*La 4T una crisis de credibilidad, que ha generado indignación entre votantes y analistas.
05.10.2025En medio de una creciente ola de cuestionamientos, el partido Morena, que gobierna México desde 2018, atraviesa una etapa de escrutinio público por los gastos personales de algunos de sus miembros más visibles. Lo que comenzó como una promesa de transformación política centrada en la justicia social y la austeridad, hoy se ve empañado por imágenes de funcionarios en hoteles de lujo, con relojes costosos y propiedades de alto valor, exhibe en un reportaje el New York Times.
Pese a que la llamada Cuarta Transformación ha sostenido como bandera principal la austeridad republicana, varios integrantes de la 4t de Morena enfrentan señalamientos documentadas por lo ostentoso de sus publicaciones en redes alimentados por viajeros que los han captado traicionando lo que AMLO y la presidenta Sheinbaum establecieron como los principios del movimiento de “vivir en la justa medianía”.
El caso más emblemático es el de Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización del partido e hijo del expresidente López Obrador. Su estancia en un hotel de Tokio, con consumos que superaron los 2,600 dólares en restaurante, provocó una oleada de críticas en redes sociales y medios nacionales. Aunque López Beltrán aseguró haber pagado su viaje tras con recursos propios , su defensa no logró disipar el malestar ciudadano.
Otro foco de controversia es Adán Augusto López Hernández, senador y exsecretario de Gobernación, quien reportó ingresos privados por más de 4 millones de dólares en dos años. Aunque declaró que provienen de actividades legales como asesorías jurídicas y rentas, el monto ha sido considerado excesivo para un servidor público que representa a un partido que se autodefine como defensor de los pobres.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha intentado contener el daño, reiterando que “el poder es humildad” y que los funcionarios deben responder ante el pueblo. Sin embargo, su llamado a la moderación contrasta con la falta de sanciones internas y con la defensa pública que algunos dirigentes han hecho de sus gastos personales.
También han sido señalados Mario Delgado Carrillo, secretario de Educación, por vacacionar en Portugal, y Ricardo Monreal, líder parlamentario, por celebrar su aniversario en un restaurante exclusivo en Madrid. Ambos alegaron que usaron fondos propios y que no descuidaron sus funciones.
*Gerardo Fernández Noroña, senador conocido por su retórica radical, ha sido criticado por adquirir una casa valuada en más de 12 millones de pesos y poseer vehículos de lujo. Su respuesta fue tajante: “No tengo ninguna obligación de ser austero”, lo que ha sido interpretado como una ruptura con los principios fundacionales del partido.
La reacción ciudadana ha sido diversa. Mientras algunos votantes se sienten traicionados por lo que consideran una desconexión con la realidad de millones de mexicanos, otros relativizan los hechos, señalando que los beneficios sociales como pensiones y becas siguen llegando. No obstante, **analistas como Vanessa Romero advierten que el daño a la imagen de Morena podría ser profundo y duradero**, especialmente si no se toman medidas claras para sancionar la ostentación y reforzar la ética partidaria.
En mayo, Morena actualizó su código de conducta, prohibiendo expresamente la exhibición de signos de riqueza. Pero la aplicación de estas normas sigue siendo ambigua, y la falta de transparencia en algunos casos alimenta la percepción de impunidad.
**La paradoja de un partido que se proclamó enemigo de los privilegios, pero cuyos líderes parecen replicarlos, plantea un dilema político y ético que Morena deberá enfrentar antes de las elecciones de 2027.**
Fuente Publicación de NYT