Las elecciones presidenciales de 2020 finalmente terminaron, y marcan un comienzo histórico, aunque confuso, para la vicepresidenta electa Kamala Harris.
Harris se convertirá en la primera mujer, la primera afroamericana y la primera asiáticoamericana en ocupar la vicepresidencia. El ascenso de Harris es un gran problema, ya que subraya cuán críticas han sido las mujeres negras para el Partido Demócrata. Un asombroso 87 por ciento de las mujeres negras se identifican como demócratas, según un estudio , y las mujeres negras han sido el bloque de votantes más confiable del partido durante generaciones.
Pero las plataformas políticas del partido, y mucho menos sus candidatos a cargos nacionales, no han reflejado esto a menudo. Solo 47 mujeres negras han servido alguna vez en el Congreso, y Harris es solo la segunda mujer negra en servir en el Senado, detrás de Carol Moseley Braun, quien fue elegida de Illinois en 1992. Eso está cambiando lentamente; Harris asumirá la vicepresidencia al mismo tiempo que un puñado de mujeres negras que fueron elegidas al Congreso esta semana, incluidas Nikema Williams de Georgia y Cori Bush de Missouri.
