* Madre gana amparo contra reclasificación de magistrados de la tercera sala penal del H. Tribunal de Justicia.
15/11/2022/ Cimac Noticias, Oaxaca.- Tras el feminicidio de Ivonne Berenice Guevara Reyes, familiares de la joven señalan una presunta red de corrupción al interior de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca en contubernio con magistrados, quien además presuntamente también dieron protección a José Manuel L. D. asesino de Ivonne Berenice.
La joven estudiante fue asesinada el 21 de diciembre de 2014 afuera del bar Banda Oax ubicado en Santa Cruz Xoxocotlán.
A través de una resolución federal Adriana Reyes, madre de la víctima ve una luz de esperanza. El amparo ganado ordena que el delito sea juzgado como homicidio calificado con ventaja y no como homicidio doloso (delito menor) como lo consideraron los magistrados Sonia Irieta, Humberto Ramos y Arturo de la Vega de la tercera sala penal del H. Tribunal de Oaxaca.
“Espero que ahora sí haya justicia. No voy a parar, voy a seguir y aunque desde abajo otra vez a peregrinar, voy a hacerlo. Le prometí al cuerpo de mi hija que yo me encargaría de ser su voz. Pelearé siempre por ella, hasta el final”.
Adriana, madre de Ivonne Berenice
A lo largo de los ocho años en busca de justicia la experiencia de Adriana Reyes ha sido terrible. Tuvo que trabajar su propio caso, buscar pruebas poniendo en riesgo su vida, enfrentar trabas establecidas por la misma fiscalía quienes en su protección a José Manuel L.D por ser familiar del comandante Ángel Luis Durán la internaron y mantuvieron durante cuatro meses de 2015 en el hospital psiquiátrico Cruz del Sur.
“Querían evitar que hablara y que siguiera investigando (…) un día me dicen que había que ir a ratificar mi declaración hacia a otro lado. Me suben a la camioneta tres agentes ministeriales, yo iba sola y me esposan diciendo que era por mi seguridad, cuando llegamos al lugar me doy cuenta que era el hospital psiquiátrico (…) fueron cuatro meses sedada, cuatro meses que despertaba y me volvían a sedar”, relató.
Al lograr salir y continuar con la investigación por cuenta propia aportando fotografías y videos, logró que se emitiera la orden de aprehensión contra el asesino de su hija, sin embargo, se topó con la injusticia de los magistrados Sonia I., Humberto R. y Arturo V. quienes el 1 de noviembre de 2020 modificaron el auto de formal prisión que había dictado un juez penal contra José Manuel L. D. por homicidio calificado con ventaja a homicidio culposo. De esta manera el imputado logró su libertad bajo fianza.
“Los magistrados clasificaron el asesinato de mi hija como delito menor, donde dicen que el sujeto estaba ebrio, que no sabía lo que hacía, que fue una falta de cuidado. En este caminar ellos le permitieron pago de fianza y que saliera en libertad. Para mí fue doloroso, el estado le falló a mi hija”. Fue un actuar desaseado, indicó Adriana Reyes.
Desde el 1 de marzo de 2022, José Manuel L.D se encuentra detenido por otro delito, ahora con el amparo a favor de Adriana Reyes, el imputado tendrá que enfrentarse a un nuevo proceso por el asesinato de Ivonne Guevara.
Manuel L.D. tiene un historial de procesos penales que datan de 2003, 2007, 2009, 2014 y ahora 2022. “Es grave lo que pasa en Oaxaca, pero nadie dice nada y menos contra los magistrados porque tienen el poder, tienen puestos privilegiados y vitalicios, deciden si hay justicia o no, desgraciadamente dependemos de ellos, cobran sueldos excesivos y no hacen su trabajo, lo peor es que nadie les investiga nada”.
Vida en riesgo
Adriana sabe que, durante el camino andado en la investigación, ha sido la piedra en el zapato de las autoridades y la familia del implicado porque no ha dejado de insistir en justicia.
Su vida se encuentra permanentemente en riesgo a pesar de contar con medidas de protección, pues la experiencia vista en otros casos del país, evidencia el fracaso de éstas.
Para lograr pruebas en contra del asesino de su hija Adriana se tuvo que disfrazar en distintas ocasiones. Logró hacer presencia en el funeral de la hermana de Manuel L.D y también en otros puntos donde aquél realizaba rituales satánicos.
“Me disfrazaba. Me compre unos huaraches, tranzas postizas, rebozo y unas memelas para hacerme pasar por vendedora. En mi desesperación pensé que el funeral de su hermana lo motivaría a salir de su guarida en donde estaba escondido. Llegué al sepelio y vi a su mamá llorar de dolor como el dolor que su hijo me causó a mí. Fui a la misa fui al panteón y estaba el comandante Luis Durán (…) Lo busqué de muchas maneras, fui atando cabos y descubriendo muchas cosas”.
