El próximo Gobernador

Sin tacto

Por Sergio González Levet

Sé que entre algunos miembros de la propia familia del Estero boquense no caerá bien lo que voy a decir, pero considero que en este momento de la historia -cuyas condiciones pueden cambiar, porque vivimos un tiempo de transformaciones- el personaje que tiene las mejores condiciones para ser el Gobernador de Veracruz en el sexenio 2024-2030, es el actual Presidente Municipal de Veracruz, Fernando Yunes Márquez.
¿Por qué? Revisemos algunas ideas y momentos.
Si las cosas siguen como ahora, lo que es muy probable dada la incapacidad manifiesta de la gente en el Gobierno, el electorado se seguirá retirando de las simpatías hacia Andrés Manuel López Obrador y hacia su partido que no es partido, sino movimiento, Morena.
Día a día el Presidente parece estar empeñado en cometer pifias que lo alejan de la confianza que depositaron en él 30 millones de electores en junio de 2018. Para muestra, tres botones:
1. El despiadado asunto del avión presidencial -que ni Obama lo tenía, porque en realidad usaba, al igual que “Trun”, dos, y más grandes-, que nos terminó costando a los contribuyentes un millón de pesos mensuales durante este año, y que ahora van a regresar porque de plano no lo pudieron vender y ahora van a hacer alguna otra burrada con el armatoste.
2. La despiadada desaparición del Seguro Popular, que acabó con lo que sí servía de este programa, como dar medicinas y tratamiento a enfermos crónicos, y fue sustituido por el Insabi, que a la fecha sólo ha producido carestía y escasez de medicamentos indispensables para mantener con vida a muchos pacientes.
3. El despiadado nacimiento del nieto del Presidente, Andrés Salomón, cuya madre, la nuera presidencial, fue a dar a luz a un lujoso hospital de Houston, cuando en México se está negando la atención debida (la atención de vida) a miles y miles de pobres del pueblo bueno y honrado.
Mientras, por su parte, el alcalde porteño sigue haciendo su tarea de manera discreta, arreglando un problema por acá, solucionando un servicio municipal por allá, consiguiendo una obra para acullá.
Discreto y atinado en su trato con la población, va ganando simpatías para su causa.
Fernando Yunes Márquez tiene el calendario político-electoral a su favor, porque terminará su administración municipal con los tiempos justos y medidos para entregar cuentas y seguir en el imaginario colectivo de los veracruzanos.
En su sangre, es cierto, corre la vorágine impetuosa de su familia, pero ha sabido domeñarla hasta el grado de que es considerado como una persona conciliadora por muchos políticos de partidos e ideologías opuestas y/o encontradas, que no verían mal su posible candidatura integradora.
Ya fue diputado local, y consiguió tener una buena actuación en la cámara al frente del panismo veracruzano.
Como Senador de la República, cumplió a cabalidad y sin escándalos la encomienda otorgada por los electores jarochos.
De la alcaldía va a salir airoso, y sabrá aprovechar el “bono democrático” a su favor, que le quedará cuando entregue la estafeta a un correligionario, o tal vez a un alcalde de oposición, lo que le daría la ventaja de poder criticar a gusto lo que no se haga bien desde la silla que él ocupó y ocupará -Dios mediante- del 1 de enero de 2018 al 31 de noviembre de 2021.
Apunte usted en su lista de probables gobernadores, si la tiene, a Fernando Yunes Márquez.
Se lo decimos a tiempo.

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