/ Por Lisandra Fariñas* /
La Habana, noviembre, (SEMlac). – La creación de un directorio de talento femenino de Cuba, en formato digital y construido de forma colaborativa, fue una de las propuestas del IV Encuentro de Mujeres Empresarias y Emprendedoras de la Música, efectuado el pasado 22 de noviembre en La Habana.
El propósito de esta plataforma es agrupar a todas aquellas que, de un modo u otro, están relacionadas con la industria musical y creativa en el país, para visibilizar su trabajo y, a la vez, conectar los proyectos, emprendimientos y empresas del sector, de manera que establecer alianzas resulte más sencillo.
Esto posibilitaría, no solo la colaboración en función de los planes individuales, sino, como expresó la cantante y musicóloga cubana Lea Cárdenas, mirar la industria de la música desde distintos puntos de vista profesionales y personales, para encontrar los retos comunes transversales a todos los espacios de creación.
Realizado en el centro para el desarrollo y la promoción cultural Habana Espacios Creativos, el encuentro reunió a cerca de 50 mujeres asociadas a la musica y otras industrias creativas de la nación caribeña, Estados Unidos, México, Panamá, Colombia y España, para intercambiar experiencias y visibilizar el quehacer de lideresas de negocios, empresas, redes y grupos de creación, precisó Yolaida Duharte, socióloga y directiva de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem).
El espacio permitió debatir sobre problemáticas e intereses de quienes constantemente tienen que desafiar estereotipos y superar obstáculos para alcanzar sus propósitos.
Conectarse y cerrar brechas
No es posible hablar de los logros sin hablar de los tropiezos, dijo Yadira Pintado Lazcano, integrante del dúo de rap La Reina y la Real, quien se refirió a cómo todavía las mujeres tienen que imponerse a las visiones que limitan su talento y les hacen creer que, por su género, no pueden desempeñarse en un rol o defender un estilo musical.
“Muchas veces nos metemos en la cabeza que por pertenecer a cierto grupo no podemos hacer determinadas cosas: ‘si no somos hombres, no podemos ser raperas’, esas ideas las hemos tenido que quitar de nuestras mentes. Tener en cuenta también nuestras habilidades, esos son los logros”, comentó.
Igualmente, aludió al reto de ser madres, cuidadoras y profesionales a la vez, además de encontrar espacio para otras actividades necesarias en el mundo creativo y remarcó que la edad no tiene el mismo impacto cuando se envejece siendo mujer.
Cuando eres joven te dicen: “no tienes experiencia”, pero cuando pasa el tiempo no te dan las mismas oportunidades, apuntó.
La rapera Telmary Díaz abordó la importancia de superar las barreras. “Siento que de alguna manera le abrí el camino también a otras mujeres y creo que ese ha sido el logro más importante”, subrayó.
De forma general, el encuentro permitió que las participantes no solo conocieran el trabajo de las demás, sino que reconocieran los puntos en común y las posibilidades de colaboración para fortalecerse.
El desarrollo y crecimiento profesional en un mundo donde habitualmente dominan los hombres resulta esencial, remarcó Yadira Pintado Lazcano y destacó las posibilidades de superación que pueden resultar de las alianzas entre mujeres, junto a la inspiración, además, de ayudarse a encontrar una vía de independencia económica.
Sobre ese tema también se pronunció Rosa Elena Encinas, directora de la revista cultural La Jiribilla, que valoró la trascendencia de articular una interrelación entre manifestaciones y profesiones; de conocer y aprovechar las habilidades de cada una.
Encinas resaltó la participación de emprendedoras y de proyectos vinculados a la comunicación, por ser este último un aspecto vital y transversal a todos los procesos creativos.
Las participantes reconocieron como un obstáculo para su desarrollo, no solo las visiones machistas y estereotipadas, sino también el capital económico, pues no existen políticas que favorezcan el acceso de las mujeres a créditos bancarios, por ejemplo, para echar a andar un emprendimiento.
“Se vuelve difícil para los nuevos emprendimientos ser sostenibles, eso demora tiempo”, dijo Lea Cárdenas. “A veces sucede que se paga la obra terminada, pero no siempre con la remuneración que debería, pues el proceso previo, el tiempo y recursos que inviertes en obtener el conocimiento no se valora”, añadió.
La musicóloga consideró necesario fomentar el diálogo entre decisores de políticas y proyectos independientes, pues no siempre las instituciones los acompañan.
“Debemos legitimar los proyectos independientes como parte indispensable de las cadenas de valor de la industria de la música; que me des un espacio un día no implica que me estés incluyendo en tus actividades cotidianamente”, consideró y agregó la urgencia de potenciar espacios seguros para un mayor desarrollo de la mujer como profesional.
“Hay cosas geniales pasando fuera de la capital y hay que mirar también hacia las provincias, donde hay mucho talento sin visibilizar” defendió Leydis Hernández Lima, directora de Oralitura Habana, una plataforma de difusión en torno a la décima oral y escrita, algo que también identificó como un aspecto en el cual el proyecto de directorio tiene que enfatizar.
En tanto, la colombiana Patricia Rebellón, del colectivo de mujeres melómanas en Cali, destacó la necesidad de mantenerse conectadas todo el año y no solo durante un evento.
En nuestro colectivo buscamos fomentar la participación de la mujer; desarrollar en las integrantes del grupo el conocimiento sobre la historia musical y cultural de nuestros pueblos, así como el patrimonio sonoro; crear y mantener una vida social mediante reuniones frecuentes; participar en el encuentro de melómanos dentro y fuera del país, compartió Rebellón.
El Encuentro de Mujeres Empresarias y Emprendedoras de la Música es una iniciativa de la Egrem, surgida en 2019.
En esta ocasión contó con el coauspicio de Habana Espacios Creativos y el proyecto de cooperación “Promoción del desarrollo territorial inclusivo, equitativo y sostenible de La Habana”, ejecutado por la organización no gubernamental Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP) y la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH), con fondos de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID).
