- Escrito por Wendy Rayón Garay .
23.03.2025 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- Este 2025, el Consejo Ejecutivo de la Organización de Naciones Unidas, para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO) seleccionó a la mexicana Gabriela Ramos, Subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas, como una de las tres personas candidatas para la Dirección General del organismo siendo esta una oportunidad para que México aumente el liderazgo internacional femenino y dar otra perspectiva.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial y su Informe Global sobre la Brecha de Género 2023, podría tomar 131 años cerrar la brecha de género. Por ello, hoy más que nunca, se necesita que las mujeres accedan a cargos que impliquen tomar decisiones que impactarán en la vida de miles de niñas y mujeres que hoy las lleva a representar al 52% de la población.
Anteriormente, Irina Bokova hizo historia al romper el techo de cristal y convertirse en la primera Directora General de la UNESCO durante dos periodos consecutivos de 2009 a 2017. Después le precedió Audrey Azoulay quien continúa en el cargo hasta finales de este año.
Ahora, Gabriela Ramos, colocada por la presidenta Claudia Sheinbaum cuando la UNESCO invitó a los Estados Miembro a mandar a las personas candidatas, podría ser la primera mujer mexicana en ocupar la dirección general y la tercera en romper el techo de cristal. Asismismo, continuar tomando desiciones para trazar un mejor futuro a las niñas y mujeres del mundo.
De acuerdo con una carta del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, Gabriela Ramos estará compitiendo contra Khaled Ahmed EL-ENANY ALY EZZ de Egipto y Firmin Edouard Matoko del Congo. Próximamente, el 9 de abril de 2025, las tres personas seleccionadas serán entrevistadas durante la sesión 221 del Consejo Ejecutivo.

Gabriela Ramos, quien es y su paso por la UNESCO
Gabriela Ilian Ramos Patiño es originaria de ciudad Hidalgo en el estado de Michoacán, México. Es economista, diplomática y funcionaria internacional mexicana. Se graduó como internacionalista por la Universidad Iberoamericana y posteriormente hizo una maestría en políticas públicas en la Universidad de Harvard.
Entre 1089 a 1993 fue Miembro y Asesora del Secretario de Relaciones Exteriores como parte del Servicio Exterior Mexicano (SEM) donde Participó en el equipo organizador de la primera Cumbre Iberoamericana.
Dos años después, fungió como Directora de Asuntos Económicos del Ministerio de Relaciones Exteriores (SRE) al contribuir a la agenda de participación económica global de la Secretaría de Relaciones Exteriores, supervisando la integración de México a la OCDE tras su adhesión en 1994. Fue la negociadora principal de la Convención Anticohecho de la OCDE, adoptada en 1999.
En 1998 y durante un año, fue Socio fundadora y presidenta de Consultoría «Pórtico» que se dedicaba a dar asesoría sobre políticas públicas. Aquí colaboró con el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) para garantizar el derecho al voto de los mexicanos en el extranjero; con la Comisión de Asuntos Internacionales del Congreso para el impulso de una campaña ambiental que evitaría la construcción de una planta de sal en una reserva de la biosfera.
También desarrolló el cargo de Directora del Centro de la OCDE para México y América Latina en noviembre de 1999. Contribuyó al desarrollo de políticas basadas en evidencia, impulsó el «Foro para México» junto al Banco Mundial, el BID y la CEPAL; supervisó estudios sobre México en materia de educación, salud y competencia que contribuyeron al avance de reformas políticas y al fortalecimiento institucional.

Entre 2006 a 2020 laboró dentro de la OCDE, primero como Subjefa del Estado Mayor y en 2008 ascendió a jefa. Su papel ayudó a transformar la OCDE que pasó de ser una institución académica centrada en países avanzados a un centro de excelencia en políticas que apoya a países en todos los niveles de desarrollo. Es reconocida por defender la igualdad con la Estrategia de Género en 2011 y programas nacionales.
Al mismo tiempo estuvo en el G20 y G7 donde incrementó el impacto de las contribuciones de la OCDE a nivel de liderazgo. Entre sus logros se incluyen la labor de transparencia fiscal internacional, el objetivo de género para reducir la brecha de participación laboral (y la creación del W20), las contribuciones al Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y el trabajo en la agenda digital, incluyendo los principios de la IA.
Desde 2020, se ha desempeñado como Subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO en Paris, Francia. Desde este cargo, gestiona el sector de política social de la organización; promueve la toma de decisiones basadas en la ciencia, combate del racismo y la discriminación; lidera una iniciativa pata el uso de la IA desde la ética; y ha transformado este Sector en un área líder dentro de la organización, incluyendo la reestructuración estratégica, la contratación de los mejores talentos y el aumento significativo del apoyo financiero.
Su visión para la transformación de la UNESCO
Gabriela Ramírez, quien tiene la posibilidad de ser la nueva Directora General de la UNESCO, apuntó que, ante el incremento de conflictos armados y sociedades polarizadas, la UNESCO necesita un propósito claro y un plan de acción contundente el cual se desarrolla en los siguientes puntos:
- Educación: garantizar inversiones suficientes en educación, ya que el actual presupuesto educativo a nivel mundial ha incrementado del 3% al 6% del PIB sin traducirse a mejores resultados económicos o bienestar. La nueva estrategia debe integrar la ciencia y tecnología en políticas sociales y educativas; implementar más humanidades (artes, filosofía y ética) en la agenda internacional; difundir valores, comportamientos y capacidades que permitan convivir en paz entre estudiantes; fomento de la inteligencia socioemocional, empatía, comprensión y pensamiento crítico.
- Cultura: consolidarla como un bien público a través de su cuantificación en la contribución de la cultura en los resultados económicos y sociales para presentarla a quienes toman decisiones financieras; apoyar la restauración, reconstrucción y apoyo a los sitios de patrimonio lanzando proyectos específicos; y buscar asociaciones con mega eventos deportivos para construir sociedades más inclusivas.
- Ciencia: promover mayores inversiones en ecosistemas científicos, sobre todo en la inclusión de las mujeres; garantizar el acceso a la ciencia y tecnología; mapear los sitios científicos dañados por conflictos bélicos; continuar con las misiones científicas internacionales para encontrar soluciones concretas como la gestión espacial o las ingenieras climáticas.
- Tecnología: aprovechar la implementación de la ética en la Inteligencia Artificial y la infraestructura de plataformas digitales de la UNESCO para abordar las necesidades de financiación, experiencia, competencias, instituciones y conectividad, en particular de los miembros más rezagados; seguir investigando y abordando el papel de las redes sociales en el bienestar de los jóvenes o en el futuro de las democracias.
- Ampliar la voz de la UNESCO: Un área prioritaria es el empoderamiento de las mujeres y contrarrestar la represión contra sus derechos a través de diferentes programas; asegurar su participación en el deporte y la ciencia; y garantizar su bienestar y combatir la discriminación en todas sus formas.
- Reformar la UNESCO de forma interna: crear una agenda integral con reformas para que el organismo sea más ágil, eficiente y transparente. «Debemos alejarnos de una organización jerárquica, orientada a procesos, con exceso de trámites y cerrada», señaló Gabriela Ramos.