*Lo despiden de la política en medios de aplausos, lágrimas y reconocimientos.
/Redacción/
Uruguay, 20 octubre 2020.- Como los grandes que saben retirarse a tiempo de la política el expresidente uruguayo les da una lección a aquellos políticos que usan el poder para vengarse de sus enemigos y además les enseña como irse con dignidad y decoro.
Este martes no fue un día más en la democracia uruguaya: José Mujica y Julio María Sanguinetti, dos líderes, dos símbolos de la historia reciente del país, dieron un paso al costado y el Senado los despidió en un Palacio Legislativo colmado de aplausos, lágrimas y sentimiento democrático.
La lluviosa mañana montevideana no impidió que la Cámara Alta del Parlamento estuviese repleta y que, por un rato, los presentes olvidaran sus diferencias ideológicas para dar el tributo merecido a dos personajes que, de una forma u otra, han sido claves en la democracia uruguaya.
La emotiva jornada comenzó temprano, con ambos expresidentes aguardando en sus despachos, por última vez, el momento culmen.
“Porque me tiró el virus pa’ fuera, porque tengo 85 años y una enfermedad inmunológica. Me encanta la política, pero más me encanta no morirme”, razonó Mujica a los periodistas que le cuestionaron por su retirada a la entrada a la Cámara Alta.
Aunque deja su escaño, Mujica -que fue presidente entre 2010 y 2015- afirmó que seguirá inmerso en la política mientras viva porque “el homo sapiens es un animal político, porque es un animal gregario, vive en sociedad, no puede vivir como los pumas en soledad”.
El ex presidente de Uruguay , quien actualmente se desempeñaba como senador, anunció este martes su renuncia a dicho escaño en contra de sus deseos.
“Hay un tiempo para llegar y un tiempo para irse en la vida”, dijo Mujica ante el Senado con su habitual claridad de ideas.
“Esta situación me obliga, con mucho pesar por mi honda vocación política, a solicitar que se gestione mi renuncia a la banca que me otorgó la ciudadanía”, escribió Mujica en una carta que fue leída en sesión extraordinaria del Senado.
El expresidente ya había anunciado meses atrás su intención de renunciar, una idea que ratificó ante los medios de comunicación en la jornada de las elecciones municipales celebradas el 27 de noviembre pasado.
A la par de Mujica, también renunció el ex mandatario Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000). El país destaca que el discurso de Pepe Mujica “fue una declaración de principios, resumen de la ética que ha sido combustible de su vida política”.
“El odio es fuego como el amor, pero el amor es creador y el odio nos destruye. Yo tengo mi buena cantidad de defectos, soy pasional, pero en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio, porque aprendí una dura lección que me impuso la vida, que el odio termina estupidizando, nos hace perder objetividad”, dijo a sus correligionarios.
Mujica fue elogiado por senadores de izquierda y derecha, a los que dijo que “triunfar en la vida no es ganar, es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae”.
El lugar de Mujica en la Cámara Alta será ocupado por Alejandro Sánchez, también del Frente Amplio. Y para quienes se preguntan si tendrá sucesión, porque algunos identifican a Sánchez y a Yamandú Orsi, intendente de Canelones, como sus ‘hijos políticos’, el ex presidente les dijo que “en política no hay sucesión, hay causas”.
“Todos pasamos, algunas causas sobreviven y se tienen que transformar y lo único permanente es el cambio. La biología impone cambios, pero también tiene que haber una actitud de dar oportunidad a nuevas generaciones”, añadió.
Solo el gran Pepe Mujica, que predica su resiliencia, su empatía y su simpleza, es capaz de decirle a l@s jóvenes del mundo que “triunfar en la vida no es ganar; triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae". pic.twitter.com/nKpCeiWC58
— Ramón Mestre (@ramonjmestre) October 20, 2020
José Mujica nació en Montevideo en 1935 y en 1964 se sumó al grupo guerrillero Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. La dictadura militar lo mantuvo preso un total de 15 años, con un período de 12 años sin interrupciones que terminó en 1985. Fue uno de los llamados “rehenes” del gobierno militar, detenidos políticos que serían ejecutados en caso de que su agrupación retomase la lucha armada. Sus años de aislamiento en la cárcel fueron retratados en 2018 por la película La noche de 12 años.
En 1985, con el regreso a la democracia, Mujica fue beneficiado por una amnistía general decretada para pacificar el país. Volvió entonces a la política activa. Pasó por el Senado, fue ministro de Agricultura y finalmente presidente de Uruguay entre los años 2010 y 2015. Nunca dejó de vivir en su casa de campo ni perdió su estilo campechano, su hablar claro y directo y sus costumbres humildes.