¿no se equivoca también el que impone, el autoritario, el cacique, el líder máximo, el presidente? Pero se usa mucho esto, es decir, con una concepción antidemocrática, porque se considera que el voto o la participación del pueblo no tiene la calidad suficiente que tiene el voto del ilustrado, del que forma parte de la clase política.

“No, no existe eso de que hay votos que cuentan y hay votos que pesan. Todos los votos son iguales y todos los ciudadanos tenemos los mismos derechos”, señaló y vino la sentencia presidencial:

“Entonces, primero, poder popular y, segundo, autoridades judiciales. Si una gente comete un delito, pues se le tiene que sancionar, el ministerio público, el juez, esas son las dos vías”, concluyó.

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