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/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Pocos gobernantes han tenido el valor de entrarle al llamado pulpo veracruzano. La semana pasada, la gobernadora Rocío Nahle García expidió el Decreto para la constitución de un fideicomiso público, irrevocable, de administración, inversión y pagos para la modernización del sistema de transporte público de pasajeros. A través de un comunicado se explicó que, con recursos públicos y privados, se renovará el transporte público, además de instaurar sistemas inteligentes que ayuden a mejorar la movilidad.
Esto se llama agarrar el toro por los cuernos y le explico por qué. Somos un estado con más de 8 millones de habitantes. Muchas de nuestras ciudades más grandes crecieron sin planeación, como la capital Xalapa, lo que hace que el tráfico sea muy complicado. Una buena parte de la población utiliza el transporte público, pero este es viejo y con un pésimo servicio.
En Xico, Coatepec y Teocelo, por ejemplo, las unidades tienen por lo menos 30 años en circulación. En la zona conurbada, por el número de accidentes diarios que hay de camiones, la capacitación de los choferes es casi nula. Circule usted detrás de un urbano y la mayoría de las unidades echan humo, peor que una chimenea. El INEGI tiene el reporte de poco más de 11 mil 700 unidades en el parque vehicular de transporte urbano de pasajeros en la entidad, pero las estimaciones son que la mitad ya sobrepaso los 15 años de antigüedad estipulados en la ley.
Por eso la Gobernadora quiere que se adquieran unidades nuevas, con tecnologías limpias y el fortalecimiento de la seguridad y la calidad del servicio. Hay que echar un ojo a cómo está el transporte urbano en otros estados y cómo está el nuestro para darse cuenta de que es urgente modernizarlo.
En ciudades como Los Cabos, en Baja California Sur, los camiones costeros, los turísticos, van climatizados, sin sobrecupo. En Querétaro, donde recientemente se hizo una reingeniería del transporte, se adquirieron modernas unidades Mercedes Benz, conducidas por mujeres en su mayoría, que ya traen un sistema hidráulico para bajar a ras de piso y así facilitar el ascenso y descenso de sillas de ruedas y adultos mayores; tienen rack para bicicletas, wifi y un sistema de prepago para ya no pagar en efectivo. También se hizo un replanteamiento de rutas para eficientar tiempos y hasta carriles exclusivos para transporte, con paradas dignas, se construyeron.
No es fácil, por supuesto que no, pero reconocer el problema y plantear soluciones donde se beneficien usuarios, transportistas y por ende, el estado, es una señal de buen camino.
@YamiriRodriguez