24.09.2023/ BPNoticias.- En un mundo en constante evolución, las sociedades, culturas y naciones han comenzado a abrirse a la diversidad sexual y de género. Sin embargo, un término ha surgido como arma de desestimación y desacreditación en esta lucha por la igualdad y el respeto a la identidad y sexualidad personales: la “ideología de género”.
Este término, que no existe y fue inventado y utilizado de manera negativa y despectiva, se ha convertido en una herramienta clave en manos del patriarcado para socavar los avances hacia una sociedad más inclusiva y justa.
La primera artimaña que se emplea al referirse a la ideología de género es la palabra “ideología” en sí misma. Se pretende tachar las ideas de igualdad, empoderamiento y respeto hacia la diversidad sexual y de género como dogmáticas o extremistas.
Esta estrategia busca desviar la atención del verdadero propósito de estas ideas, que es promover una sociedad en la que todos tengan la oportunidad de vivir sus vidas auténticamente, sin ser juzgados ni discriminados por su identidad de género u orientación sexual.
El patriarcado, consciente de que su poder y control se ven amenazados por los movimientos feministas y de diversidad sexual, utiliza la noción de la ideología de género para denostar y desacreditar estas luchas.
Argumenta que estas ideas van en contra de la “naturaleza” y de la “familia tradicional”, sugiriendo que promover la igualdad de género y el respeto a la diversidad sexual socava los cimientos de la sociedad. Esta retórica se basa en estereotipos de género y roles tradicionales que perpetúan la desigualdad y el sexismo.
Es crucial comprender que la ideología de género no es una categoría real dentro de las ciencias sociales ni una teoría dogmática. Es un constructo creado por aquellos que se oponen a los avances en los derechos de las mujeres y la diversidad sexual. Este término se ha utilizado para deslegitimar las legítimas demandas de igualdad y justicia por parte de las mujeres y las personas de diferentes identidades de género y orientaciones sexuales.
En lugar de caer en la trampa de la ideología de género, es esencial que la sociedad reconozca la importancia de abrazar la diversidad y promover la igualdad de género. Las personas tienen el derecho de vivir sus vidas de acuerdo con su identidad y orientación sexual sin temor a la discriminación o el ostracismo. En última instancia, la lucha contra la ideología de género es una lucha por la igualdad y el respeto, y no debe ser tergiversada ni desestimada por aquellos que buscan mantener un status quo injusto y discriminatorio.
El Patriarcado y la Pederastia: Un producto del sistema, no de los estudios de Género
Es importante abordar otra preocupación que ha surgido en este contexto. La pederastia, un grave delito contra los derechos de los menores, a menudo se ha utilizado como un punto de conflicto en el debate sobre la igualdad de género y los estudios de género.
Sin embargo, es esencial comprender que la pederastia no es un producto de los estudios de género ni de la promoción de la igualdad de género, sino más bien un síntoma de la opresión y desigualdad perpetuados por el patriarcado.
La pederastia, al igual que muchas otras formas de abuso y violencia sexual, está arraigada en las estructuras de poder y desigualdad de género.
El patriarcado, y hasta que no lo entiendan sus defensores, perpetúa nociones de superioridad masculina y control sobre los demás, crea un ambiente propicio para el abuso sexual. Es importante no confundir el análisis crítico de las estructuras de poder patriarcales con la promoción de la pederastia.
