No puedo respirar.
Por Mina Moreno.
La noticia.
Suena el celular, son las 3.30 de la mañana, de un viernes 17 de julio 2020, cuando veo el mensaje me sorprende, es la placa del tórax de pulmón de Juan Hernández y un mensaje “comienza mi primer día de lucha contra el Covid19”.
Después, de eso siento una profunda tristeza al pensar, que se cumplió su temor más profundo, enfermar de Covid19 en Palacio Nacional.
La atención médica y prueba de Covid19 fue en un hospital privado en el norte de la ciudad de México, el costo tan elevado de la placa, consulta y medicamentos, se llevó los ahorros de Juan, tenía días sintiéndose mal, débil, con temperatura, con tos, con dificultad para respirar, dos médicos lo habían revisado ya le dijeron es gripa, es estrés, es el viento frío, lo medicaron, sólo disfrazaron los síntomas y agravaron su condición clínica, hasta llegar al punto de decirme, no puedo respirar, ese fue el punto de quiebre.
La Censura.
A las 4.38 de la mañana de ese viernes, en un chat de periodistas hago del conocimiento la condición médica de Juan, apeló a su humanidad y escribo:
“Buenos días a todos, se que el gremio periodístico no es muy unido lamentablemente, sin embargo apelo a su humanidad y demostremos apoyo y empatia con Juan Hernández está muy enfermo, una oración y un acto de ayuda aunque él no lo pida, es lo menos que podemos hacer.
Cuando lo pasaron a las tardeadas de Gatell, le dije que era muy malo, porque no sanitizan entre conferencia y conferencia, se pasan el micrófono sin ninguna medida y otras estupideces más, que hacían en Palacio Nacional, que yo las sabía porque en el primer brote yo entrevisté a varios periodistas.
Hoy Juan está muy delicado.
Juan ama su trabajo, como ama la vida, pelea las entrevistas aunque últimamente se las han querido robar, cuando entrevistó al Doctor Gatell estaba contento, pues él peleó por esa entrevista.
Hoy apeló a humanidad y den a Juan un mensaje de apoyo y soliraridad, de humanidad”.
Un par de horas más tarde, vuelve a sonar el celular es Juan quien llama, escucho su voz, hay un cesio en la respiración, apenas artícula palabra, no se le entiende casi nada, respira con mucha dificultad, su voz es muy débil pregunta ¿porqué les dijiste que estaba enfermó?
Mi respuesta es contundente, porque estar enfermo no es un estigma y necesitas atención especializada, o te mueres.
Ese mismo día, en la tarde el Portal SDPnoticias que dirije Federico Arreola publicó “El reportero Juan Hernández da positivo a Covid19, asistía a las Conferencias de López-Gatell” , la publicación sólo duró un par de horas, debido a que “alguien” se comunicó con el medio y “amablemente” les solicitaron se bajará la nota.
Sin embargo, yo realice las correspondientes tomas de captura para documentar la censura y el segundo brote de contagio en Palacio Nacional.
Lo mismo, sucedió con los mensajes que los periodistas Irving Pineda y Bianca Marroquín, publicaron en su cuenta de Twitter donde hicieron referencia del contagio, fueron retirados.
Sin embargo, fueron recuperados por mi compañero y amigo periodista Gildo Garza, juntos un grupo de periodistas independientes, decidimos hacer pública la denuncia de la censura que desde Presidencia y la Secretaría de Salud, estaban realizando para a toda costa ocultar el segundo brote de contagios de Coronavirus en el Palacios Nacional.
La nota en el Portal Cambio lleva 13, 930 lectores, sin embargo en Facebook la nota sufrió censura.
Por mi parte, tome la decisión de no retirar el tuit de mi cuenta personal, a través del cual hago publicó el segundo brote de Covid19 en las tardeadas de Gatell.
Al igual, que la primera vez que publique sobre las deficiencias, fallas y contagios, de coronavirus en el “selecto” grupo de periodistas que contidianamente asisten a Palacio Nacional y que titule “Crónica de un contagio en Palacio Nacional” , el estado mexicano a través de sus agentes como son la Secretaria de Salud, buscaron ocultar y censurar a toda costa la verdad histórica, de la realidad en las murallas inquebrantables del palacete virreinal desde el cual encuentra asentado el presidente López Obrador.
La confirmación.
El viernes 17 de julio a medio día, se le práctico a Juan Hernández la prueba en el Instituto de Diagnóstico y Referencias Epidemiológico, “Dr. Manuel Martínez Báez” mejor conocido por sus siglas como INDRE, que es la institución dependiente de la Secretaría de Salud de México, encargada del diagnóstico, control, referencia, investigación y desarrollo tecnológico para la vigilancia de enfermedades epidemiológicas.
Y, fue hasta el lunes 20 de julio 2020 que Juan recibió la confirmación positivo en coronavirus, en el diagnóstico se lee: “Pos- rRT-PCR.Diagnóstico Inicial Cov-2. Diagnóstico Final Cov-2. SARS-Cov-2.”
A partir, del comunicado oficial de la Secretaría de Salud, la dependencia recrudece su campaña para censurar e inicia a través de su jefe de prensa Martha Cabrera, una carrera contra cualquier publicación periodística que documente el segundo brote sobre Covid19 en los terrenos presidenciales de Palacio Nacional.
Ese mismo día, Martha Cabrera consigue mi número de celular y comienza a mandar mensajes y a realizar llamadas durante todo el día hasta 10 minutos, antes de la conferencia de las 7 de la noche de López Gatell.
Nunca le contesté, mi respuesta fue el silencio, sabía porque llamaba, lo ha realizado con otros compañeros periodistas, con portales digitales, con televisión, radio y prensa escrita, amablemente se los chamaquea bajo un argumento falaz los invita a retirar toda nota que afecte al Dios Gatell.
Es comprensible que los medios de comunicación cedan en primerísimo lugar, no son abogados y la gran mayoría tienen celebrado contrato de publicidad con el Gobierno Federal.
Así, han logrado la contención de la información de manera efectiva, la mayor parte de la prensa mexicana cede y callan ante el oficialismo mexicano.
Así, se ocultan los verdaderos números de contagios y muertes por Covid19 en México.
Se utilizan todo tipo de argucia, de engaño, de chantaje, de añagaza, que inhiba, que desmotive la publicación de un segundo brote de Coronavirus en Palacio Nacional.
La historia oculta.
Sin embargo, la alarma de un segundo brote de contagios en las tres conferencias de la tarde en Palacio Nacional, se había encendido varios días antes, ya había sido reportado otro periodista con síntomas y varios de los que asisten, se les había llamado para comunicarles que irían a cuarentena.
Amablemente les indicaron ser discretos, como lo hicieron en el primer brote de contagios.
La enfermedad y la muerte.
Dos cosas que no se pueden ocultar, la desgracia azota al país, han enfermado más de 349 mil y muerto miles más en México, según las cifras oficiales, pero sabemos que la realidad es mucho mayor, son diez veces de lo declarado públicamente, los hospitales están saturados, familias enteras están contagiadas o han muerto, algunas sólo ha sobrevivido sólo uno o dos miembros, los panteones están ya saturados, como lo están los crematorios, ya hay reporte de casos de personas cayendo muertas en las calles de Oaxaca, Ciudad de México y Puebla, por sólo mencionar algunos lugares, a otros los mandan a morir a sus casas, pero nada de eso importa, empezando por los contagios en Palacio Nacional.
Ocultamiento y censura, la política gubernamental, crimen de lesa humanidad.
Los crímenes de lesa humanidad
suponen un ataque grave a los derechos humanos personalísimos fundamentales que, por su crueldad, suponen un agravio no sólo a las víctimas concretas, sino a la Humanidad en su conjunto.
En el artículo 7 del Estatuto de la Corte Penal Internacional se establece el concepto jurídico de este tipo de crímenes, dentro del catálogo destaca los actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente, contra la integridad física o la salud mental o física de los individuos.
La Secretaria de Salud y su vocero oficial Hugo López Gatell lleva meses maquillando la información dada a la sociedad respecto al manejo de la pandemia del Covid19, un día da un dato y oculta otro también, silencian amablemente a medios sobre todo si se trata de contagios dentro de las murallas del palacio mexicano.
La supresión de material de comunicación que es considerado dañino o inconveniente o innecesario, para el oficialismo mexicano ha sido efectivo, la prueba está en que desde el viernes 17 de julio hasta el cierre de este reportaje, ninguna televisora como Azteca Noticias, Televisa, Multimedios, Grupo Imagen, ni tampoco ninguna estación de radio o periódico escrito ha emitido una sola nota sobre el segundo brote de contagio de Covid19 en Palacio Nacional.
La censura en México.
Tan antigua como el mismo nacimiento del México independiente ha sufrido cambios dependiendo la época, sin embargo, sigue siendo toda una institución oficial ejercer la censura en medios de comunicación.
Por décadas, los gobiernos o políticos mexicanos la han ejercido, mandaban personas a las imprentas para sabotear los tirajes echando miel en las máquinas para detener la producción, golpeaban a los editores, los amenazaban o incendiaban el edificio como, en los casos de El Pueblo de Hermosillo en 1928 y el Diario de Guadalajara en 1933.
En México, la violencia y censura contra periodistas se ha incrementado hasta convertirlo, en el quinto más peligroso del mundo, para ejercer el periodismo.
Y, hoy también, el actual gobierno mexicano ejerce la censura institucional como un deporte nacional, a través de sus diversos agentes gubernamentales, más si atañe a un segundo brote de contagio de Covid19 en Palacio Nacional.
Corolario.
Con motivo de la realización de una sesión física, en la Permanente de la Cámara de Diputados, se exigió como requisito indispensable impuesto por la mesa directiva, la práctica de la prueba de Covid19 a todos los periodistas, personal y asesores de diputados e incluidos los legisladores, para poder acceder a las instalaciones del recinto legislativo.
El viernes 26 de junio 2020 Juan Hernández se había realizado la prueba de Covid19 y el resultado fue negativo.
Sin embargo, en las murallas de Palacio Nacional poco importa la vida humana, se desprecia, impera la víscera, el capricho y la mala fe, genera un mal ejemplo para la sociedad, en aras de una falsa seguridad.
El día lunes 20 de julio en su conferencia de cada tarde, ante una sola mención del caso de coronavirus de Juan Hernández, López Gatell evadió el tema y sólo contesto “haré llegar la petición de conferencia virtual”
Demostró con ello, el abuso del poder, pues no contestó alevosamente el tema y evadió aclarar la información sobre el segundo brote de Covid19, exhibiendo una vez más que el Poder marea, los hace creerse dioses, lástima que sólo sean de barro.