ENGAÑO PRESIDENCIAL.

VLADIMIR GALEANA SOLÓRZANO

SIN PUNTO Y COMA

 EMPTY

Hasta ahora lo que más ha mostrado y demostrado el Presidente de la República,

 Andrés Manuel López Obrador, es que al igual que siempre la mentira seguirá siendo parte de su identidad y la perversion uno de sus más caros anhelos. Y no se trata de denostar a quien por ahora conduce los destinos de este país, pero sí de algo podemos tener la seguridad es de que ha podido engañar a muchos, minimizar exitosamente a sus múltiples adversarios, y mantenerse en el escenario político como uno de los hombres más exitosos de la historia política del país.

Con esto quiero decir que pese a que se habla de su nula capacidad mental cuando está frente a público, lo que en realidad hace todos los días es un impecable ejercicio de comunicación tendiente a sembrar en la mente de los mexicanos sus ideas acerca de lo que debe significar el ejercicio gubernamental, lo que requieren los mexicanos de todas las regiones del país, y lo que tiene pensado resolver para generar condiciones adecuadas de solvencia económica para los más de ciento veinte millones de habitantes de este país.

Para decirlo de otra manera, si alguien se ha especializado para la manipulación de las masas es el ahora Presidente de la Republica, pero eso no quiere decir que sea un sobredotado o que pueda resolver todos los problemas de los mexicanos, porque una cosa es la promesa fácil vertida en la plaza pública como siempre lo ha hecho, y otros los esfuerzos que se tienen que realizar para alcanzar realidades tangibles que alivien los agobios de más de ciento veinte millones de hombres y mujeres en este país.

En su persistencia para seguir engañando a los mexicanos mediante un montaje de esperanza, Andrés Manuel López Obrador compro el primer boleto de la Lotería Nacional con la que se rifará el tan mencionado avión presidencial. Para realizar un engaño de esta magnitud se requieren muchos personas cuyas ambiciones  sean alcanzar la riqueza sin tener que trabajar, o a través de un golpe de suerte. A eso se le llama esperanza, y si alguien ha sido especialista en sembrarla entre los mexicanos, es el ahora Presidente de la Republica, quien ha invertido mucho en ello, aunque nunca un peso haya salido de sus bolsillos.

Pero también hay que señalar que pese a todo lo que se diga, ha sido un mago de las finanzas, porque nunca se ha puesto al descubierto de donde han salido los fondos para organizar concentraciones en cada uno de los rincones del país, y para eso se requiere mucho capital. ¿De donde salió el dinero? muchos de ellos de las propias arcas gubernamentales, y otros provenientes de los bolsillos de quienes antagonizan a las estructuras gubernamentales, como quedo demostrado con la liberación de Ovidio Guzman.

No nos hagamos tontos, sin la ayuda de las grandes empresas de la droga de este Continente, nunca hubiera alcanzado el poder. De ahí ese comportamiento errático cuando el Ejército Mexicano apresó al hijo del Chapo Guzmán y ahora Jefe del Cartel de Sinaloa, quizá el más poderoso y rico del mundo. El mayor traficante de la hoja de Coca, Evo Morales, fue rescatado por el propio Mandatario Mexicano para evitar perder el negocio que los llevó al poder. Los hechos son públicos, y la historia reciente no puede negarse. La pregunta es: ¿La Guardia Nacional también está involucrada? Porque hasta ahora el Ejército Mexicano y la Marina Armada de México han sido pilares fundamentales de este país. Al tiempo. Vladimir.galeana@gmail.com