* alega injerencia en su política y la acusa de subersiva.
06.10.2023 Irán.- El Gobierno de Irán ha reaccionado en respuesta a la reciente concesión del Premio Nobel de la Paz a Narges Mohammadi, una destacada periodista y defensora de los derechos humanos. En un comunicado emitido este viernes, las autoridades iraníes han tachado esta decisión como un “acto político” y una medida de “presión” ejercida por Occidente.
Naser Kananí, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, ha sido el encargado de expresar la posición del gobierno. En su declaración, Kananí argumentó que la elección de Narges Mohammadi para el Premio Nobel de la Paz se inscribe en la política intervencionista y antiiraní que algunos gobiernos europeos mantienen. Esta condena se añade a las ya existentes tensiones y desacuerdos entre Irán y Occidente, especialmente con países europeos.
El portavoz diplomático iraní también alegó que esta decisión representa otro ejemplo de la “presión de Occidente” ejercida sobre Irán, que se suma al denominado “terrorismo económico e inhumano” que, según él, el país ha sufrido durante más de cuatro décadas. Tales afirmaciones reflejan las tensiones económicas y políticas persistentes entre Irán y las naciones occidentales, en particular en relación con el acuerdo nuclear y las sanciones internacionales.
Kananí continuó su declaración subrayando que Narges Mohammadi ha sido condenada en Irán por “repetidamente violar la ley y cometer actos criminales”. Según las autoridades iraníes, esta condena se fundamenta en su historial de actividades y protestas en favor de los derechos humanos y su activismo político. Desde el punto de vista del gobierno iraní, la concesión del Premio Nobel de la Paz a Mohammadi representa una “desviación de los objetivos originales del Nobel de la Paz”.
La reacción de Irán ante el anuncio del Premio Nobel de la Paz otorgado a Narges Mohammadi pone de relieve las tensiones geopolíticas y divisiones en curso en el ámbito de la política internacional.
“Irán, como uno de los fundadores de Naciones Unidas, siempre trabaja para alcanzar la paz en la esfera regional y global”, aseguró el vocero.
El Comité Nobel noruego anunció este viernes la concesión del prestigioso galardón a Mohammadi “por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha para promover los derechos humanos y la libertad para todos”.
Mientras Occidente ha reconocido su labor en la promoción de los derechos humanos y la libertad de expresión en Irán, galardonándola con uno de los premios más prestigiosos del mundo, Irán ha respondido con una enérgica condena, calificando la decisión como parte de una estrategia de presión.
Narges Mohammadi es conocida por su activismo en defensa de los derechos de las mujeres y de los prisioneros políticos en Irán. Ha enfrentado persecución y detenciones previas por sus actividades y el Premio Nobel de la Paz es un reconocimiento internacional a su valiente labor.
Narges Mohammadi lleva entrando y saliendo de la cárcel injustamente desde hace más de 12 años debido a su trabajo en favor de los derechos humanos. En enero de este año la condenaron a 10 años y ocho meses de prisión y a 154 latigazos por delitos relacionados con la seguridad nacional. El juicio fue injusto, duró cinco minutos y Narges no tuvo acceso a un abogado. En protesta por el carácter injusto del caso, Narges decidió no apelar la condena.
¿Qué ha hecho durante todos estos años para merecer tales penas? Pedir justicia, reclamar verdad, acompañar a los familiares de víctimas de la violencia policial, clamar contra la pena de muerte. En definitiva, defender los derechos humanos.
Además, Narges está siendo sometida a tortura y otros malos tratos en la cárcel iraní de Shahr-e Rey, al serle negado el tratamiento médico que necesita para el corazón y los pulmones. El 3 de febrero, después de sufrir un ataque al corazón, el doctor de la prisión no le prestó una atención adecuada y la fiscalía prohibió su traslado a un hospital externo. Sólo después de que el 16 de febrero sufriese una serie de ataques cardiacos, fue trasladada a un hospital donde la operaron de forma urgente. En contra de la opinión médica y antes de recuperase, el 19 de febero fue llevada de nuevo a la cárcel.
En sus anteriores estancias en prisión le negaron hasta el contacto con sus hijos pequeños y en la cárcel su salud se deterioró gravemente.
Pero Narges continuó peleando. En noviembre de 2019, cuando las protestas y la represión se extendían por todo el país, participó en una sentada junto a otras compañeras presas en la cárcel de Evin para denunciar las muertes de cientos de manifestantes a manos de la policía.
Por esta acción le abrieron una nueva causa que ahora la ha llevado de nuevo a la cárcel y a estar en riesgo de ser azotada. La flagelación que se aplica en Irán constituye tortura, un delito prohibido en términos absolutos en el derecho internacional.
