- Recién el Gobernador Enrique Alfaro salió a dar una declaración sobre la horrenda masacre.
Zapopan, Jalisco – La desaparición de ocho trabajadores de un Call Center en el municipio de Zapopan, Jalisco, ha generado una profunda conmoción e indignación en la sociedad mexicana, sin que las autoridades asuman su responsabilidad n la masacres que se registran en todo el país.
A medida que se desarrolla el caso, surgen diversas líneas de investigación y un clamor por la localización de los jóvenes que ha conmocionado a gran parte de la ciudadanía del estado de Jalisco y el resto del país azteca, sin embargo el perturbador descubrimiento de restos humanos en una barranca cercana a donde estaba localizado el call center, hace perder la esperanza pues las características físicas de los cuerpos desmembrados son similares a los reportes en la fichas de búsqueda.
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, por fin salió a ofrecer una declaración del tema que no había querido abordar. Informó que en el caso de los ocho jóvenes desaparecidos de un call center de Zapopan es investigada por la Fiscalía del Estado, gobierno federal y el gobierno de Estados Unidos.
“Hay comunicación con el gobierno federal y también con autoridades de Estados Unidos porque es un tema que tiene que ver con investigaciones que también se están realizando allá (…) es un asunto que es evidente que involucra a la delincuencia organizada”, señaló.
el gobernante de Jalisco dijo que la participacipon de EU se debe a que están involucrados ciudadanos de ese país en temas de extorsión y fraudes inmobiliarios, aunque no detalló las dependencias estadounidenses que colaboran en el caso.
Los hechos .
En la cronología de los hechos comenzó el pasado sábado 20 de mayo cuando Carlos Benjamín García, de 31 años, desapareció sin dejar rastro alguno. Su familia acudió a reportar su ausencia a la Fiscalía General del Estado (FGE) hasta la noche del 23 de mayo.
Entretanto el mismo día, horas antes, se presentó una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas (FEPD) por la desaparición de los hermanos Itzel Abigail y Carlos David Valladolid, de 27 y 23 años respectivamente, cuyo rastro se perdió el 22 de mayo.
Se estimó que las desapariciones eran casos aislados, pero pronto se descubrió un vínculo común: todos los desaparecidos eran trabajadores de un call center ubicado en Zapopan, en el estado de Jalisco.
Esto llevó a la Fiscalía General del Estado a intensificar las investigaciones ya recibir más denuncias de desapariciones. Entre los nombres que se sumaron a la lista de desaparecidos se encontraron Arturo Robles, Jesús Salazar, Mayra Karina y Jorge Manuel.
Las autoridades llevaron a cabo cateos en el call center y se encontraron indicios preocupantes como sustancias ilícitas, marihuana, así como cinchos de plástico, un trapeador con manchas rojizas y documentos relacionados con fraudes inmobiliarios y tiempos compartidos.
El propietario del inmueble fue identificado como Francisco Javier “N”, quien lo alquiló a una consultora jurídica representada por el abogado César Javier “N”.
La Fiscalía General del Estado solicitó una segunda orden de cateo para obtener más pruebas fehacientes y continuar la búsqueda de los trabajadores desaparecidos. Además, se llevó a cabo un intenso operativo con la participación de alrededor de 100 elementos en diferentes municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
A medida que avanzó la investigación, surgieron evidencia de fraudes inmobiliarios y extorsiones telefónicas relacionadas con el call center. Sin embargo, los familiares de los desaparecidos enfatizaron que lo más importante era encontrar a sus seres queridos y rechazaron las acusaciones de criminalización.
El caso dio un giro aún más trágico cuando se informó sobre el hallazgo de bolsas con posibles restos humanos en una barranca de Zapopan.
Las autoridades rescataron 45 bolsas con segmentos atómicos en una zona de difícil acceso. Aunque los restos encontrados coinciden con las características físicas se está a la espera de la confirmación científica sobre la identificación de los 8 jóvenes desaparecidos.
La versión de que los ejecutó el crimen organizado es que nadie acabaría con la vida de alguien con tales métodos sanguinarios más que los carteles.