Jorge Francisco Cabral Bravo
Decía en columnas anteriores, que el desenlace de una elección importa por quien gana, pero también por quien pierde. En una democracia, en teoría, el carácter de la oposición pesa tanto como la disposición y mandato de quien accede al poder.
Casi en cuanto terminaron las celebraciones por el apretado triunfo electoral de Joe Biden sobre Donald Trump, comenzó un proceso de valoración de lo que fue su gobierno, una evaluación de su legado, de sus aciertos y desde luego, de sus errores. El lente de aumento se ha colocado sobre aquellos aspectos de la presidencia de Donald Trump relacionados con su personalidad y se ha repetido hasta el cansancio que es un hombre impulsivo, arrogante y de temperamento volcánico, que encabezó un gobierno improvisado e ineficiente.
Mas allá de esas impresiones sobre Trump que por repetitivas ya aburren, lo cierto es que su presidencia fue Hiperactiva, no solo en la atención que los medios prestaron a aspectos de su personalidad disparatada, sino también en cuanto a que la administración de Trump también tuvo aciertos y logros.
Un tema fundamental en el que no es posible regatear mérito a la administración de Trump es la creación de casi 4 millones de empleos.
También hubo un crecimiento notable de empleos creados en manufacturas. Pesar de la pandemia, la economía de Estados Unidos creció y el ingreso de las clases medias aumentó.
Un triunfo ideológico fundamental de Trump que se vincula a la agenda del Partido Republicano y a sus propuestas de campaña, fue la reforma fiscal, una de las más profundas en los últimos 30 años, que contenía cambios como la reducción de impuestos a las empresas de 35 a 21 %.
La creación de la fuerza espacial como una nueva rama de las fuerzas armadas d ellos Estados Unidos que muchos vieron en un principio como una idea descabellada y ridícula, representa en realidad un movimiento estratégico muy importante para proteger los intereses y seguridad estadounidense en el espacio, en un momento de gran expansión espacial del sector privado.
Tal vez el aspecto de la administración de Trump que más perdurará en el tiempo y que tendrá una influencia más profunda son las nominaciones que hizo de jueces del poder judicial. Trump ha nominado y logrado la confirmación de 220 jueces, tres de esos jueces de hecho, ministros de la corte suprema cambiaron literalmente su orientación ideológica, inclinando fuertemente la corte a la derecha. Logró colocar 53 jueces de cortes de apelaciones, 162 jueces de cortes de distrito y 2 jueces en la corte de comercio internacional.
Un dato relevante es que muchos de los jueces nominados y confirmados por Trump son hombres blancos jóvenes de perfil conservador, por lo que es previsible que la influencia de esos nombramientos incline muchas decisiones judiciales en temas ideologizados o partidistas hacia la derecha, y que esa influencia tenga consecuencia por mucho tiempo.
Joe Biden y Kamala Harris son ya los virtuales ganadores de la elección presidencial en los EEUU. En el sistema electoral de EU es complicado y difícil de conocer al triunfador electoral el mismo día de las elecciones. Esto se debe a las diversas modalidades del voto, el anticipado, el de correo, el presencial: que cada estado regula según sus propias normas. En algunos estados se permite voto por correo el mismo día de la elección, en otros debe ser en forma anticipada, en algunas se cuentan en cuanto van llegando, en otros hasta el día de la elección, otros tras el cierre de las urnas presenciales. Hay quienes ponen días para finalizar el cómputo del voto por correo y estas varían.
Su sistema deviene de su historia. Las 13 colonias tenían su propio gobierno, alcabalas y derechos. Fue Hamilton quien creó la teoría del Federalismo que reconocía soberanía y autonomía de las partes ante una soberanía y autonomía nacional. Así se unieron las 13 colonias y así continua el sistema, donde cada estado tiene su congreso, fija sus impuestos, decide mayoría de edad, uso de mariguana y diversos asuntos locales. La guerra civil no pudo evitarse, con el esclavismo como bandera, pero finalmente prevaleció la nación federalista.
México es diferente. Aquí es voto directo y los resultados se conocen horas después de la elección, se ratifican dos días después y tras impugnaciones que se resuelven se emite la declaratoria oficial. El presidente debe rendir protesta ante el congreso general. En 2006, por la mañana del día siguiente al electoral, se reconoció de la victoria por menos de 1 punto a favor de Felipe Calderón. Al igual que Trump, AMLO dijo que hubo fraude, al igual que Trump no presentó pruebas. Y le dolió que los mandatarios de otros países emitieran felicitaciones a Calderón cuando aún no terminaba el proceso. Por eso dice, él no emitirá felicitación a Joe Biden, no concluye el proceso aún cuando ya los mandatarios de varios países lo felicitaron.
El colmo fue que Joe Biden pidió hablar con AMLO telefónicamente a lo cual también se negó. Esta actitud que utiliza engañosamente la doctrina Estrada esconde la verdad.
Sus traumas pueden ser el motivo, pues él sigue insistiendo que ganó en 2006 y se autonombró presidente legítimo. O bien pueden existir otras razones. Su compromiso con Trump donde participó en su campaña desde los spots de su visita a la Casa Blanca, y otros compromisos que quizás desconocemos, pero que frenaron migrantes y otras acciones comerciales contra México. No creo sea prudencia, pues tras lo que publicó en su libro, contra Trump, y las acciones que en realidad tomó ya son públicas.
Trump sigue en campaña. AMLO también. Sólo que Trump no podrá caminar n por Nueva York ni otras ciudades sin ser posiblemente agredido. AMLO, pese a rechazos, aún no sobrevuela Tabasco. Una solidaridad con Trump tampoco convence porque la relación con EEUU es de mayor importancia para México y AMLO lo sabe.
Queda entonces otra posibilidad, una falsa percepción de AMLO, de que eta vía le puede traer mayores beneficios en su relación con Joe Biden, tras el fracasado apoyo a Trump.
Como se dice en los dichos mexicanos: “Se hace del pleito ratero”, es decir para liberar sus culpas, adopta una conducta de sobrevaloración para que no se note el traspié. Y poder mantener la frente en alto.
De cualquier manera, siguen los tropiezos en la 4T. Para Bartlett es de risa y es torpe la acusación del gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, sobre su actuación en el desfogue de la presa de Peñitas que causó graves inundaciones. Desde luego el gobernador lo menos que hizo fue llamarlo cínico y negligente criminal, todo ante AMLO.
Tras los avances de las mujeres en la paridad constitucional y el combate a la violencia política de género aprobados unánimemente en el Congreso, la resolución del INE para aplicar la paridad a la elección de candidatos a Gobernadores ya no le hizo gracia a AMLO ni a los partidos políticos. Y ahora recurrirán ante tribunales para que no se cumplan los lineamientos del INE, que según políticos invade funciones legislativas. El dictamen del INE contiene bases legales no solo nacionales sino de tratados internacionales firmados por México y que son obligatorios en nuestro marco jurídico.
Ciertamente los grupos de mujeres que negociaron las reformas en el congreso ya no pudieron abarcar las candidaturas de género en gubernaturas, pero con lo negociado tenían bastante, incluido el 115 constitucional, inicialmente descartado. Pero hoy es otro el foro y la discusión jurídica se dará en tribunales.
Aunque tras la inconstitucionalidad de la consulta de si se debe aplicar o no la ley a los expresidentes, uno ya no sabe realmente de la autonomía del poder judicial qué pensar.
En fin, en brece veremos qué sucede, pues no es fácil la presión de AMLO que ya había formado a sus precandidatos como super delegados, y aunque hay mujeres, no son en la cantidad que el INE requiere. Lo cierto es que poco a poco, y sin dar marcha atrás, las mujeres seguirán avanzando y sin duda hoy o mañana será una realidad en contar con más gobernadoras. Aún no se percibe cabalmente el cambio que el feminismo ha introducido al sistema político mexicano y aún tardará en cuajar.