*Frecuentemente la zona es foco rojo y ni capufe ni autoridades estatales y menos federales resguardan la seguridad de viajeros.
05.04.2024 Veracruz.- El obispo de la Diócesis de Orizaba, Monseñor Eduardo Cervantes Merino, junto con dos sacerdotes, se convirtieron en víctimas de un asalto masivo perpetrado por un grupo de delincuentes con armas largas.
El incidente, ocurrido en el municipio de San José Cuyachapa, Puebla, ha dejado -de nueva cuenta- al descubierto la vulnerabilidad de quienes transitan por una de las principales vías de comunicación del país.
Según los reportes de los asaltados, la densa neblina los dejó varados y los delincuentes aprovecharon la situación para perpetrar su asalto.
El grupo delictivo conformado por al menos ocho individuos armados con distintos tipos de armas detuvieron varios vehículos, entre ellos el que transportaba al obispo Cervantes Merino y a los dos sacerdotes.
Sujetos utilizaron la larga fila a la caseta para asaltar tanto a transportistas como a conductores particulares, usuarios denunciaron que estas son acciones comunes en dicha carretera.
En un acto artero de violencia y despojo, que llevan a cabo de manera recurrente en total impunidad, los delincuentes arrebataron pertenencias personales, incluida una insignia episcopal de oro, símbolo de la investidura eclesiástica del obispo.
En la fila había una fila larga de vehículos para comenzar a asaltar tanto a transportistas como a conductores particulares, e incluso, hay reportes de que a algunos les rompieron el cristal, debido a que se resistieron a ser asaltados.
Asimismo se indicó que a otros afectados quienes se opusieron, fueron golpeados y los terminaron despojando de dinero en efectivo, teléfonos celulares y otros objetos de valor.
Por su parte, transportistas también fueron afectados, ya que los obligaron a descender de sus unidades, y darles parte de la carga que llevaban, como electrodomésticos y mercancía diversa.
La escasa presencia policial en la zona ha sido señalada como un factor que facilita la acción de los delincuentes, quienes encuentran en la impunidad el terreno propicio para cometer sus fechorías.
Tras la denuncia de las víctimas las autoridades al fin pusieron en marcha un dispositivo de seguridad en un intento por capturar a los perpetradores, pero como es de suponerse no hay un solo detenido.
Por parte de Puebla, el Secretario de Gobierno Javier Aquino Limón, confirmó que además del vehículo del clero, otros cinco automóviles y dos tractocamiones fueron asaltados en la misma acción delictiva.
La reacción de la comunidad episcopal en Orizaba ante el atraco al obispo y los sacerdotes ante este atroz acto de violencia no se hizo esperar.
En un comunicado, instaron a la comunidad a orar por aquellos que causan sufrimiento, al tiempo que exigieron a las autoridades tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad de todos los usuarios de la autopista.
Asimismo, hicieron un llamado a la reconstrucción del tejido social, enfatizando la necesidad de trabajar en conjunto para erradicar la violencia que azota al país.
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