FORTALECER ACTITUD POSITIVA, REALISTA Y OBJETIVA.

Mutatis mutandis.

Por Rafael Arias Hernández.

El cambio se hace presente, a una velocidad e intensidad que trastorna y confunde, que extiende, intensifica y profundiza sus alcances.
Lo que se experimenta, no es un cambio cualquiera, superficial y pasajero; como el gubernamental, abundante en mensajes y discursos oficiales que, con frecuencia, usan y abusan, de la opacidad y del lenguaje placebo, del todo va bien y vendrá mejor.
El cambio de hoy se acumula a otros existentes, pone en evidencia virtudes y defectos, errores y horrores, de ayer, hoy y siempre. Entenderlo, demanda conocerlo.
Sin duda, apreciarlo y aprovecharlo, exige a quienes gobiernan simultáneamente honestidad, responsabilidad, capacidad y efectividad; y a ciudadanos y sociedad, simplemente gobernar al gobierno, exigiéndole transparencia y rendición de cuentas, verdaderas y permanentes.
Empezando, por fortalecer una actitud positiva, más realista y objetiva que exija a todos, hechos y resultados positivos.
La metamorfosis de la realidad, más allá de colores y partidos políticos, desnuda la justificada falta de credibilidad y confianza en muchos gobernantes, funcionarios y servidores públicos, que simplemente, una y otra vez prueban y comprueban, que no sirven y se caracterizan por ser parásitos, ineptos y corruptos, protegidos y alentados por complicidad, interés personal, familiar o de grupo.
La evolución o mutación actual, no es como algunos conocidos y repetidos cambios que, en pocos casos dan buenos resultados, y que toman su tiempo para ajustar nuevas condiciones y conformar otras situaciones.
Tampoco se reduce a la anunciada y publicitada transformación, que trata, desde el gobierno, conformar su propia historia y que, más allá de reconocidos intentos, ha sido limitada y rebasada por la realidad.
Por lo pronto, la presencia y veloz multiplicación y afectación de un virus, trae al planeta en una crisis de salud que, además de dañar a los infectados y de sacrificar a muchos, afecta también, en muchas formas, a toda la población. Reclamándose justamente: ¿ la salud y la vida humana no son prioritarias?
¿Es posible atender, con servicios públicos de salud insuficientes y limitados, deficientes o debilitados? ¿Con gran parte de gobiernos en crisis financiera y administrativa, afectados por ineficiencia y delincuencia gubernamental?
Importante señalar, que además del insuficiente sistema de salud, otras conocidas y persistentes afectaciones, facilitan y generan crisis, como la económica, la de finanzas y administración públicas que, entre otras, se manifiestan y reclaman ser entendidas y atendidas, bien y de inmediato.
Imposible ocultar lo inocultable. Las crisis como la económica, han y están cambiando rápidamente, la situación actual. Décadas de relativa estabilidad han terminado; y, además, por si fuera poco, la globalización muestra otros aspectos y alcances propios, poco apreciados o incomprendidos, tanto en su importancia, como en sus consecuencias.
Diagnósticos, análisis y pronósticos actualizados, y pendientes de hacer. Imprescindible conocer los problemas, no negarlos, minimizarlos o manipularlos.
En fin. Por lo pronto. Tiempos de renovar actitudes; de pensar y razonar lo que se quiere y debe hacer, o evitar. Tiempos de diálogo, entendimiento y unificación de esfuerzos.
Fundamental, entender y atender más, a los demás. Pasar del yo, al nosotros y al los otros. Comunicarnos e identificarnos, frente a la realidad.
Preciso evitar posiciones extremistas. No radicalizar, o polarizar. Ni favorecer o apoyar, la apología del enfrentamiento o descalificación a ultranza. Tampoco favorecer y permitir servilismo y abyección, pasividad y desinterés.
Tener presente, que la democracia es un proceso continuo y variable, que exige consolidaciones, actualizaciones, innovaciones o sustituciones. Cualquier modificación, alteración o reforma consensada, es sólo una etapa más.
Para seguir avanzando hacia otras etapas superiores, habrá que fomentar el desarrollo de una nueva cultura política de la legitimación, basada en más y mejor participación y evaluación ciudadana y social, permanentes; una cultura de legalidad, que en verdad, obligue a todos a cumplir y hacer cumplir la ley, y evite voluntarismo y componenda, improvisación y discrecionalidad; una cultura que valore, en todo momento, tanto honestidad y responsabilidad, como capacidad y efectividad, basados en evaluación real de hechos y resultados del trabajo realizado; una cultura de respeto y tolerancia, en constante mejoramiento en su capacidad de análisis, diálogo, discusión y suscripción de acuerdos.
En fin. Análisis objetivo y comprobable, actual y preventivo.
Razonamiento incluyente y crítica propositiva, deben darse en un clima de garantía a derechos y libertades, de diálogo y comunicación democrática en pluralidad y diversidad; de debate público libre, orientado a lograr y consolidar, acuerdos y cambios institucionales.
Insistir, en todo momento, que se debe partir del respeto y colaboración de las organizaciones políticas y civiles existentes; y, sobre todo, de la imprescindible participación y evaluación ciudadana y social.
EL ESFUERZO CONTINUA.
Todo hecho social nos incumbe. En la democracia se compite, se desarrolla una permanente contienda entre puntos de vista, ideologías y principios diferentes. Todos estos elementos y otros más, en constante movimiento, caracterizan la realidad política y social. Por eso nunca termina el esfuerzo por persuadir, por convencer, para cambiar y para ser mejores. La nueva cultura parte del deber de participar dentro de la revolución de nuestro tiempo.
A nuestro ritmo y manera, con limitaciones y problemas, debemos persistir y llevar a cabo, el cambio pacífico y democrático.
No hay retorno al pasado. Hay que inventar nuestra propia ruta y la forma de transitar por ella. No rechazar por rechazar ni aceptar ciegamente.
La democracia no es el todo o la nada. Hay que avanzar, incluir y perfeccionar cada paso viable y pertinente. Participar constructivamente y no descalificar o rechazar sin antes valorar y evaluar, dialogar o debatir con razones, argumentos y propuestas. Se trata de unir voluntades libres, de concatenar esfuerzos, formar consensos y no de eliminar oponentes. Tolerancia, pluralismo y concertación, no dogmatismo ni cerrazón.
Obligatorio para todos, propiciar el cambio pacífica y democráticamente. Pensar en nosotros y en los otros.
Entender y atender lo importante y urgente: seguridad, salud, economía, educación y más.
Para asegurar buenos resultados, muchos aspectos importantes exigen atención inmediata y capaz. No simulación y distracción.
Renovar actitud positiva. Participar y evaluar, para gobernar al gobierno.

-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH

!Integrate al comercio electrónico¡ Estrategias en la Nube
!Integrate al comercio electrónico¡ Estrategias en la Nube
!Integrate al comercio electrónico¡ Estrategias en la Nube
!Integrate al comercio electrónico¡ Estrategias en la Nube