*Saxofonista acusa de dilación de la asistencia de justicia, continúan los obstáculos para castigar a los agresores.
*Congreso local exhortan a la Fiscalía Estado y al Tribunal de Justicia para que implementen los mecanismos necesarios y castigar a los agresores.
Patricia Briseño
SemMéxico. OAXACA, Oax.10 de septiembre 2020.- A un año del ataque que sufrió con ácido sulfúrico en el rostro y el cuerpo, por parte de un desconocido quien con engaños consiguió ingresar a su casa en Huajuapan de León, Oaxaca, María Elena Ríos Ortiz acusó dilación de la asistencia de justicia, además de que continúan los obstáculos para castigar a los agresores.
La joven saxofonista refirió que la Fiscalía General del Estado únicamente actúa cuando existe presión mediática, pero cuando no “se esfuman”, y tampoco le toman la llamada.
En diciembre pasado, luego de tres meses del ataque, después de un largo peregrinar, por presión mediática su familia consiguió el traslado de María Elena del hospital general “Aurelio Valdivieso”, de los servicios de salud de Oaxaca, al Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), en la Ciudad de México, donde fue posible su rehabilitación paulatina.
Con el apoyo de organizaciones de derechos humanos y colectivas feministas, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) se vio obligada a recular y reconfiguró el delito de “heridas” que sanan en 15 días, a intento de feminicidio contra la saxofonista y comunicóloga.
En ese mismo mes son detenidos los albañiles Ponciano H., (padre) y Rubicel H., (hijo), respectivamente, por el delito de feminicidio en grado de tentativa en contra de la joven ejecutante. El Juez de Control los vinculó a proceso por su participación en la autoría material del ataque.
El uno de abril de 2020, elementos de Policía Estatal detienen a Rubén L., “Charrez”, tercer implicado en el ataque con ácido sulfúrico a la saxofonista. Posteriormente, el seis de abril, Juan Antonio Vera Carrizal, presunto autor intelectual del intento de feminicidio por rociar ácido a María Elena se entregó por su propia voluntad ante la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, aún está prófugo el hijo de este, coparticipe de la autoría intelectual del intento de feminicidio.
“Afortunadamente vivo para contarlo”, expresó la joven saxofonista, durante la audición virtual de su trabajo como profesional y ejecutante de este instrumento. Ella fue una de las ganadoras del certamen CurArte, una iniciativa de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta), que surgió con el objetivo de brindar incentivos económicos a artistas de distintas disciplinas durante la contingencia por el COVID-19.
En junio pasado, María Elena se dirigió a los internautas en confinamiento de manera sencilla y didáctica en un primer acercamiento a la historia del saxofón, y ejecutó en solitario algunas piezas clásicas y populares.
De su lado, integrantes de la Comisión de Justicia del congreso local, exigieron a los órganos de procuración de justicia sanciones ejemplares contra los responsables.
El documento dirigido hacia la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) y al Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), exhortaron a los titulares de estos órganos para que instruyan al agente del ministerio público encargado de la investigación complementaria, para que implemente los mecanismos necesarios para allegarse de todos los datos, medios de prueba y evidencias necesarias para evitar vicios en dicha investigación y de existir estos los corrija, a efecto de contar con los elementos suficientes al momento de formular la acusación con alegatos contundentes de imputación, en los que se considere correctamente los grados de autoría y participación de los detenidos.