Ignorados por los “guardianes de la nación” inician La marcha del hambre.

*Emprenden los Tarahumaras la Marcha del hambre; piden auxilio a la federación.

*Hacen énfasis en que es una manifestación pacífica, no de confrontación. Piden ser escuchados.

Redacción MX Político., 9 agosto 2019.- – Debido a que sólo un 40 por ciento de la gente en condición vulnerable de la regiones sur y suroeste de la geografía chihuahuense, pertenecientes a la etnia Rarámuri en su mayoría, fue tomada en cuenta para recibir beneficios, un grupo de pequeños comuneros agrupados en un movimiento étnico llamado MARCHA TARAHUMARA POR EL TRABAJO, emprendió el pasado 15 de julio una marcha a pie, desde el municipio de Bocoyna hasta la ciudad de Chihuahua, para manifestarse con indignación, pues a decir de ellos, nunca habrían sido ignorados por los “guaruras” (gente blanca poderosa), como ellos identifican a las autoridades del poder civil centralizado.

El movimiento encabezado por Luis Carlos González, que representa en este momento a poco más de un millar y medio de campesinos, se propuso llegar hasta la capital del estado de Chihuahua para informar a la autoridad estatal y federal de su problemática, pero sobre todo, para tener la certeza de que han sido escuchados y habrá respuesta.

“Fuimos el pasado 15 de julio de varias regiones del estado a la capital de Chihuahua a explicar que nos habían sacado del padrón de beneficiarios de lo que era el programa PROGRESA, que ahora se llama BECAS BENITO JUÁREZ, porque estamos preocupados y sacados de onda (desconcertados)…nosotros que históricamente somos los más desprotegidos por las condiciones de nuestras economías precarias, de nuestro sistema de agricultura temporalera sujeta a los caprichos del clima, de tanto cerro (condición orográfica) que hay donde vivimos y de lo alejado que estamos de la civilización,….y que desde que surgieron esos apoyos como el Progresa, Oportunidades, Vivir Mejor, Solidaridad, habíamos sido considerados para recibirlo;….y esta vez ya no….a más de la mitad nos dejaron fuera;…también dejaron de pagarle a mujeres que ya no tienen hijos en edad escolar los 950 pesos mensuales que les daban, siendo que son mujeres que en su mayoría son ancianitas que quedaron viudas o solas porque los hijos jóvenes se fueron pa´l otro lado a buscar la vida; y luego ya no los metieron a la lista a chamacos que ya no pudieron ir al poblado más cercano a seguir la escuela porque prefirieron quedarse a trabajar la tierra y ayudar a los mayores, porque no tuvieron pa´l camión ni pa´ comer a donde iban a la escuela….¿Qué quieren que hagamos Señor?….¿Nos quieren matar de hambre?….¡Este es nuestro país!; ¿Quieren que nos váyamos pa´l otro lado a causar lástimas?. A lo mejor así quieren acabar con nosotros los indios….” Señaló desesperado Luis Carlos González, Subcoordinador de la MARCHA TARAHUMARA POR EL TRABAJO, también reconocida de manera irónica como MARCHA DEL HAMBRE.

Más adelante abundó Carlos González: “Lamentamos que el Delegado de la Secretaría del Bienestar estatal, Juan Carlos Loera, haya ido a negociar con nosotros después a San Juanito, ¡pero de los dientes pa´fuera!…materialmente nos jugó el dedo en la boca. Él nos prometió que el Gobierno Federal reconocía por su conducto nuestra condición vulnerable; que inclusive por eso, nos iban a inscribir otra vez a todos por parejo!…y no cumplió…¡Nos vió la cara a los campesinos rarámuri al más viejo estilo priísta!”….

Cabe destacar que la pobreza extrema de los Rarámuris está ampliamente acreditada en numerosos estudios, diagnósticos o notas de prensa. Los últimos dos ciclos agrícolas no han logrado levantar de sus surcos ni el 50 por ciento de su producción promedio en las últimas dos décadas. Su agricultura se vuelve paulatinamente de sobrevivencia. Ni la cebada, ni el ajonjolí, ni el cacahuate han sido productos cuya producción haya rendido en cantidades como las que cosecharon en otros años, como el año 1992, 1994, en que levantaron suficiente producto para comercializar en el mercado local y nacional. Los Tarahumaras no son sujetos de créditos refaccionarios o de avío bancarios, dado que sus sistemas agrícolas no son de riego tecnificado. 

Su ganadería es precaria, más que de autoconsumo. Caprino, bovino, aviar y equino, son las razas ancestralmente criadas, pero sólo para sus usos y costumbres productivas.

El frío ha sido por demás crudo en los últimos años en la Sierra Madre Occidental. 

Cerca del 60 por ciento de las familias rarámuri no tienen comida y tienen que alimentarse de pinole y Maseca (harina de maíz) todos los días.

Isidro Rodríguez, originario de Sisoguichi, otro poblado enclavado en lo más intrincado de la sierra e integrante de la dirigencia del movimiento, señaló que lo que más le indignaba a la comunidad que ellos representan, es que el Gobierno Federal, representado por el subdelegado Juan Carlos Loera, los haya sacado materialmente del padrón a casi todos los que habían sido beneficiarios, sin un aviso previo; que todos los miembros del movimiento siempre han colaborado con los gobiernos cuando hay que desempeñar alguna jornada cívica, de apoyo a la ecología, del cuidado de los bosques en la sierra; de apoyo a las jornadas cívicas de limpieza, etcétera.
 
Ante esto, dijo Rodríguez, ya no queremos negociar nada con Juan Carlos Loera el Superdelegado; de quien por cierto señalan que incluyó en el padrón de beneficiarios de los programas, sólo a incondicionales y familiares.

Isidro Rodríguez aseguró que si para antes del mes de septiembre no hay una respuesta, tendrán que partir a la Ciudad de México en busca de una respuesta de parte del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Vamos por Andrés Manuel López Obrador para que venga y nos escuche, pero él a nosotros…Somos nosotros los que ahora debemos explicarles cómo nos sentimos, no que vengan ellos o a repartir dinero solamente” señaló tajante Rodríguez, el también vocero de la agrupación.

Así que la MARCHA TARAHUMARA DEL HAMBRE, aunque de momento haciendo un alto en el camino, está activa y en función de la respuesta gubernamental y del grado necesidad que tenga su gente, emprenderá el camino, desde el lejano Chihuahua, hasta el altiplano mexicano; emprendiendo un peregrinar de norte a sur, a la manera de las grandes historias fundacionales de nuestro pueblo.

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