En riesgo, la reelección de Trump

El Caldero político.

ANABELLA PEZET.

El 28 de agosto de 1963, Martin Luther King, pronunció unos de los discursos más famosos y analizados, en toda la historia de la humanidad. Justo ahora estoy estudiando cada palabra, cada frase, en un curso gratuito que me inscribí durante la pandemia, sobre retórica, en la Universidad de Harvard.

Han pasado 57 años, desde entonces, y los “negros”, como bien lo decía Luther King, todavía no son libres. Y cito textual un pasaje: “Cien años después, la vida del negro está todavía paralizada por las esposas y las cadenas de segregación. Cien años después, el negro vive en una solitaria isla de pobreza, en medio de un vasto océano de prosperidad material. Cien años después el negro todavía languidece en un rincón de la sociedad americana y se halla exiliado en su propia tierra. Así que hemos venido hasta aquí hoy para dramatizar su vergonzosa condición”.

La promesa de libertad e igualdad para los negros sigue pendiente. Los padres de la Constitución de los Estados Unidos Americanos prometieron que todos los negros, al igual que los blancos, tendrían un derecho heredable a la vida, la libertad y la felicidad. Sin embargo, 157 años después, los negros siguen siendo oprimidos, en muchas partes, repudiados.

El sueño que algún día tuvo Martin Luther King todavía no se alcanza, y pareciera que el presidente Donald Trump no está muy preocupado por cumplir la promesa mandatada por los constituyentes. Incluso, su llegada a la presidencia y su discurso segregacionista ha fomentado el racismo y la supremacía blanca.

El asesinato del negro George Floyd, a manos de cuatro policías blancos, y en especial del policía Derek Chauvin alcanzó el summit de ese discurso divisorio, el pasado 25 de mayo. Las imágenes del agente poniendo su rodilla sobre el cuello de Floyd, recorrieron el mundo, causándole la muerte. La indignación total y el clamor hacia la justicia no fueron escuchados por la autoridad. Lo anterior provocó una inmediata reacción y protesta civil, no sólo en Mineápolis, ciudad donde ocurrió el suceso, sino que también se extendió a Los Ángeles y Nueva York.

La gente se volcó a las calles a incendiar edificios, a quemar tiendas y a saquear comercios, ante la respuesta pasiva del gobierno por no arrestar al policía y presentar cargos por el delito de homicidio. Tardaron cuatro días en aprehenderlo, después de los disturbios que amenazaban por extenderse a todo el país.

Mientras tanto, el presidente Trump publicaba en su cuenta de Twitter, un mensaje amenazando a los cientos de manifestantes con el uso de la fuerza, e incluso con las balas, si seguían los saqueos. Al tiempo que el alcalde Jacob Frey de Mineápolis lanzaba un toque de queda, incluyendo a la prensa, so pena de quien incumpla la orden, sería arrestado por 90 días y una multa de mil dólares.

Los reclamos del mensaje de Trump no se hicieron esperar, y figuras del medio artístico, como la cantante Taylor Swift, acusaron al presidente de avivar el supremacismo y racismo. “Te echaremos en noviembre”, afirmó la cantante.

Mientras que en el sitio Real Clear Politics, todas las encuestas reflejan un crecimiento de Joe Biden, candidato demócrata a las elecciones presidenciales de noviembre. La ventaja va entre uno y ocho puntos. Mientras que en estados como Nueva York, Biden avantaja hasta 25 puntos.

En el mismo sitio se puede analizar una encuesta publicada por Rasmussen Reports, donde la aprobación del gobierno de Donald Trump se mantiene en un 46 por ciento.

La crisis del coronavirus, el estallido social provocado por la muerte de Floyd, el crecimiento del desempleo, adicional a cualquier crisis económica sistémica que pudiera darse en los Estados Unidos, como la posible quiebra de un banco, se mantienen hoy como temas prioritarios en la agenda para la posible reelección del presidente Donald Trump.

Faltan seis meses para las elecciones en nuestro país vecino y el panorama se le complica al magnate. La agenda del racismo y la justicia social no habían estado tan presentes. Ya lo decía Martin Luther King: “Nosotros nunca estaremos satisfechos mientras el negro sea la víctima de los indecibles horrores de la brutalidad policial”. Hoy más que nunca su discurso vuelve a encarnarse, y junto con otros factores, podrían ser la punta de lanza para que el Partido Demócrata regrese a la Casa Blanca.