** Zurda
/ Ruth Zavaleta /
Mahsa Jina Amini fue el nombre que llevó en vida la joven de 22 años que fue detenida por la Gasht-e Ershad o Policía de la Moral de la República Islámica de Irán por llevar el hiyab (velo que cubre la cabeza y el pecho que las mujeres musulmanas) de forma inapropiada. Después de su detención fue llevada a un “centro de corrección”, en donde presuntamente recibió una golpiza que le generó la muerte. La policía de la moral es una institución que supervisa que los ciudadanos cumplan con las reglas que dicta el Código Penal Islámico, incluyendo las del vestuario y la moralidad.
El criminal hecho motivó la indignación y repudio de miles de personas que, desde el 16 de septiembre, que fue el sepelio de Jina Amini, salieron a las calles a protestar. Como respuesta, el gobierno de ese país, detuvo a varias docenas de personas y las ha sentenciado a muerte.
Ante esta circunstancia, cientos de colectivos, organizaciones civiles y líderes mundiales han alzado la voz para difundir lo que está sucediendo en ese país. Entre las acciones que se están impulsando, se encuentra la Carta abierta de mujeres líderes del mundo (puedes firmar en: https://www.womanlifefreedom.today/), para solicitar a los Estados miembros de la ONU a atender el llamado de las mujeres iraníes y, el 14 de diciembre, en Nueva York, en la reunión especial con los estados miembros del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) voten a favor del resolutivo para retirar a la República Islámica de Irán de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer.
Esta petición se está realizando porque, por increíble que parezca, la República Islámica fue vergonzosamente elegida miembro de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que es el principal organismo de derechos de la mujer de la ONU. ¿Cómo pudo suceder algo así? No se comprende por qué Irán ocupa el lugar 143 entre 146 países en el índice global de brecha de género, pero la votación secreta de 54 naciones de la ONU en el ECOSOC, le favoreció para que fuera miembro de esa importante comisión (43 votos) a partir de marzo de 2022 y durante los siguientes cuatro años. Como parte de sus tareas, está la de “promover los derechos de las mujeres, documentar la realidad de la vida de las mujeres en todo el mundo y dar forma a estándares globales sobre igualdad de género y el empoderamiento de la mujer”.
De esta forma, y ante los terribles acontecimientos expuestos, lideres como Christine Lagarde (líder económica y política de Francia), Kim Campbell (exprimer ministra de Canadá), Hillary Rodham Clinton (Exsecretaria de Estado de EU), Shirin Ebadi (Premio Nobel de la Paz, 2004), Leymah Gbowee (Premio Nobel de la Paz, 2011) Malala Yousafzai (Premio Nobel de la Paz, 2014), Nadia Murad (Premio Nobel de la Paz, 2018), Jacinda Ardern (primera ministra, Nueva Zelanda); Alyse Nelson (presidenta de Vital Voices) Michelle Obama (exprimera dama de EU), entre muchas otras mujeres, han lanzado esta petición mediante una carta en donde se advierte que, no hay precedente para expulsar a algún miembro de esa comisión, pero que siempre hay una primera vez. Además, si existen precedentes de suspensión de Estados miembros en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, por ejemplo, “la acción tomada con Libia en 2011 y con Rusia en 2022”.
Cabe precisar que México es uno de los diez miembros de Estados de América Latina y el Caribe en el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la ONU, por lo que, seguramente, fiel al principio de impulsar la igualdad de género y la no violencia contra las mujeres, el 14 de diciembre, la Cancillería, encabezada por Marcelo Ebrard, votará a favor del resolutivo, porque con esa acción, México estará condenando la violencia contra Mahsa Jina Amini y contra las mujeres en el mundo.