Hombres, guardemos silencio, reflexionemos.

El feminismo no es contra nosotros, es por ellas, las están matando; ¿cuántas veces, usted amigo, ha participado por acción o por omisión, en agresiones contra mujeres? ¿Cuántas veces hemos sido cómplices?

Jaime Luis Brito

Usted amigo, compadre, señor, caballero, joven… Usted, que me lee, guarde silencio. Reflexione.

El feminismo no es contra nosotros, es por ellas. Es fundamental porque ellas padecen violencia y las están matando.

¿Por qué le molesta tanto que ellas nos acusen de ser acosadores, violentos, agresores, feminicidas? Piense en su propia violencia.
¿Cuántas veces se ha “comido” a una mujer con la mirada?
¿Cuántas veces, con copas o sin ellas, le ha tirado el perro a una chava y después de bateado, usted insiste, porque piensa aquello de “dice que no, pero en realidad sí quiere”?
¿Cuántas veces ha compartido imágenes de mujeres desnudas o ha tomado fotos de traseros, piernas, senos y las ha compartido con los amigos como “juego inocente” entre hombres?
¿Cuántas veces ha obligado, bajo presión moral o social, o claramente por la fuerza, a una mujer a besarlo, abrazarlo o incluso, a tener relaciones (se llama violación) o ha sabido que alguien lo ha hecho y usted ha callado e incluso celebrado-presumido el susceso?
¿Cuántas veces ha presumido que se ha “cogido” a tal o cual mujer, sea o no sea cierto, como una forma de quedar bien, e incluso ha recomendado a sus pares la “técnica” que se debe usar para que ella “afloje”?
¿Cuántas veces ha callado y se ha quedado inmóvil, a pesar de haber escuchado que violentan a una mujer? ¿Cuántas veces ha sido cómplice?
¿Cuántas veces ha categorizado a las mujeres entre las “decentes” que son para casarse y las “putas” que son nomás para coger y divertirse?

Porque en esto no sólo participamos por acción directa, sino también por omisión, por complicidad… Así que en lugar de acusar, señalar, argumentar… Guarde silencio. Reflexione, aprenda, cambie. Las mujeres tienen razón. Todos somos agresores y potenciales feminicidas…

Porque a ellas las matamos los hombres, particularmente quienes les han dicho a ellas que las aman. Las matan en los lugares donde más seguras deberían estar. Las matan en sus casas, sus parejas; en la escuela, sus compañeros; en el trabajo, sus jefes…

Guarde silencio. Evite recurrir a argumentos idiotas como “a nosotros también nos matan”, “nosotros también sufrimos acoso”, “la violencia la sufrimos hombres y mujeres”, Mimimimimimimimimimi… No se escurra. Asuma su propia violencia.

Y no lo haga “porque todos venimos de una mujer”. Asúmala porque la violencia tan presente hoy en día, es producto de la violencia que los hombres aprendimos, siempre de otros hombres, y que decidimos ejercer contra otros, pero sobre todo contra otras.

No se esconda en aquello de que “así me educaron”. No se haga guey, ya creció, ya es hora de despojarse de aquello que aprendió. Reaprenda, reinvéntese.

Cuesta trabajo y mucho. Pero no es imposible. Duele y un chingo darse cuenta de que uno es acosador, agresor, violentador…

El Estado tiene una responsabilidad, las autoridades no pueden eludir su responsabilidad, pero los hombres, todos, tenemos una responsabilidad directa. Porque somos educadores, esposos, padres, parejas, hijos, empleados, estudiantes, compañeros… Y somos agresores, violentadores, acosadores, violadores y feminicidas.

Deje de eludir su responsabilidad, asuma su propia violencia y verá como las cosas comienzan a cambiar, porque nuestra violencia actúa primero contra nosotros mismos, luego contra los otros, particularmente mujeres y niños y niñas. El machismo mata porque es violencia. La violencia mata, primero a nosotros y luego a todos y todas las demás. Particularmente a las demás

Dése un espacio. Guarde silencio. Reflexione.

#NiUnaMás #NiUnaMenos #UnDíaSinNosotras #El9NingunaSeMueve#UnDíaSinMujeres