/ Por Inocencio Yáñez Vicencio./
La marcha por la defensa de las instituciones republicanas y las condiciones y reglas democráticas, este domingo 18 de febrero, fue nacional, fue en las principales plazas del País. Yo asistí al Zócalo de la CDMX, pero quiero felicitar a quienes salieron a manifestarse a las calles de Xalapa, porque ni la lluvia ni el viento quebraron su voluntad por salir a luchar por sus libertades.
He asistido a varias manifestaciones en la capital de la República, por muchas causas pero en esta ocasión me produjo una enorme emoción convivir con personas de las diversas extracciones, pero que todas coincidíamos en no cruzarnos de brazos ante la depredación que está realizando Morena, con nuestro patrimonio y nuestras libertades.
No, no fue una marcha partidista. A pesar que los partidos no la convocaron ni la encabezaron, no faltan algunos que por jumentos o por hacerlo por encargo para descalificar esta insurgencia democrática, así la ven. Sobre lo que sería la calle 5 de febrero había tres o cuatro camiones escolares que no transportaron a ningún manifestante, a pesar de que existen colectivos lastimados por las acciones de cerrazón e intolerancia del actual gobierno. Todos asistimos por convicción y por propia voluntad. Fue, como me dijo mi amigo Anuar, la recuperación de las calles y las plazas cívicas por los no acarreados.
Esta vez ni los rumores ni los presagios de violencia inhibieron a los partidarios sinceros de la de libertad y la democracia. No, porque cada día los ciudadanos saben que los vándalos están en Morena. Cuando los animadores nos pidieron a los que ya ocupábamos la Plaza de la Constitución que nos replegáramos para que se viera la posibilidad de que entraran algunos contingentes localizados en las avenidas adyacentes, fue admirable y conmovedor ver como las personas se recorrían y juntaban. Esa es fraternidad, solidaridad e igualdad. El grito de: Narco Presidente! No vino de quienes arengaban. Fue espontáneo y surgió de abajo. Amlo debe aceptar que eso ya permeo, vino de abajo, porque ya está en toda mente mexicana. Así va a pasar a la historia. Ya hizo historia.
Cuando se anunció al único orador, las expresiones de los concurrentes fueron de cariño y de reconocimiento hacia Lorenzo Córdova Vianello. Se podía escuchar cómo tanto de la gente que tenía cerca como otras más distantes: “Como ha defendido a la democracia ese hombre”. Sin una gran voz y sin estridencias, pero cuyas palabras salían de la congruencia, fueron recibidas por los receptores con atención y devoción.
Lorenzo Córdova Vianello, pronunció un discurso impecable. Muy diferente a la propaganda que un día antes hizo circular Loret de Mola, del “Gran” Enrique Kraus, exaltando y reduciendo la historia, como historia de caudillos, el exconsejero presidente del INE, dejó muy claro que nuestra democracia no nos cayó del cielo y que es producto de generaciones. Seguramente a un académico no le era fácil acomodar sus ideas a una arenga de plaza, pero tomando en cuenta los distintos escenarios, el académico y el político, lo hizo extraordinariamente bien. Hizo énfasis en que no únicamente están siendo amenazadas las reglas sino también las condiciones que la hacen posible.
Creo -y esta observación es sólo propositiva y con el fin de provocar su discusión- que tenemos que enfatizar y explicitar que las instituciones republicanas y las constituciones y reglas democráticas tienen un origen y un sustento distinto. A través de la historia hay repúblicas sin democracia y democracias sin repúblicas. La Gracia Clásica conoció la democracia directa pero no la República. A propósito toca a Solo dar los pasos más firmes de las condiciones y a Clístines fundar la democracia. La Antigua Roma reemplaza la Monarquía por la República, peo no conoce la democracia y la transición hacia el régimen imperial no es obra ni de César ni de Augusto, es resultado de que el expansionismo no podía encararlo con generales que a cada rato tenían que consultar al Senado, asamblea que ya era una fachada cuando se funda el Imperio. Las repúblicas, ciudades italianas que empezaron a desarrollar en las últimas décadas del siglo XI, fueron aristocráticas. Hoy mismo tenemos naciones que oficialmente son monárquicas pero que son democráticas.
Dijo Lorenzo Córdova que nuestra democracia es joven. Claro que es joven, como jóvenes son la mayoría de las democracias. Con excepción de Estados Unidos e Inglaterra… todas las democracias son jóvenes y muchas han sido colapsadas al estallar la Segunda Guerra Mundial. En este caso tampoco su ausencia se debe a demonios. Se debe a que salvo la India, la estabilización de la democracia necesita de condiciones de desarrollo. Los Estados Unidos tuvieron éxito porque los fundadores de esa nación partieron de una homogeneidad y no tuvieron resistencias feudales, la democracia para ellos fue un mecanismo para ponerse de acuerdo a una colectividad que no tenía sustanciales diferencias, por ser una parte que de una nación que huía de rigideces que la distancia relajó.
Con Porfirio Díaz tuvimos elecciones, pero eran una fachada, como ahora quieren hacerlo. Madero era un miembro de las élites porfirista, que planeaba un régimen porfirista sin Porfirio Díaz, por eso dejó intacto al ejército federal contra el que combatió y dejó intacto los negocios del dictador. No obstante la derecha ahogó en sangre la puesta de la democracia que los revolucionarios pusieron en vigor en 1910, obligando a la radicalización de los revolucionarios, enseñándoles que en nuestro país la democracia sería gradual y creando las condiciones para que la disputa por el poder se escenificara con reglas y pacificara, para lo cual los revolucionarios fundan en 1929 el PNR- PRM- PRI y los hacendados, latifundistas, cristeros, patrones, crean en 1939 el PAN.
La búsqueda del voto llevó a ambos partidos a abrirse a oportunistas y vaciarse de contenido hasta convertirse en partidos de todo el mundo, con lo que los principales sectores sociales quedaron expuestos a ser seducidos por demagogos, ya que al vaciarse la batalla se centró en quién era el más corrupto, porque al abandonar las causas los intereses clasistas, que se supone los partidos expresan la lucha se desplazó al plano moral, a ver quién resultaba más embarrado y desde luego en esto quedaba en desventaja el que estaba en el poder, con lo que quedaron desacreditados los partidos como interlocutores de la sociedad y su lugar lo han venido ocupando las cámaras empresariales, las iglesias, las televisoras, las radioemisoras y demás corporaciones.
Lo paradójico es que fueron los grupos patronales y confesionales, como nadie, con su obstinación por descalificar a la policía para la toma de las decisiones comunes, las que provocaron que un personaje como Amlo, aprovechara el descrédito de la política y los políticos y dado que no se hacía distingos, se colocara fuera de la política e hiciera política atacando a la política y a las elites y mafias del poder.
La derecha no aprende. Miren. No tienen problemas para encontrar un orador abierto, sensible, serio, culto, preparado y con el cual la pluralidad se siente representado, será porque habla y se va, pero cuando hubo necesidad de buscar un candidato común, no sectario, no ignorante, no ligado a cúpulas patronales ni confesionales, entonces se agandalló su capitán Claudio X González y hasta suspendió su elección e impuso a quien sólo se conocía por andar mentando madres. La quieren presentar como sociedad civil (ahí cabe todo), cuando todos sabemos que es panista. Parece que Amlo la necesitaba mucho confiando en que su peor corcholata ante ella se vería superior. La mayor tontería que hoy puede decirse es le estorban los partidos. No señores, abran los ojos, ya pasaron más de quince días, sin los partidos Xochitl no sería nada ni nadie. En pocas palabras. La Coalición no tiene un candidato que represente a todos. La derecha quiere hacer pasar una candidata sectaria por común. El Papa no le da una audiencia privada a cualquiera. El clero de México concertó la audiencia de Xochitl y para que no pareciera que toma partido también la de Claudia, con la esperanza de que con esta bendición salga ganando la panista. Porque está muy claro a quien representa Xochitl, es que una y otra vez Lorenzo Córdova machacó: esta marcha no es ni en contra ni a favor de ninguna candidata. Es en defensa de la democracia -y yo diría- en defensa de la República. Porque muchos no quieren hablar de República porque la libertad republicana es mucho más que la libertad como no intervención, pues el reconocimiento de los grandes problemas que aún existen, debe ir acompañado de la libertad como no dominación, porque sin ella todo es demagogia.
Hicimos esta marcha para demandar la restauración de los equilibrios republicanos, para que se respete la división de poderes, para que el poder deliberativo delibera y no se impida cambiar hasta puntos y comas y nunca más se insulte de vende patrias y se denuncie penalmente a los diputados opositores por votar contra las iniciativas del presidente, porque no se agreda al poder judicial por hacer justicia constitucional y menos -como Cuitlahuac lo hizo- se asesine simbólicamente a los ministros de la SCJN y quienes la integren cumplan con los requisitos académicos y morales, porque sus miembros y todos los magistrados y jueces respondan a su prestigio y reconocimiento científico y no a elecciones de mayorías partidistas. Porque se respeten los órganos que permiten tener información, transparencia, rendición de cuentas y control sobre los gobernantes. Que los derechos de las minorías estén jurídica y políticamente representados.
Discutamos indebida facultad del presidente para proponer ministros de la Suprema Corte y de igual manera la absurda facultad para que una minoría de cuatro ministros pueda impedir que impere el principio de constitucionalidad. Abramos el debate, como dijo Lorenzo Córdova, para ir hacia delante no para retroceder.
Amlo no sólo está rendido ante el narcotráfico, ahora ha hecho de él su brazo operativo electoral, para eliminar la estructura de la oposición en las casillas para que Morena se despache a diestra y siniestra, la Guardia Nacional la sube a los templetes de sus candidatos, no únicamente tiene al Ejército en las calles sino que lo tiene operando aduanas, puertos, aeropuertos, empresas, con lo que es ya inocultable que estamos ante la presencia de un régimen militar. El error es querer combatir un populismo disfrazado de izquierda con otro populismo de derecha, patronal y clerical. De esta manera se cancelan alternativas. Necesitaremos llamar a todas las fuerzas más amplias de la sociedad para votar por diputados, senadores y gobernadores de la coalición Fuerza y Corazón, para defender la República y la democracia, sin renunciar a los proyectos que expresan la pluralidad de la nación, para poder darle a la ciudadanía una opción de un futuro más justo y con menos desigualdades.