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09/12/2022/ Cimac Noticias.- Ciudad de México.- México es el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo y, recientemente, también se ha convertido en un lugar de alto riesgo para las mujeres. Esto hace necesaria la discusión sobre cómo hacer un periodismo que contemple el respeto a los derechos humanos de quien lo ejerce, así como la ética para comunicar todo lo que está sucediendo alrededor de la violencia de género. Este es, precisamente, el objetivo del evento «Hacer periodismo con perspectiva de género: Ética periodística y respeto a los derechos humanos».
Dicho evento fue inaugurado este jueves 8 de diciembre en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo en la Ciudad de México. Las instituciones encargadas de su organización son la Embajada de Suecia en México, ONU Mujeres, la organización IDHEAS Litigio Estratégico en Derechos Humanos AC, Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC), y el Swedish Institute.
En su discurso inaugural, el embajador de Suecia en México, Gunnar Aldén recordó que la violencia de género es un problema global: a nivel internacional, una de cada tres mujeres ha experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida. En regiones como México, donde se han registrado cerca de 800 feminicidios en lo que va del año, la situación es aún más grave.
Gunnar Aldén remarcó que, en medio de este contexto, la labor periodística y la transmisión de información desde una perspectiva ética es algo esencial. Pero, ¿cómo lograr esto en uno de los países más peligrosos para las y los periodistas? Varias expertas y reporteras expusieron su opinión al respecto en un panel que marcó el inicio de esta serie de conferencias y talleres.
La importancia de la perspectiva de género dentro y fuera de los medios
El primer evento de «Hacer periodismo con perspectiva de género» fue un panel integrado por cinco mujeres cuya trayectoria profesional las ha acercado de una u otra forma al periodismo con perspectiva de género.
Estas mujeres que integraron el panel son: Isabel Suarez (directora del área jurídica de IDHEAS), Lucía Lagunes Huerta (directora de CIMAC), Nancy Mejía Herrera (coordinadora de comunicación e información del Instituto Nacional de las Mujeres, Inmujeres), Verónica Espinosa Villegas (reportera, editora y coordinadora de corresponsales de Proceso) y Karin Elfving (periodista sueca y vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras en Suecia).
En una primera participación, Lucía Lagunes abordó la importancia de hablar sobre la integridad de las mujeres periodistas tanto dentro como fuera de los medios de comunicación. Y es que no sólo es necesario garantizar la producción de información con una perspectiva ética: también es importante que, dentro de los medios de comunicación, haya condiciones seguras para quienes están detrás de los trabajos de investigación y redacción.
Hablar de la responsabilidad social de los medios es hablar en dos sentidos: no solamente de la producción hacia afuera sino también de lo que hay internamente en los medios de comunicación. Tú no puedes transformar el periodismo si está sostenido por la discriminación hacia las mujeres, si está sostenido sobre el hostigamiento y la violencia hacia las mujeres periodistas y hacia las mujeres que laboran dentro de ellos.
Lucía Lagunes Huerta
Verónica Espinosa —quien además colabora en el Laboratorio de Periodismo y Opinión Pública (POPLab) en Guanajuato— coincide en esta opinión. Para ella, garantizar un entorno seguro para las mujeres periodistas es un factor crucial para formar cadenas de incidencia. Mientras más mujeres lleguen a espacios de decisión en los medios, es más fácil sembrar discusiones sobre cómo cubrir éticamente temas relacionados con la violencia de género.
Ella misma es ejemplo de esto. Espinosa Villegas es la primera mujer que ocupa un lugar en la junta editorial de Proceso, un medio eminentemente masculino durante mucho tiempo. «Es maravilloso decir que esto ha sido posible gracias a la apertura de una nueva dirección que ha generado esta posibilidad. Estando ahí se hace una incidencia», afirmó.
Además de la generación de estos espacios, para la también reportera es necesaria la capacitación constante que ayude a mitigar la reproducción de estereotipos de género. Esto es importante debido a que dichos estereotipos sirven como base para justificar la violencia y permitir que siga arraigándose en la sociedad.
Precisamente, para la reportera sueca Karin Elfving, de este hecho surge la necesidad de abordar los casos de violencia de género no como casos aislados sino como problemas sociopolíticos. Solo así pueden ponerse en evidencia todos los problemas estructurales que desembocan en miles de agresiones contra mujeres al día en nuestro país.
Además de esto, Elfving destacó la trascendencia de cuestionar de manera constante a las autoridades y las personas que ejercen el poder en los gobiernos. Nancy Mejía, de Inmujeres, conoce esto de primera mano al ejercer un cargo público. En este sentido, puso en relevancia el papel de las instituciones del gobierno mexicano para procurar y promover coberturas mediáticas libres de estereotipos y revictimización.
Por otro lado, pese a la importancia del gobierno en esta labor, Lucía Lagunes, Verónica Espinosa e Isabel Suarez también enfatizaron la ausencia del Estado mexicano. Esta ausencia se evidencia en los 56 asesinatos de mujeres y hombres periodistas que han perdido la vida desde que Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como presidente el país.
Ante esta ausencia y todo el riesgo y las posibilidades que implica su labor, las mujeres periodistas en México continúan organizándose para protegerse entre ellas y, también, dar voz a un problema que concierne a la sociedad en general.
El evento «Hacer periodismo con perspectiva de género: Ética periodística y respeto a los derechos humanos» culminará el día de hoy con la inauguración de la exposición «Gender Equal World» del Swedish Institute. Esta exposición estará en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo y permanecerá ahí de forma tempora