LEX FEMME
Por Margarita Arellano Hernández
La pandemia del COVID-19, en México teníamos conocimiento de este letal virus desde el mes de diciembre del 2019, de países, como Italia, España, los mexicanos no se previnieron lo suficiente tanto en lo económico, político y social, fue una sorpresa, la cuarentena se extendió y se tomaron medidas de prevención, las escuelas, comercios, oficinas, cerraron se paralizo la economía y el comercio se desplomo
La educación es la parte fundamental de un país, las clases presenciales hoy en día los padres de familia y los alumnos han aprendido a valorar, de acuerdo a las estadísticas del INEGI, dice que el sistema nacional de educación en México está integrado por 26 millones de alumnos de educación básica, bachillerato, normales, universidades públicas y privadas suman un universo de 42 millones de alumnos, estos no tomaron clases presenciales durante este confinamiento, pero si a distancia.
La pandemia afecto nuestras vidas la más visible es la ruptura de las rutinas escolares y laborales, los vínculos sociales y los espacios públicos. Hoy en día se ven las escuelas como nidos abandonados, el confinamiento produce situaciones desconocidas que consumen nuestras reservas psicológicas, nuestra capacidad de tolerancia y la paciencia se acabó, cuando un hogar es pequeño de espacio físico, se pueden generar situaciones conflictivas, los niños y niñas al estar aislados de sus amigos y esa primer línea de comunicación directa con los maestros de un día para otro se rompió, y el ciclo escolar termino y no regresaron más a sus escuelas.
La SEP, implemento acciones para continuar las clases escolares a distancia una de ellas “aprendiendo en casa”, fueron por televisión, se utilizó la tecnología moderna, los profesores enviaron guiones de trabajo, realizar el portafolio de evidencias que la secretaria de educación pública lo ordeno, se tenía que mandar evidencia todos los días por diferentes medios, y la otra cara, millones de niños no tuvieron acceso a la tecnología, y muchos forman parte de la estadística de deserción escolar, el objetivo fue, que no se perdiera el ciclo escolar.
La pandemia provoco en los alumnos un distanciamiento entre ellos, se formaron vacíos sociales, los padres de familia fueron maestros, muchos de ellos perdieron la paciencia, sin conocimientos pedagógicos todos los días tenían que estar entre dos o tres horas diarias, dándose cuenta que el ser profesor no es nada fácil.
Hoy las generaciones escolares del COVID-19, salen sin fanfarreas, ni golondrinas, sin un abrazo de despedida, sin ceremonia de clausura, fotografía del recuerdo, misa y fiesta de graduación se cancelaron, aquellas camisas y blusas con escrituras y mensajes de despedida, quedo atrás, recuerdos de la última fiesta estar todos juntos bailando y dando abrazos, ¡no habrá!, hoy solo realizaran una ceremonia virtual y un adiós frio, los documentos serán entregados vía red, el apretón de manos y la palmadita hoy no existirá, las generaciones escolares covid-19, serán sin duda alguna un precedente de una nueva era de enseñanza.
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