Gobierno de Ortega cierra cuentas bancarias de diócesis en Nicaragua por supuesta malversación de fondos

* sigue la persecucion de la Iglesia Católica por parte del Dictador ante la impávida mirada de la ONU y la comunidad internacional.

*Las nueve diócesis fueron afectadas y tres sacerdotes detenidos.

27.05.2023.- San José, Costa Rica – El gobierno de Daniel Ortega confirmó el cierre de cuentas bancarias de varias diócesis en Nicaragua el sábado, alegando supuesta malversación de fondos como parte de una red de lavado de dinero.

Según un comunicado emitido por la Policía Nacional de Nicaragua, las autoridades descubrieron “centenares de miles de dólares escondidos en bolsas en instalaciones pertenecientes a la diócesis del país”.

La investigación realizada en los últimos días ha revelado la sustracción “ilegal” de recursos de cuentas bancarias congeladas, así como otros delitos que aún están bajo investigación. Al parecer, se trata de la actividad ilícita en el manejo de fondos y recursos en cuentas bancarias que habían pertenecido a personas condenadas por traición a la patria.

“La Fiscalía General de la República, la Superintendencia de Bancos y la Unidad de Análisis Financiero han confirmado movimientos delictivos con fondos que han ingresado irregularmente al país en relación con la diócesis. Se están investigando y han abierto procesos por todos estos delitos”, señala el comunicado policial.

La abogada e investigadora Martha Patricia Molina, quien documenta los ataques contra sacerdotes en el país y recientemente fue citada en un informe del Departamento de Estado sobre los ataques a la Iglesia católica, destaca que esta medida se produce después de la detención de dos sacerdotes al norte del país esta semana, quienes están siendo investigados por dirigir una organización religiosa clausurada por las autoridades policiales.

Según la abogada, el gobierno de Ortega busca “asfixiar sin precedentes” a la Iglesia católica, a la cual el mandatario ha calificado de “golpista” por albergar a manifestantes antigubernamentales en sus templos durante 2018.

Un sacerdote que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias señaló que hasta el momento se ha confirmado la suspensión de cuentas bancarias en Managua, la capital de Nicaragua, y en las diócesis de Matagalpa y Estelí, ubicadas al norte del país y administradas por el obispo Rolando Álvarez, quien se encuentra encarcelado y ha sido sentenciado a 26 años de prisión por el gobierno de Ortega.

“La intención es acabar con la Iglesia”, lamentó el religioso.

Medios locales como Confidencial, dirigido por el periodista Carlos Fernando Chamorro, informan que la suspensión de cuentas bancarias se ha extendido a todas las iglesias del país.

Hasta el momento, el gobierno de Ortega no ha hecho comentarios al respecto, mientras que el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes declinó hacer declaraciones a una solicitud de la Voz de América.

Según se explica en el comunicado, la Superintendencia de Bancos ha solicitado a la Conferencia Episcopal de Nicaragua y al cardenal Brenes “la presentación de los documentos que muestren los movimientos de las cuentas bancarias de la diócesis, de manera que se cumpla en todo momento con las leyes del país y se eviten los actos ilícitos que se han venido cometiendo”.

Para el dirigente opositor nicaragüense desnacionalizado Félix Maradiaga, “el bloqueo de las cuentas bancarias de varias diócesis de la Iglesia católica en Nicaragua es un acto extremo de agresión y de persecución a la Iglesia”.

“Es, además, una declaración explícita de las verdaderas aspiraciones de la dictadura: callar y disolver por completo la voz e incluso la presencia, de una institución que, por su peso moral en Nicaragua, es un obstáculo en los planes de los Ortega-Murillo, de consolidar una dictadura dinástica”, advirtió Maradiaga a través de una declaración pública.

“Ya es hora de que la comunidad internacional pase a la fase de desconocimiento absoluto del régimen”, agregó.

Las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia católica viven ahora momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.

El papa Francisco tildó de “dictadura grosera” al Gobierno sandinista en una entrevista con Infobae, señalando “un desequilibrio de la persona que dirige” el país centroamericano.

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.

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