*La Decretaria del Bienestar dice haber detectado una red de prestanombres.
Cdmx. 18 e febrero 2019.- La subsecretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, dio a conocer el resultado de las investigaciones que llevan a cabo en torno a las estancias infantiles donde reporta varios ilícitos e irregularidades en el funcionamientos de estas, sin dar evidencias.
En compañía de la secretaria del Bienestar, María Luisa Albores dieron a conocer que cambiarán el nombre a “Programa de Apoyo para el Bienestar de Niñas y Niños, hijos de Madres Trabajadoras” entre otras diferencias de operación.
Además sostuvo que el 40 por ciento de éstas representan un riesgo total para los niños y el 4 por ciento recibía recursos, sin siquiera estar en funciones. Además de que se encontraron al menos 80 mil “niños fantasma” de un universo de 244 mil 866 registrados en el padrón.
Según sus auditorías, 6 mil 966 estancias “están evaluadas por el DIF como focos rojos”, el 62.8 por ciento no comprobó cumplir con los requisitos necesarios para operar, se identificaron sobornos a los supervisores para que les permitieran continuar operando, se detectó una red de prestanombres y entrega de apoyos iníciales de 70 mil pesos que no fueron comprobadas.
La funcionaria que negó la participación de Clara Torres en el área, pese a que despachaba desde las oficinas dice haber encontrado que el 4 por ciento del total de las estancias infantiles ni siquiera opera. Únicamente el 30 por ciento no presenta situaciones de riesgo para los niños.
Abundó que también hallaron 27 mil 242 madres, padres o tutores tenían beneficios duplicados al estar también registrados en padrones de estancias infantiles del ISSSTE, IMSS y Prospera.
Montiel dijo que la gran limitante para la Secretaría es que a pesar de que se encuentran estas deficiencias, con el modelo anterior los delegados federales de la Sedesol eran los encargados de entregar estos permisos y darles seguimiento, por lo que solo ellos tenían la facultad de suspender los recursos.
Además reseñó que existen víctimas de las anomalías, poniendo como ejemplo la muerte de una niña en la estancia ‘Colorines’ en Sombrerete, Zacatecas por falta de inspección en su estado de salud a su ingreso.
