* CAFÉ DE MAÑANA
/Por José Luis Enríquez Ambell
Expresiones y manifestaciones libres, movilizaciones y marchas, sin acarreados, resultan toda una expresión social que muestran cómo se viene cimentando una cultura entre la población en ese sentido.
Este domingo convocaron a la Marcha por nuestra democracia 2024, movilización ciudadana que exige respeto a la autonomía electoral en los comicios del 2 de junio próximo a través de concentraciones en poco más de 100 ciudades entre México y el extranjero. Ésta fue la tercera edición, pues ya se habían realizado en noviembre de 2022 y febrero de 2023.
Las marchas, con el paso de los años y el tiempo, se han venido organizando en los mejores términos y, por eso, resultan toda una cultura de las movilizaciones para el reclamo social, pero es evidente que han bajado de la intensidad en términos de la agresión a las personas y a los inmuebles.
Incluso habremos de coincidir en que se observa ya existe una especie de mejor madurez en “la cultura de las movilizaciones sociales y hasta en el reclamo ciudadano”, y todos deseamos se reconozcan por ser en forma pacífica sobre todo si se trata de reclamar algo justo – como es ahora – y que se entiende es para mostrar músculo, pero el que no sea con ánimo agresivo, ya es ganancia.
Tengo la impresión que en lo general este domingo el aparato logístico diseñado entre y las organizaciones civiles que convocaron y el dispositivo de seguridad oficial, resultaron sin sobresaltos en la movilidad de todos los participantes, pues no se conocen daños sufridos por los habitantes ni en sus bienes.
Las marchas de ahora ya no son aquellas del 2006 y 2012 de Andrés Manuel López Obrador, y con antecedentes graves por los daños y pérdidas económicas que causaron a la población, al comercio, las afectaciones a negocios y hasta a viviendas.
Hoy es diferente. Debe reconocerse, más allá que se acepten, critiquen o se crean justas o injustas, pues en esta ocasión la alegría que todos los promotores, organizadores y participantes expresaron, busca una mayor y mejor conciencia social, y no el de polarizar a la sociedad.
La dominical marcha resultó sin insultos, y toda movilización será mejor siempre que así sea y, sobre todo, cercana a festejar el día de El Ejército, y La Bandera Nacional, pues además nuestro Lábaro Patrio es mucho más que cualquier diferencia o expresión social. ¡Viva México!
DE SOBREMESA
Estas marchas también son una forma de dinamizar la economía, y cubren al sector comercio en lo formal e informal en términos monetarios; es decir, les hace sonar la caja registradora con débito, crédito o en efectivo.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
Después de esta marcha, podría darse algo poco común en el mundo: el ver marchar a un Presidente por las calles -y pues ahora los patrones sociales, la conducta y situación cambiaron- pero no con motivo de algún desfile cívico, militar o deportivo dentro del calendario oficial, sino para intentar responder al músculo social dominical de la Marea Rosa.
UN LECHERO LIGHT DESLACTOSADO
El mal humor y hartazgo social se hicieron presentes en marcha y concentración a convocatoria de la Marea Rosa.
¡ ES CUANTO !
José Luis Enríquez Ambell
enamjl62@gmail.com; enriquezambell@gmail.com