Escrito por Arantza Díaz .
23.03.2025. /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- «Si son las formas venimos decididas a tomar las calles yo no vine a preguntarles»; cantan las Fokin Biches en «Perras». Esta vez, no sólo vienen a tomar las calles, sino también la Casa del Lago en el Bosque de Chapultepec, un espacio que promete no sólo ser un faro de catarsis, sino además, su paso por acá. implica una postura política donde escuchar música producida y creada por mujeres representa una erosión al sistema.
En entrevista, la vocalista de las Fokin Biches, Fernanza Dztor B, cuenta su experiencia por el paso por la industria, algunos apuntes sobre la violencia, la creación de la música y la urgente necesidad que tenemos de cuestionar el contenido que consumimos, lo que encauza a una primera verdad: ¿Por qué las mujeres en el punk que nombran el patriarcado resultan incómodas?
Y es que, el anuncio de las Fokin Biches no cayó bien a todos los sectores capitalinos; aunque el apoyo era latente, la incomodidad que causaron también se tradujo en violencia digital que ponía en tela de juicio su participación en este recinto cultural, forzando a la agrupación, a dar una contestación en sus redes sociales. Una contra respuesta con humor que sólo representaba que el avance de Las Fokin Biches era imparable.
Dztor B, narra en entrevista que, fue mientras estaban ensayando cuando comenzaron a buscarla sus amistades enviándole las ligas de los comentarios violentos que estaban cayendo sobre la banda y sus integrantes. Cuando se les promocionó en una página de gran alcance como «música contra el patriarcado», las redes se sacudieron y es que, no hay verdad oculta en referir que la palabra «patriarcado» puede perturbar y desencajar.
«Nosotras entendemos que eso es falta de educación un poco porque, cuando se nos promocionó contra el patriarcado, asumieron que estábamos en contra de los hombres lo cual no estamos. Entonces, es clara la falta de educación. Yo en lo personal soy muy sensible y cuando me enteré cuando muchos amigos mandaron el link, leí los comentarios, pensé: No quiero ver nada. Las demás, no tanto, nada más les daba risa, incluso estábamos juntas ensayando cuando nos avisaron. Ya después hicimos un reel burlándonos de eso también, son los comentarios cantados», cuenta Dztor B.
Como todo inicio en la música, fue truculento, sin embargo, la vocalista recuerda que si bien se han encontrado con personas extraordinarias que las han apoyado, también se han plantado ante la violencia, particularmente, en el inicio de la agrupación cuando Dztor B recuerda que la gente era particularmente agresiva con ellas. Con el paso de los años, se redujeron estas muestras de agresiones, hasta hace unos días cuando reventaron las redes con su anuncio en la Casa del Lago.
«Algo que rescato es que no sólo viene la violencia de los hombres, sino de mujeres, algo que me desanima mucho que las chicas nos digan cosas, pero como decimos, sabemos que es algo sistémico y que esperemos se pueda ir cambiando. Todo es prejuicios, falta de información y asumir cosas que no son del movimiento feminista y eso desvirtúa un poco lo que es, pero bueno, tampoco interfiere en que ya no hagamos cosas, seguiremos haciendo música. «
El inicio de las Fokin Biches y una guía para empezar a escucharlas
Con casi 15 años de trayectoria en la música, Dztor B empezó a cantar en la banda a sus 17 años luego de la salida de la anterior vocalista. En una movida que estaba fuera de los planes, fue ella quien terminó quedando al frente de la agrupación, un hecho que la desestabilizó en su momento, pues recuerda que no le gustaba su voz y tampoco lo que implicaba cantar; lo suyo, era la guitarra y el metal.
«[Yo] era como un reemplazo y como primero encontré gutarrista yo me quedé, según, cantando, luego las chicas de las bandas me dijeron que me quedara con la voz. Yo no tenía nada de educación vocal, no me gustaba mi voz, ni nada, pero era como un «en lo mientras», me metí a clases y ahora me gusta un poquito más. Y sobre el punk, extrañamente yo no lo escuchaba mucho, a esa edad oía más metal. Con las demás terminamos haciendo una mezcla de todo; la banda es una mezcla de muchas cosas que nos gustan a todas.»
Y es que, aunque parezca que la banda oscila estrechamente entre el punk, la realidad es que las Fokin Biches han desarrollado y perfeccionado un sinfín de mezclas con distintos géneros como el jazz, el post punk y hasta norteñas. Evidencia de esto, se encuentra en «Lo que esperabas» donde se les ve con botas y tejanas mezclando música norteña; en Alza la Voz se dan unos guiños a la música urbana y en K.O.S -último lanzamiento-, las líneas van del jazz, al ambiental y el post punk.
Con ello, las Fokin Biches replantean su lugar en la música y se convierten en una de las propuestas más ambiciosas de la escena del país. Detrás de cada canción se deja un pedacito de cada una, se denuncian historias, se le canta a la derrocación del sistema y se hacen odas a las madres buscadoras, defensoras, periodistas y luchadoras sociales. Para empezarlas a escuchar, la vocalista comparte que es K.O.S, Somos y Alza la Voz, las tres indispensables en el repertorio.
Pero más allá de estas 3 indispensables, también se ocultan 2 que Dztor B guarda bien adentro de sí; canciones que la trastocan y que forman una parte indispensable de la identidad de las Fokin Biches.
«He llorado mucho con Alicia y Lo que esperabas, son las que más me llegan. La que esperabas se la hice a mis papás, cuando la hice, no me hablaba con ellos y justo me alejé de ellos porque teníamos ideas distintas; yo quería seguir con la banda y para ellos era una pérdida de tiempo. Estuvimos como un año sin hablarnos y de esto habla, de no ser lo que otros esperan de ti; de sentirte fracasada por no ser lo que esperan de ti.»
La segunda en el radar es «Alicia», una de las primeras canciones lanzadas por la banda hace más de una década cuando tenían aproximadamente 16 años. Nace del álbum «Relatos siniestros sólo para dementes» que pretendió ser un compendio de distintas historias que narraban el horror de la violencia, entre ellas el feminicidio.
«Alicia» nace en un contexto de profunda violencia en México, en un sexenio calderonista donde el fenómeno de los feminicidios en Juárez estaba latente que había reproducido una cruenta normalización de estos hechos. Dztor B cuenta en entrevista que, en aquel entonces, la banda ni siquiera utilizaba el término feminicidio y poco se hablaba de la violencia estructural de lo que ello representaba.
«Alicia, que habla de un feminicidio y esa me pega mucho tocarla por ejemplo cuando vamos a eventos feministas donde hay mujeres que han perdido a sus hijas, hermanas, primas, amigas a causa de esto. Me pesa mucho tocarla frente a ellas, porque la canción relata eso; una mujer que persiguen, acosan y asesinan. Lo normalizamos, pasaba todo lo de las muertas de Juárez y más allá de una protesta lo normalizamos, cuando nos dimos cuenta de esto, pensamos, estábamos bien mal, teníamos 16 años y entonces, cantarlo con personas que lo han sufrido pega mucho»<
Por supuesto, Alicia, que nació desde un contexto de adolescencia y violencia, terminó por convertirse en una redirección completa. La letra se modificó en vivo y lo que empezó como una historia de terror para estas 4 amigas, terminó por convertirse en uno de los himnos políticos más poderosos de las Fokin Biches que hoy, cantan en espacios feministas para acuerpar a las madres y víctimas indirectas del feminicidio.
Allá afuera, en la escena mexicana e hispanohablante, existe un sinfín de grupos de mujeres que hacen lo posible por resistir; por resistir a los mandatos del rol de género, que se aferran a perseguir sus sueños en la música y luchan contra la violencia, el acoso y/o hostigamiento de corte sexual. De esto deviene el discurso de que, escuchar música de mujeres, constituye una postura política donde se enriquecen las propuestas, pero también, se tiran abajo los discursos de misoginia que pretenden echar a las mujeres de los escenarios, de los foros y las salas de producción.
«Hay un montón de chicas [haciendo música] y creo que es muy, muy importante cambiar los consumos, siempre estoy hablando con la gente de cómo apoyar la escena y es cuidando lo que consumimos, porque mucha de la música en tendencia, termina siendo misógina o promoviendo el odio que nosotras vivimos. Y también nos pasa que, nada más nos buscan para tocar en marzo, nuestros números aumentan un montón y después bajan, entonces, le digo a la gente que se debe hacer un hábito consumir cosas de morras, no solamente del mes de marzo.»
De acuerdo con la organización internacional Women in Music, el 70% de las personas que trabajan en esta industria son hombres y un 30% son mujeres. Además, sólo 1 de cada 10 discográficas tiene como propietaria a una mujer, en Canadá las productoras son un 6%, mientras que el registro más alto de productoras habita en Europa con apenas un 20%.
Women in Music también advierte que en el periodo de tiempo 2012-2017, sólo 2 de las 600 canciones más populares son interpretadas por mujeres y el 12% fue compuesta por una.
No existen registros particulares sobre cuántas mujeres en la industria musical mexicana existen, en dónde están empleadas mayormente y qué porcentaje representan, sin embargo, sí se puede poner como base un fenómeno preocupante: Las mujeres nunca han ocupado un 50% en los festivales de música.
Sólo basta con mirar que el festival más «paritario» se dio con el Corona Capital del 2019, cuando se presentaron 22 espectáculos femeninos de 54 actos totales. Es decir, las mujeres representaron el 40% y esto, sin mencionar que casi ninguna de ellas encabezaba el festival (headliner).
Entre prejuicios sociales y una industria sofocante, escuchar el trabajo de las compositoras, cantantes, instrumentistas y productoras se vuelve no sólo una necesidad, sino, además, la posibilidad de vindicarnos en el mundo.
¿Y por dónde empezar? Dztor B comparte en entrevista su listado personal de grupos de mujeres para agregar a nuestras playlist.
- Bloody Benders
- Tefy Clouds
- Margaritas Podridas
- Muérete tú
- Las embrujadas
- Pizarnikas
- Tomar Control
- Sin Pudor
- Las Dianas
- Vondré
