En el quirofano.
Ruth Rodriguez.
Autoridades sanitarias federales ordenaron “la inmovilización y la no aplicación” de un lote de vacunas de la triple viral (sarampión, rubéola y parotiditis) que ya se había comenzado a aplicar a miles de niños menores de seis años en diversas regiones del país, porque se detectó “un resultado fuera de especificaciones”.
El tema se ha manejado con mucho sigilo. Sólo las secretarías de Salud de los estados de Oaxaca y Jalisco han salido a informar oficialmente que suspendieron la aplicación. Las demás entidades del país en donde se aplicó dicho lote han preferido no hacer pública la información.
Tanto en Jalisco como en Oaxaca se minimizó el tema asegurando que no se han registrado reacciones adversas de gravedad. En Oaxaca sólo se dijo que se revisa si la vacuna en realidad protege contra la rubéola.
Aunque, de acuerdo con información recopilada en algunos centros de salud, se tienen reportes de niños que presentaron desmayos, diaforesis (excesiva sudoración), taquicardia y pérdida de control de los esfínteres.
Desde el 26 de noviembre pasado, Birmex, la paraestatal del gobierno y encargada de adquirir la vacuna, emitió diversos oficios mediante los cuales pidió “inmovilizar preventivamente el producto”, reportar de inmediato el número “de las dosis que fueron aplicadas de dicho lote” y reforzar las medidas de farmacovigilancia.
Autoridades de salud confirmaron a esta columnista que desde octubre llegó a México un lote de 1.5 millones de vacunas de la triple viral, que se comenzó a aplicar, pero, ante la situación detectada, la vacunación está detenida a la espera de que la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) dictamine qué pasó con la vacuna.
Desde agosto, funcionarios de la Secretaría de Salud anunciaron que, después de un retraso de casi un año en la compra de la vacuna, que estaba agotada, adelantarían los trámites aduanales y de verificación sanitaria, para que se aplicara en octubre, tan pronto llegara al país. Y tal parece que, por lo mismo, no revisaron con cuidado la calidad de la misma. Sería bueno que Salud federal informara del tema y que hubiera sanciones, porque estamos hablando de la salud de millones de niños mexicanos.
ABATELENGUAS
En otro tema, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) considera que México le pegó al monopolio de la distribución de los medicamentos e insumos y, con este simple hecho, abarató costos que en el pasado se elevaban mucho.
El dato es relevante porque se trata de una opinión externa, especializada y ajena a filias y fobias, como las que se viven en el país a favor o en contra de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Después de 35 años de creado, México por fin se integra al Fondo Rotatorio y al Fondo Estratégico de la OPS, donde podrá adquirir vacunas de alta calidad, jeringas y suministros a los precios más bajos del mundo. La OPS entrega los productos solicitados en el Puerto de Veracruz y el gobierno es el encargado de distribuirlos. Antes salía más cara la distribución que la misma compra. Bien por ello.
BAJO EL MICROSCOPIO
Ahora que está el proceso de la compra consolidada de medicamentos e instrumental médico en el sector salud, donde participa el IMSS, farmacéuticos le piden a Zoé Robledo, director general del instituto, que ponga atención en los fallos de las licitaciones ganadoras, porque resulta que, por “errores administrativos”, los contratos son asignados a empresas que no ganaron y, cuando el laboratorio ganador interpone su queja, pasan meses para aclararles su situación y dar un fallo. Y cuando lo hacen, lo único que obtienen es un “lo siento, tenía usted razón, pero ya nos gastamos el dinero”, lo cual desalienta la participación. Habrá que poner bajo la lupa de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, a estos funcionarios que llevan a cabo los contratos en el IMSS para evitar actos de corrupción.