• Los mensajes religiosos con connotaciones de odio representan un ultraje a la dignidad humana, toda vez que incitan a la violencia y a la discriminación sistemática, indica la diputada de Morena.
• Los mensajes religiosos con connotaciones de odio representan un ultraje a la dignidad humana, toda vez que incitan a la violencia y a la discriminación sistemática, indica la diputada de Morena
22-09-2022 (Notilegis).- La diputada Salma Luévano Luna (Morena), presidenta de la Comisión de Diversidad, presentó una iniciativa para establecer en la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público que las asociaciones religiosas deberán abstenerse de proferir discursos de odio.
La legisladora expresó que México se caracteriza por ser un país conservador, pero también respetuoso de las creencias religiosas, en el que existe libertad de culto sin temor a represalias.
Sin embargo, afirmó en un comunicado que “una gran cantidad de líderes religiosos se han opuesto a nuestros derechos fundamentales, categorizando a la población LGBTIQ+ como un lastre social y pecador, y contra el que han incitado al linchamiento bajo el argumento de una falsa libertad de expresión que sabemos debe de tener límites”.
Informó que el 28 de junio de 2020 la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos, en pronunciamiento público, señaló que los mensajes religiosos con connotaciones de odio representan un ultraje a la dignidad humana, toda vez que incitan a la violencia y a la discriminación sistemática.
En ese marco, puntualizó que también se busca considerar a estas expresiones como infracciones a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, cuando ocurren en el ejercicio de las actividades de estas organizaciones y en medios de comunicación.
Comentó que en México son cada vez más comunes las declaraciones contra la población de la diversidad, particularmente por personas integrantes de cultos religiosos, sin que ello tenga consecuencias penales ni administrativas.
Recordó que, en su momento, el obispo de Aguascalientes declaró que los legisladores católicos tienen el deber moral de votar en contra de los proyectos sobre uniones homosexuales, porque este tipo de uniones afectan el bien común, y que las preferencias de las comunidades homosexuales son una enfermedad como la sífilis y la gonorrea.
“Con esta iniciativa les haremos entrar en razón, porque su Dios también es mi Dios; porque mi fe también vale, porque mi lucha es para hacerles frente en esta voz otorgada para representar a quienes no se les escucha, hasta que la dignidad se haga costumbre”, concluyó.