La sucesión de Sarita

Sin tacto

Por Sergio González Levet

Faltan largos -o cortos, según quién- once meses para que haya el cambio en la Rectoría de nuestra Universidad Veracruzana, y los aires de fronda ya se dejan sentir en todos los campus y en todas las escuelas y oficinas.
Los viejos empleados hacen sus cábalas alrededor de quienes son mencionados como posibles sucesores de la primera mujer Rectora que tuvo la máxima casa de estudios de Veracruz; los que se sienten con posibilidades enredan sus sueños en las noches y en el día imaginando una u otra situación en la que se verían metidos si llegaran a ocupar el puesto anhelado/ansiado. Y así…
Un amigo lector me reprocha que en la entrega de “Sin tacto” del 14 de septiembre dije una inconsistencia:
“Agregue usted a tres ex rectores: el recordado doctor Salvador Valencia Carmona, y con el mismo título, Víctor Arredondo Flores y Raúl Arias Lovillo.”
Confieso mi culpa porque, como en efecto me recuerda mi cofrade universitario, ninguna persona que haya sido Rector, ya sea por uno o por dos periodos, puede volver a ocupar el cargo.
Bueno, ni el recordado Juan Maldonado Pereda, si viviera, hubiera podido aspirar a dirigir los destinos de la UV porque fue Rector solamente diez minutos, durante la gubernatura de don Rafael Murillo Vidal.
Rectifico entonces, y digo en cambio, eso sí con certeza, que ninguno los tres ex rectores aludidos puede estar en la lista de aspirantes, aunque bien caben en la de quienes ven con buenos ojos que sucediera a Sarita el doctor Jorge Manso Denes, Director del Centro de Investigaciones Cerebrales, a la que hay que agregar al bien recordado Rafael Hernández Villalpando.
La lista no exhaustiva se puede completar con Martín Aguilar Sánchez, quien fuera Director del Instituto de Investigaciones Históricas y Sociales, y sería el candidato, digamos, de la izquierda universitaria si eso existe.
Hay tres personajes que forman parte sustancial del bagaje histórico de la UV y deben ser nombrados, aunque en ellos pesa el dilema de la edad, que sobrepasan de acuerdo a lo que exige la Ley Orgánica de la UV:
1. Luis Hernández-Palacios, miembro distinguido de una familia aún más distinguida para la Universidad, en la que están su padre, el añorado Rector don Aureliano Hernández Palacios, y sus hermanos la distinguida doctora y escritora Esther, y el actuario Fernando Hernández-Palacios Mirón.
2. Ricardo Corso Ramírez, que ha sido de todo en la Universidad, menos Rector. El doctor en historia prácticamente forma parte del inventario intelectual más valioso de la UV.
3. Enrique Levet Gorozpe. El dirigente de la Fesapauv y de la combativa Conferencia Nacional de Trabajadores Universitarios reúne las condiciones para ser la máxima autoridad de la universidad que tanto quiere y en la que ha dejado su vida.

Bien, esos son los primeros nombres. De entre ellos puede salir quien dirigirá los destinos universitarios del 1º de septiembre de 2021 al 31 de agosto de 2025, cuando menos.
El próximo Rector (o Rectora) será elegido (o elegida) por la Junta de Gobierno, que está integrada por nueve personas. De ella hablaremos más adelante.

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