* Un anexo: en cuatro vertientes escudriñado: nada nuevo
* Abordaje de la política de género, poco nombrada, pero si incorporada en el detalle
* En justicia para AMLO: Gobernación e Inmujeres, hacen el intento
/Sara Lovera/
SemMéxico, Cd. de México, 3 de septiembre, 2020.- En el anexo de 757 páginas del Segundo Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no se encuentra nada que no nos haya dicho antes. Los asuntos de una política de género se tratan en al menos unas 36 páginas, Seméxico sólo ha revisado bien 155.
De esas se encontró que seis están especialmente con detalles de las acciones del el Instituto Nacional de las Mujeres. Otras seis a la responsabilidad que sobre violencia contra las mujeres tiene la Secretaría de Gobernación y sólo una para explicar las estrategias enderezadas para la Covid-19. En los dos casos no hay ninguna sorpresa, no se detalla ningún resultado.
El problema del informe, para leerlo y analizarlo, es que no obstante a la ley de paridad en todo, es que está escrito en un lenguaje generalizado de lo que se llama neutro genérico, que en realidad es masculino.
En una primera revisión, por lo informado, se deduce que sí hay una política, nombrada de género, cuyo vocablo se halló en más de 500 ocasiones; se identificaron tres grandes líneas de abordaje en esta, que según la ley, es la máxima instancia de rendición de cuentas a la nación: el informe presidencial al pueblo de México, que empezará en breve a escudriñarse en el Congreso. Le llaman glosa.
La primera es que la violencia contra las mujeres, se ubica principalmente en las páginas del delito, donde no se separan las cifras entre hombres y mujeres, pero se da cuenta principalmente de acciones de capacitación en género a la policía, los militares, marinos en activo, pero, principalmente al personal administrativo, se llega al detalle de mencionar el programa de capacitación. Esto siempre en colaboración con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) e instancias de la mujer. Unas cinco mil personas. En esta parte de combate al delito, no hay un sólo dato que precise cómo es que el delito de feminicidio bajó. Se hace, como lo dijo el presidente de la República, un recuento de delitos a la baja, pero no está el de feminicidio.
También hubo capacitación para Servicio Profesional de Carrera, de la Administración Pública, cuyo resultado, así lo dice es que después de saber sobre derechos humanos e igualdad de género, ha permitido, y se precisa, la incorporación a la administración pública federal hasta de 400 mujeres más que un año atrás. En este caso las capacitaciones son exclusivamente para mujeres. Se hace puede leer que son marinos, militares y policías el blanco de esa capacitación.
La segunda cuestión importante es lo que derivó de las acciones, que todas están publicadas, por la Secretaría de Gobernación, se llega al detalle de explicar de cuánto fue la disminución de los recursos para las Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), incluso, las que están pendientes. Señala, por ejemplo, que más de 150 mujeres han pedido ayuda a los 38 Centros de Justicia para las Mujeres en el país, con datos hasta junio, cuando no había renunciado la comisionada Candelaria Ochoa.
Interesante que en este apartado hay uno largo -dos páginas- sobre mujeres afrodescendientes o mujeres indígenas. Ahí llega a abordar el embarazo en adolescentes, entre las más pobres.
La tercera vertiente del informe, antes de revisar a fondo lo de la política social, donde ni por asomo se habla de “beneficiarias”, sino que están en las generalidades de población, pueblo, los más pobres y vulnerables, es la sustanciada con el informe de las acciones del Inmujeres. En esta, por ejemplo, se utilizan hasta seis páginas para incorporar el informe que Inmujeres hizo de la consulta para construir el Programa Nacional de Igualdad; su alineamiento a los acuerdos internacionales y al foro nacional con participación de Francia, para elaborar el informe a la CEDAW, aún pendiente. Se dan cifras solamente del número de eventos y capacitaciones, mil 800 personas.
Una cuarta vertiente donde se habla de hombres y mujeres, es en el apartado sobre Covid-19. Dónde, como lo ha estado informando la Secretaría de Salud desde hace seis meses, sí se mencionan, de entre todas las personas que se infectaron, cuántas mujeres y hombres y enfatiza que son menos mujeres. De las muertes, ya ahora más de 60 mil personas, no se distinguen hombres y mujeres. Si habla de tres campañas para evitar la violencia en la familia o la pareja, y también de la difusión que ésta tuvo. No habla de las llamadas de auxilio.
Llama la atención que, a diferencia del informe de hace un año, donde se decía ellas y ellos, por ejemplo, esta vez el informe habla de personas, personas recibieron, personas fueron empleadas, etcétera. Las personas que recibieron capacitación, por ejemplo, en pesca.
La indiferenciación, seguramente oculta las acciones sociales y los proyectos esenciales de esta administración, donde han sido consideradas las mujeres. Un análisis a fondo, podría darnos otros datos.